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Por qué la huelga de transportes afecta más a la leche que a otros productos

Los productos lácteos empiezan a escasear en los supermercados y empresas como Danone ya han anunciado que paralizarán sus fábricas de forma inminente

Los productos lácteos empiezan a escasear en los supermercados y empresas como Danone ya han anunciado que paralizarán sus fábricas de forma inminente
Las estanterías de leche arrasadas en un supermercado de Zaragoza | EFE
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Correo electrónico enviado a los padres de un colegio de Madrid

A pesar de que el Gobierno se resiste a hablar de desabastecimiento, la falta de leche en los lineales de los supermercados es ya una realidad en muchos lugares de España. En los últimos días, se ha tratado de transmitir la idea de que la falta de ciertos productos es culpa del acopio injustificado de muchos ciudadanos. Sin embargo, incluso aunque en parte pueda ser así, lo cierto es que colegios, residencias de ancianos e incluso hospitales están empezando a tener serios problemas para ofrecer productos lácteos habituales en sus comedores. De hecho, este mismo martes, Danone ya anunció que no tendría más remedio que paralizar sus fábricas en 24 horas si el Gobierno no llegaba a un acuerdo con los transportistas.

Un alimento "muy perecedero"

Ante esta situación, la pregunta que muchos se hacen es por qué este sector se está viendo tan afectado por una huelga que, sin embargo, de momento no parece haber provocado problemas de stock de otros productos. Las razones son múltiples y muy variadas, pero todas parten de una misma premisa: "La leche es un producto básico en la alimentación, pero muy perecedero, que tiene que ser puesto en el mercado muy rápidamente", asegura a Libre Mercado Luis Calabozo, director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil).

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Ganaderos gallegos tirando leche por culpa de la huelga de transportistas

Los empresarios del sector explican, además, que "las zonas donde más está incidiendo la huelga son zonas de producción y transformación láctea como Galicia, donde se produce el 45% de la leche de toda España". Allí, el primer problema con el que se encuentran es la recogida en las granjas. "La semana pasada tuve que tirar 9.000 litros de leche porque no venían a por ella", confiesa a LM Ramón Vázquez, un ganadero de La Coruña desesperado por la situación. Con la capacidad de almacenamiento desbordada, este joven gallego que cuida de unas 150 vacas en en Arzúa, calcula que lleva perdidos "más de 3.000 euros".

Alta dependencia del transporte

Tal y como él mismo resume, el gran problema de este sector es la alta dependencia de los transportistas por parte de todos los actores implicados. Los ganaderos no sólo tienen serias dificultades para que les recojan la leche, sino también para recibir piensos y otros productos para mantener en condiciones óptimas a vacas, ovejas y cabras. Los empresarios, a su vez, suman a todos estos inconvenientes los retrasos que la huelga está ocasionando en la llegada de insumos necesarios para la elaboración y envasado de los productos y, por su puesto, en el posterior traslado de éstos al consumidor final.

"La fabricación de productos lácteos necesita diariamente una serie de insumos que, por estrategia empresarial, normalmente no se tienen estocados: cajás de cartón, tapones, palés… Y en una huelga de este tipo lo primero que bloquean los piquetes son los polígonos de donde salen todas estas cosas", explican desde Fenil. En caso de que se consigan, el siguiente problema con el que se están encontrando las empresas es "la dificultad de seguir acumulando producto terminado" si los transportistas no lo recogen para llevarlo a su destino final. Así, por ejemplo, el grupo Central Lechera Asturiana ya anunciaba este martes que su fábrica más importante, situada en Granda (Siero), tiene saturados los almacenes de producto acabado al 95%.

La preocupación de las grandes empresas

Todas estas razones son las que han llevado a Danone a anunciar su intención de paralizar la actividad y las que hacen que otras tantas empresas sigan con preocupación las negociaciones del Gobierno con los transportistas para tomar una decisión. "El deseo de Nestlé es evitar que su actividad productiva quede afectada y garantizar el abastecimiento de sus productos", asegura a LM esta otra multinacional que, sin embargo, reconoce que sus fábricas también están "seriamente afectadas".

Con todo, el sector lácteo reclama al Gobierno una pronta solución para esta huelga de transportistas que pone en peligro el suministro de un producto "nutricionalmente esencial" y cuya distribución, advierte el director general de Fenil, es "importantísima desde el punto de vista social y medioambiental, porque tirar leche desde luego es una práctica nada conveniente".

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