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El consumo de gas se desploma en la industria y anticipa un parón de la actividad pese al hiperoptimismo de Sánchez

Los economistas utilizan estos datos como el medio más certero para anticipar una situación económica venidera.

Los economistas utilizan estos datos como el medio más certero para anticipar una situación económica venidera.
Puerto industrial de Barcelona. | Alamy

Para Pedro Sánchez, la economía ha emprendido una senda sólida de recuperación. Y quien diga lo contrario forma parte de los "traficantes del miedo". Ese es el mensaje oficial. Pero luego está la realidad. Los últimos datos recabados por el gestor técnico del gas en el mes de junio son todo un anticipo de un desastre económico. Son datos medidos en consumo por parte de la industria y de los sectores empresariales. Los que se denominan "grandes consumidores". Sin trampa ni cartón. Y muestran unos niveles de caída de consumo y actividad difícilmente observables en otros momentos que no sean los de un parón radical de la economía.

Los servicios han reducido su consumo de gas natural este junio con respecto al mismo mes del año pasado en un 2,1%. La construcción, en un 9,5%. La metalurgia, en un 12,9%. El sector química/farmacia, en un 14%. Y el del papel, en un 14,1%. Y esos son los recortes de consumo de gas —y, por lo tanto, toda una alerta del parón de actividad— suaves. Porque los demás sectores empresariales directamente están en descalabro.

El resto de sectores industriales no mencionado anteriormente registra una caída del consumo interanual de gas del 15,3%. El sector agroalimentario, del 16,2%. El textil, del 28,6%. El refino eleva su hundimiento de consumo de gas hasta el 35%. Y el gas empleado en la generación de electricidad, eleva esta caída hasta el 39,2%. Un parón de la actividad en toda regla. Y son datos objetivos y sin matiz posible: reflejan cuánto se consume porque es necesario para desarrollar su actividad diaria. Y, si no hay actividad, pues, evidentemente, se gasta menos en poner en marcha las plantas o sedes empresariales.

El informe del gestor técnico del gas no oculta conclusiones muy preocupantes: por ejemplo, que "no se ha registrado ninguna subida en ningún sector" del consumo de gas natural 'por parte de los "grandes consumidores". O que "los mayores descensos se han dado en electricidad y refino", que, casualmente, son los que revelen un daño más extendido y estructural en la actividad diaria de todo un país. Porque todas las empresas utilizan de una forma u otra luz o medios de transporte.

Este tipo de indicadores, de hecho, son los que emplean los economistas como medios más certeros de anticipo de la situación económica venidera, porque si las plantas o sedes empresariales han detectado ya una caída de actividad, más pronto que tarde ese mismo parón acabará reflejándose en otros indicadores más tardíos, como el paro o el mismo PIB —muchas veces alimentados con gasto y empleo públicos—.

De hecho, la caída global en consumo de gas de este mes de junio sólo es comparable a la de abril de 2020, en plena explosión de la covid. Aquel mes se desplomó un 21,7%. En abril del año 2021 se invirtió esa tendencia y creció un 29,8%. Y ahora la caída global es de un 20,2%.

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