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¿Comer pescado es de izquierdas? El Gobierno vuelve a liarse con el IVA de los alimentos

Yolanda Díaz se suma a la iniciativa de Feijóo, Montero cita a Buzz Lightyear y Errejón se enreda en el argumentario sobre fiscalidad y ricos.

Yolanda Díaz se suma a la iniciativa de Feijóo, Montero cita a Buzz Lightyear y Errejón se enreda en el argumentario sobre fiscalidad y ricos.
Yolanda Díaz, durante el encuentro que mantuvo este viernes con mariscadoras en Vilagarcía de Arousa, Pontevedra. | EFE

Parece ser que fue Groucho Marx el que dijo por primera vez aquello de "estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros". En la política española podríamos traducirlo como "éstas son mis propuestas, pero si las plantea mi enemigo, tengo otras... y no sólo otras propuestas: también argumentario y razones muy detalladas para rechazar lo que apoyaba hasta anteayer".

Esta semana, el protagonista ha sido el IVA. En concreto, el tipo que se aplica a la mayoría de los alimentos. Alberto Núñez Feijóo propuso el lunes rebajarlo, del actual (10%) al híperreducido (4%). Y descolocó a sus oponentes políticos. Primero salió Íñigo Errejón, en una curiosa intervención en el Congreso, en la que usaba los argumentos contrarios a los que siempre ha usado la izquierda en este tema; luego María Jesús Montero citó a Buzz Lightyear para rechazar la propuesta; y al final apareció Yolanda Díaz, de la que además se supo que se había reunido con el líder del PP, para insinuar que también estaría de acuerdo en incluir algunos productos (por ejemplo, alimentos sin gluten o lactosa). ¿Es de izquierdas comer pescado?

- La situación actual. Aquí, en la web de la AEAT, la lista completa. Es una clasificación larga y compleja, con el detalle de los productos y servicios que pagan un IVA reducido o híperreducido. Como vemos:

  • Entre los alimentos, están sujetos al tipo híperreducido (4%) algunos básicos como "el pan, la harina, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales".
  • Sin embargo, la mayoría de los alimentos procesados que tienen estos ingredientes como materia prima fundamental (por ejemplo, las galletas o los cereales del desayuno) soportan el IVA reducido (10%).
  • También tenemos el 10% de IVA para los alimentos frescos no incluidos en el híperreducido (carne, pescado, aceites...) y los alimentos elaborados (preparados cárnicos, de pescado, yogures, etc...)

En resumen, hay unos pocos alimentos muy básicos y frescos que pagan el 4%. Casi todos los procesados y los frescos de carne y pescado pagan el 10%. Y luego tenemos la excepción de las bebidas alcohólicas, refrescos con gas y zumos, que pagan el tipo general del 21%.

- La propuesta de Feijóo. Lo que el presidente del PP ha puesto encima de la mesa es rebajar el IVA de los alimentos básicos que no están en ese tipo del 4%. En el listado que recogió la prensa se hablaba de "carne, pescado, aceites, agua, pasta seca y conservas". Queda la duda de si otros alimentos preparados y productos muy habituales, pero no frescos, también entrarían en la lista de los populares: por ejemplo, yogures, cereales para el desayuno, galletas, aperitivos, preparados de carne o pescado, etc... Es decir, ¿todos los alimentos al 4% o habría excepciones?

- Los argumentos contrarios 1, Errejón. Quizás el primero en salir a responder a Feijóo fue Íñigo Errejón, que no forma parte del Gobierno aunque sí suele ser uno de los apoyos del llamado bloque de la investidura.

¿Y qué dijo el líder de Más País? Pues lo siguiente:

  • "La inmensa mayoría de los alimentos ya tiene un IVA súperreducido". Desconocemos qué entiende Errejón por "inmensa mayoría" o qué porcentaje cree que justifica esos términos; pero viendo la lista de la AEAT, esto no es cierto. No es "la inmensa mayoría". Dependiendo de cuál sea el consumo de cada hogar, puede variar el peso de los productos del 4%; pero, salvo para los veganos que compren casi todo fresco, el porcentaje del carrito que ocupan los productos con un IVA del 10% es alto o muy alto.
  • "¿Le vamos a bajar el IVA también al caviar o al jamón serrano?". Esta parte fue muy comentada en las redes. ¿Tanto caviar se vende en España que al señor Errejón le preocupa su rebaja? ¿Habla del caviar fetén o el sucedáneo sí puede meterse en la lista de alimentos que consume el común de los mortales? ¿Vamos a hacer una lista alternativa de IVA para alimentos de cóctel?
  • "Bajarle el IVA a los alimentos significa bajárselo a los que tienen dificultades, pero también a los que tienen una situación económica boyante. Esto significa una rebaja general, para todos por igual. Y en las crisis, tratar por igual a quienes son desiguales es injusto e ineficaz".

- Los argumentos 2, Montero. La ministra de Hacienda recurrió a razones no tan diferentes. En esta ocasión, en una entrevista en Onda Cero, con Carlos Alsina.

En su caso, fue más complicado, porque al mismo tiempo que defendía las bajadas de algunos impuestos (las que ha aprobado el Gobierno) atacaba las rebajas "generalizadas" que proponía el PP porque suponían un recorte de los ingresos públicos: "Hay que preservar la recaudación", repitió como si sus medidas no tuvieran el mismo efecto. Y tiró de una conocida frase de Buzz Lightyear, el personaje de Toy Story, para atacar al PP, al que acusaba de iniciar una carrera fiscal "hasta el infinito y más allá".

- La infiltrada. Y en éstas llegó Yolanda Díaz para complicarlo todo. Porque en las últimas horas se ha sabido que la vicepresidenta segunda se reunió hace unos días con Alberto Núñez Feijóo y, poco después, mostraba su apoyo a la rebaja del IVA de algunos alimentos (no era exactamente la lista que proponía el PP, pero se le parecía bastante).

El IVA y la igualdad

En este punto, podríamos preguntarnos si bajar el IVA de los alimentos es o no de izquierdas. Si puede o no permitírselo un Estado que tiene serios problemas de déficit. Y si merece o no la pena.

- La recaudación. Lo primero, lo obvio: no es necesario tirar de la retórica de los ricos y los pobres para dejar los impuestos tal cual están. Al final, si no tocamos el gasto público (y nadie parece dispuesto a recortes sustanciales en ninguna de las grandes partidas presupuestarias), habrá que recaudar de alguna forma. Así, podría plantearse que se baje el IVA de algunos productos y de otros no sin más argumento que el de la necesidad recaudatoria.

- Los tipos del IVA. En segundo lugar, esta carrera por ir metiendo cada vez más productos en las categorías de IVA reducido e híperreducido marcha exactamente en la dirección contraria a la planteada por Bruselas. En esto España no está sola, pero sí somos uno de los alumnos más remolones con los dictámenes de la Comisión.

En realidad, la regla del IVA lo que dice es que todos los artículos deberían estar en el tipo general de cada país. ¿Todos? Bueno, es verdad que la legislación comunitaria admite que puede haber excepciones. Lo que ocurre es que algo que debería ser puntual (excepcional) se ha convertido casi en la norma en muchos países. Por eso, la Comisión llama la atención periódicamente sobre este punto y pide a los Gobiernos que reduzcan el número de artículos en las categorías especiales.

En España, el camino que seguimos desde hace años es el opuesto: cada vez hay más productos al 4% y a 10%. Y aquí coinciden todos los partidos. Cada pocos días, vemos una ocurrencia de alguien que pide que los productos de higiene femenina o algún tipo de alimento o algún servicio determinado pase al reducido o al híperreducido. A este paso, habrá un momento en el que el 21% deje de ser el general.

- ¿Los ricos? Pero sin duda la palma de los argumentos extraños de la izquierda se la lleva Errejón con su comentario de que bajar el IVA a los alimentos no es equitativo porque "trata igual a los desiguales". Y algo similar parecía esconderse en las declaraciones de Montero cuando rechazaba las "bajadas generalizadas" porque no se centraban en los tramos de población con menos renta.

En primer lugar, la postura clásica de la izquierda española es que, si hay que bajar impuestos, mejor que sean los del consumo de productos básicos, porque este tipo de impuestos son más regresivos. Lo que es cierto.

Aunque eso no es así en toda Europa. Por ejemplo, los países nórdicos, en teoría el gran modelo socialdemócrata, tienen impuestos al consumo muy elevados. En general, estos países tienen sistemas impositivos menos progresivos (usando esa terminología que tanto gusta a nuestros políticos de izquierda) de lo que siempre se piensa y centran la redistribución en el gasto más que en los ingresos.

Pero, por eso mismo, es extraño lo de "tratar igual a desiguales" que decía Errejón. Cualquier impuesto al consumo es así: todos lo pagamos igual cuando llegamos a la caja del comercio. La clave para saber si es más o menos progresivo o equitativo, reside en qué porcentaje de renta dedica cada colectivo a cada tipo de producto. Porque es verdad que tanto ricos como pobres pagan el mismo IVA de la leche... pero la parte de su gasto que va a ese producto no es la misma.

Las cifras del INE, en la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2021, son las siguientes:

  • Quintil 1 (20% de hogares de menos renta): gasto medio 14.534 euros de los que 3.001 euros va destinado a "Alimentos y bebidas no alcohólicas". Es decir, algo más del 20% del gasto de estos hogares se dirige a comprar comida (queda fuera de esta categoría el gasto en bares y restaurantes).
  • Quintil 5 (20% de hogares de más renta): gasto medio de 51.204 euros, de los que 6.388 se dedica al epígrafe de alimentación. Esto supone el 12%, como vemos, bastante menos que en los hogares del Quintil 1.

Estos resultados no son una sorpresa. Es lo que pasa en casi todos los países y épocas: los hogares de menos renta gastan un porcentaje más alto de sus ingresos en alimentación y suministros básicos, mientras que los más ricos lo hacen en ocio, cultura, restaurantes o transporte.

En este sentido, el desglose que hace el INE es muy interesante porque al epígrafe "07-Transporte" los hogares de más renta dedican el 16% de su gasto total y al "09-Ocio y cultura (sin restaurantes y hoteles)" el 5,5%. Enfrente, los hogares de menos renta dedican sólo el 6% de sus ingresos a transporte y menos del 3% a ocio y cultura. Como hemos comentado en otras ocasiones, pocas medidas más regresivas desde un punto de vista tributario que el IVA cultural y también el descuento de 20 céntimos por litro de gasolina. Esto no quiere decir que estas medidas sean equivocadas o no. Ése sería otro debate. Lo que llama la atención es que los argumentos sobre el gasto de ricos y pobres sirvan para unos casos y para otros no. Por ejemplo, cuando las entradas para el cine o el teatro tenían un IVA del 21%, la campaña por parte de la izquierda fue muy intensa. Ahí no parecía preocupar tanto "tratar igual a los desiguales" (en realidad, aprobar una bajada de impuestos que beneficiaba sobre todo a las rentas altas).

A partir de aquí, hay también argumentos para mantener el IVA y centrar las rebajas en otros impuestos. Muchos expertos apuestan por reducir los impuestos directos para dar más margen a las familias y que sean éstas las que decidan qué hacen con el extra presupuestario que les queda. La lógica sería algo así: si suben los precios de la energía y bajamos temporalmente los impuestos de este tipo de productos, se pierde en parte el mensaje de escasez y carestía que envía la subida de precios; sin embargo, si bajamos el IRPF a todos los consumidores, el efecto neto sobre los ingresos de cada familia puede ser el mismo, pero se distorsiona menos las decisiones de consumo (una familia puede decidir dedicar todo lo que le queda tras la bajada de impuestos a cubrir el incremento del coste de la energía, mientras otra puede reducir el porcentaje de gasto en ese epígrafe y dedicar el alivio fiscal a otras cuestiones).

Como vemos, el debate puede ser largo e interesante. Lo más curioso de esta semana no ha sido eso sino: (i) ver a la izquierda hacer contorsiones argumentales para criticar una medida que tantas veces ellos mismos han pedido sólo porque la proponía el PP; (ii) ver a miembros del Gobierno decir una cosa y la contraria (aunque eso tampoco es mucha novedad). ¿Bajará el IVA de los alimentos como ha pedido Feijóo? El PSOE ya le ha dado varias victorias al PP en cuanto a medidas fiscales en los últimos meses. No sería extraño que aquí tuviéramos una nueva.

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