Introducida en España por los romanos, la pera se ha convertido en una de las frutas más populares en nuestro país, con un consumo superior a los 5 kilogramos anuales por persona. Sin embargo, los castellanoleoneses son los más aficionados a la pera, con un consumo de 6,62 kilos, mientras que los navarros son los que menos, con apenas 3,52 kilos.
Este fruto tiene origen Asia, y se sabe que se consume en el territorio chino desde el año 2.000 antes de Cristo. China es, de hecho, uno de los países con mayor tradición de consumo de peras en el mundo, mercado que lidera actualmente con 11 kilos anuales por persona. Esto, unido a la gran población de la potencia asiática, se traduce en un valor de mercado de nada más y nada menos que 17,5 mil millones de dólares anuales.
Junto a su agradable sabor refrescante o su equilibrio nutricional, se dice que los chinos ven a este fruto como un símbolo de longevidad, y además se emplea dentro de la medicina tradicional china frente a patologías respiratorias o digestivas.
Todo ello lleva a que el consumo doméstico de peras en el gigante asiático sea de 17,5 millones de toneladas anuales, acaparando casi el 75% del consumo mundial, de acuerdo al Departamento de Agricultura de EEUU. Este nivel de consumo es 10 veces más elevado que el de toda la Unión Europea, que es la segunda potencia compradora. Le siguen Estados Unidos, Turquía o Rusia.
Estos datos son solo una muestra más de la pujanza de China –también en el ámbito de la alimentación –que lleva produciéndose desde que la dictadura comunista decidió abrirse (parcialmente) al comercio y el capitalismo. Así, de acuerdo al Banco Mundial, la desnutrición en China apenas se sitúa en el 3%, mientras que el PIB per cápita en el país ya supera al de naciones como Rusia. Por otra parte, los datos son un reflejo de la creciente posición de dominio del gigante chino en la economía global, que ya encabeza el ranking mundial en PIB en paridad de poder adquisitivo (PPA).
Para dar servicio a toda su demanda, China no necesita importar peras desde el extranjero, ya que cuenta con una producción nacional de 18 millones de toneladas cada año. De nuevo, una cifra muy superior a la de los países de la Unión Europea o Estados Unidos. Hebei es la provincia china con mayor producción de peras, seguida de la región autónoma de Sinkiang, mientras que la superficie total que dedica el país para el cultivo de este árbol frutal alcanza las 940.000 hectáreas.
Asimismo, se espera que el país asiático incremente este año la producción en un millón y medio de toneladas respecto a la temporada pasada, debido a la introducción de nuevas plantaciones. Esta expansión permitirá que la producción mundial siga creciendo pese a las pérdidas estimadas en la Unión Europea relacionadas con la climatología fría en los meses de invierno.
El exceso de producción de pera china es tal que le permite al país exportar unas 500 mil toneladas anuales a sus socios comerciales, posicionándose así como la primera potencia exportadora de peras frescas. En este sentido, la UE solo logra exportar 300 millones de toneladas, mientras que Argentina y Sudáfrica venden al exterior 265 y 260, respectivamente.
