Hasta el espectador menos curioso se habrá sorprendido con el mal aspecto que ha presentado el césped del Santiago Bernabéu en los dos últimos partidos del Real Madrid. Los encuentros disputados por los merengues con el Mallorca y el Leipzig se saldaron con victoria para el Rey de Europa, pero lo cierto es que el estado del verde complicó enormemente las cosas.
Este no es un problema recurrente para los blancos, que están acostumbrados a disputar sus encuentros sobre una alfombra perfectamente conservada. Sin embargo, las altas temperaturas que se han registrado en Madrid durante las últimas semanas y el impacto de las obras de transformación del estadio han perjudicado el estado del campo de juego.
¿Cómo va a solucionar este problema el club presidido por Florentino Pérez? El calendario juega a favor del Real Madrid, puesto que el parón para la celebración de una serie de partidos de selecciones otorgará a los técnicos y jardineros un plazo de aproximadamente dos semanas, hasta el encuentro contra el Osasuna anunciado para el 2 de octubre.
La gestión del césped ha dependido durante muchos años de un especialista inglés, Paul Burgess, que permaneció en el club desde 2009 hasta 2019, tras su paso por el Arsenal. El británico contrataba el césped a una empresa de Arévalo, una localidad ubicada en la provincia de Ávila a la que se puede llegar desde el Santiago Bernabéu tras 90 minutos y 125 kilómetros de carretera.
A partir de 2020, el césped del Bernabéu pasó a ser responsabilidad de la empresa que ahora deberá resolver el problema, de la mano de los especialistas merengues. Se trata de Tapiz Verde, una compañía extremeña ubicada en La Herguijuela de Doña Blanca, en el municipio de Toril. En este caso, la distancia por carretera desde el estadio blanco es de 240 kilómetros, que se recorren en 140 minutos.
Los gastos asumidos por el Real Madrid para renovar el césped de su estadio han experimentado un salto importante como resultado de las ambiciosas mejoras que introdujo Burgess. Coincidiendo con la llega del especialista británico, el club venía reservando un presupuesto de 160.000 euros para cada renovación de la hierba del Santiago Bernabéu. Más recientemente, en 2021, el gasto se situaba ya en el entorno de los 300.000 euros.
Sin embargo, la renovación del Santiago Bernabéu lleva aparejada una fortísima inversión con la que el equipo blanco está desarrollando un gran invernadero subterráneo que permitirá retirar el terreno de juego después de cada partido y conservarlo bajo tierra. Esto permitirá un fuerte aumento de los ingresos extraordinarios del club, que podrá organizar eventos, conciertos, festivales y todo tipo de celebraciones en su estadio sin tener que preocuparse por el impacto que pueden tener tales actuaciones en el césped. El siguiente vídeo presenta la situación actual de estas obras:
Primer vistazo al subsuelo del nuevo Bernabéu, que alojará el césped retráctil. Una suprema obra de ingenieríapic.twitter.com/cs5qOFTtLw
— Diego de la Cruz (@diegodelacruz) September 4, 2022
La operación del invernadero subterráneo fue anunciada en diciembre de 2021 y se financia con un préstamo de 225 millones de euros, negociado a 27 años con un interés fijo del 1,53%. El pago se empieza a devolver a partir de 2024 y no lleva aparejada ninguna garantía. Los fondos los aportan JP Morgan y Bank of America. Florentino Pérez contó con Key Capital Partners como empresa encargada de diseñar la operación financiera, que ha sido descrita por los blancos como "las mejores condiciones de financiación que jamás se hayan conseguido en el mundo del deporte".
Gracias al invernadero, el Real Madrid cree que puede generar 100-150 millones de euros de facturación adicional cada año, aunque todo dependerá de su capacidad de gestión del nuevo espacio, que deberá ampliar sus usos y consolidarse como una localización de referencia en materia de ocio y entretenimiento. De momento, los blancos han firmado un acuerdo con Sixth Street y Legends que cederá el 20% de los ingresos conseguidos con esta operativa durante los próximos veinte años, todo a cambio de 360 millones de euros.