Los funcionarios quieren un sistema de protección salarial real frente a la inflación. Han logrado una gran manifestación en Madrid para mostrar su reclamación y su fuerza. Y han conseguido una oferta del Gobierno de una subida, en teoría, del 3,5%, pero que realmente consiste en un 1,5% desde enero de 2022, otro 2,5% a partir de 2023 y un 2% desde 2024. Todo ello con una inflación que sobrepasa el 10%. CSIF, el gran sindicato de la función pública, no lo acepta ni por lo más remoto y señala con contundencia: "No vamos a aceptar migajas".
Sánchez tiene las espadas en alto y la realidad es que no sabe cómo pagarles lo que reclaman.
Tras el éxito de la manifestación del pasado fin de semana, el Gobierno se ha reunido este miércoles con los principales sindicatos de funcionarios para comenzar a negociar la actualización de los sueldos públicos con una primera oferta sobre la mesa.
Desde CSIF valoran positivamente que se haya empezado a dialogar. Pero no pueden dar por buenas, de ninguna de las maneras, las cifras por lo alejado de la inflación real.
El presidente de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), Miguel Borra, sigue reclamando al Gobierno una actualización real y eficiente de los salarios públicos en 2022, con carácter retroactivo, para recuperar el poder adquisitivo perdido este año (en línea con la medida adoptada por Francia el pasado mes de julio) y un acuerdo de subida salarial plurianual que permita avanzar en la recuperación del poder de compra mermado desde 2010. No que garantice que la pérdida se afianza e incluso agrava.
CSIF ha advertido ya en diversas ocasiones al Gobierno que le queda muy poco tiempo para presentar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado en tiempo y forma. "La patronal de los empleados públicos que es el Gobierno desoye las recomendaciones de su ministra de Trabajo y no se quiere sentar a negociar", advertía hace escasos días Borra. "El colectivo de las administraciones estuvo en primera línea durante la crisis y merece mayor consideración por parte del Ejecutivo", señalan desde CSIF.
El objetivo que persiguen los sindicatos es lograr un acuerdo plurianual que, a lo largo del ciclo, compense a los funcionarios por el repunte de la inflación. En este sentido, tanto CSIF, como UGT y CCOO —que también estarán presentes en la reunión con el Ministerio de Hacienda— recuerdan que, a principios de este año, se les subió el sueldo un 2%, cuando la inflación se sitúa ya por encima del 10,5% y las presiones medias para todo 2022 apuntan a un dato superior al 9%. Precisamente por eso, incluso plantean que este nuevo incremento tenga efectos retroactivos.
Al margen de este punto, los representantes sindicales también piden al Gobierno otras reivindicaciones, como la implantación de la jornada de 35 horas –a la que el Ejecutivo podría abrir la puerta–, la extensión de la jubilación anticipada al conjunto de los empleados públicos y la derogación de los recortes que se llevaron a cabo en el sector a partir de 2010.
El éxito de la manifestación en Madrid puso de relieve el gran hartazgo de los funcionarios. Convocadas por CSIF, más de 70.000 personas (17.000, según Delegación del Gobierno) se echaron a la calle para clamar por la mejora salarial y contra el empobrecimiento de la población a cuenta de la pérdida de poder adquisitivo.
Y tras esa demostración de fuerza, los funcionarios quieren que Sánchez eleve su propuesta.