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La rebaja de la luz de Sánchez es una "chapuza técnica": fallará el 85% del tiempo

El precio del sistema lo marca la energía hidráulica más de la mitad del tiempo, y no el gas natural, recuerdan los expertos.

El precio del sistema lo marca la energía hidráulica más de la mitad del tiempo, y no el gas natural, recuerdan los expertos.
Pedro Sánchez, en IFEMA, a 15 de junio de 2022. | Europa Press

El milagro energético que vendió a bombo y platillo Pedro Sánchez es una "chapuza técnica". Se trata de la conclusión totalmente extendida entre los expertos del sistema eléctrico que auguran un fracaso permanente del mecanismo bautizado por el Gobierno como "excepción ibérica" y que prometía reducir el recibo de la luz en base a topar el precio del gas natural.

Los expertos adelantan que sólo será eficaz el 15% del tiempo. El 85% restante, casualmente durante los momentos de máximo consumo, no tendrá una capacidad real de evitar las subidas del recibo de la luz.

Nuevo desastre del Gobierno de Pedro Sánchez. Tras múltiples fracasos, el Ejecutivo socialista-comunista volvía a la carga con su enésima reforma para reducir el coste de la luz. Y ha vuelto a mostrar su capacidad técnica: los dos primeros días de aplicación del sistema, la luz no ha bajado ni mucho ni poco: ha subido.

Un alto directivo de una conocida energética señala que "es una enorme chapuza técnica. Han topado el precio del gas natural, pero el 54,9% de las horas del año 2021, el precio del sistema lo marcó la energía hidráulica y no el gas natural". Hay que recordar que el sistema de fijación de precios español es marginalista, es decir, que el último KW introducido —el de mayor coste— marca el precio de todos los KW servidos, aunque hayan sido más baratos en cuanto a costes de producción.

No se trata del único problema. "Hay un fallo obvio: el Gobierno no ha querido asumir contra los Presupuestos Generales del Estado el pago de la compensación a las empresas por tener que comprar gas natural a un precio y venderlo más barato para generar electricidad", apunta otro experto. Y ese precio de compensación o ajuste, como ya se ha visto, ha hecho que se dispare el pago real de la luz en el recibo.

Es más, esa compensación se dispara en los momentos de alto consumo eléctrico —los días de mayor frío y los de mayor calor, cuando más electricidad necesita la gente— "porque, aunque el gas natural no marque el precio final de la electricidad, sí se consume mucho en las centrales de ciclo combinado para poder atender la demanda creciente. Y eso supone que el coste de compensación se dispara", añade el mismo experto técnico. Y todo ese coste pasa al recibo de la luz porque el Gobierno no ha querido asumirlo.

Para colmo, el consumo de Francia por medio de las interconexiones que le unen a España, se libra de pagar la compensación, que se reparte entre el resto de consumidores. Los españoles, claro.

Y, por si fuera poco, todo ello aumenta la carga fiscal de unos impuestos que crecen en proporción al coste de la luz, con lo que la subida, encima, se multiplica.

Todo un desastre que hará que sólo funcione el mecanismo de rebaja en muy pocas ocasiones. En concretos cuando la energía eólica y la solar puedan generar mucha electricidad. Y eso exige días de viento continuo no excesivo, días no demasiado cálidos pero muy luminosos, y consumos no excesivos para que no se dispare la compensación por el gas natural.

Para colmo, y como ya ha publicado Libertad Digital, la compensación se dispara con la subida del coste real del gas. Y el enfrentamiento con Argelia hace que el precio del gas se eleve, con lo que será difícil pensar en un gas en criterio de mercado barato y, por lo tanto, las compensaciones a sumar a los recibos de la luz serán altas.

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