La historia del asalto a Indra por parte del Gobierno y que todavía delibera la CNMV, pasa ineludiblemente por la compañía vasca SAPA Placencia Holding SL. A finales de 2021, SAPA adquirió un paquete del 5% de Indra a la Corporación Financiera Alba, S.A (vehículo inversor de los March).
SAPA pagó 10,28 euros por acción y adquirió 8.833.000 acciones de Indra desembolsando un total de 90.803.240 euros.
Sin embargo, la ingeniería financiera fue la pieza fundamental de esta operación, ya que SAPA se compró las acciones merced a un galimatías financiero cortesía de Deutsche Bank. El mismo día que comunica la adquisición de las acciones de Indra, SAPA suscribió con Detusche Bank AG, Frankfurt, un contrato de derivados sobre las acciones de Indra para tratar de financiar la operación. Para ello, el banco alemán vendió 7,8 millones de acciones de Indra (4,45% del capital) a inversores institucionales. Operación con la que financió la de Sapa. Así se recoge en una información privilegiada de la CNMV
Tras esta entrada en el capital de Indra, SAPA hizo dos intentos, sin éxito, de lograr su asiento en el Consejo de Administración, en ambas ocasiones, los consejeros independientes –que han sido cesados en el asalto- encabezaron el rechazo a la entrada de SAPA.
Uno de los motivos fundamentales esgrimidos para la negativa era que las normas establecen que para lograr la silla en el consejo hace falta al menos un 7,7% del capital de Indra. Por otro, el método empleado para lograr la compra, mediante la ejecución de un préstamo de valores, "implica que el accionista asuma de manera altamente limitada el riesgo económico vinculado a sus acciones y dificulta apreciar la posibilidad de su permanencia", dijo el consejo en un informe para rechazar la entrada de SAPA.
En definitiva, señalaba el consejo que no podía dar entrada a un nuevo miembro que no tenía en propiedad esas acciones. La compañía vasca intentó entrar en marzo y volvió a la carga en junio, sólo dos semanas antes de la celebración de la junta de accionista.
Según han publicado algunos medios, el plan de Moncloa era colocar a Jokin Aperribai, accionista de referencia de SAPA y presidente de la Real Sociedad en el consejo de Indra y favorecer algunos cambios. El primero de ellos, dar poderes ejecutivos al presidente, Marc Murtra, un hombre cercano a los intereses del PSC. Otro de los objetivos es la entrada de Indra en ITP Aero.