La nueva Tarifa de Último Recurso (TUR) que entra en vigor este sábado confirma que el mercado regulado del gas es el que mejores precios ofrece en estos momentos. Según la tabla publicada este jueves en el BOE, el precio variable rondará desde este 1 de octubre los 6 céntimos el kWh frente a los 24 que llegan a ofrecer algunas compañías en el mercado libre. Los expertos esperan así un éxodo masivo hacia la TUR. Sin embargo, no todo el mundo puede ni debe cambiarse. Por eso, antes de hacerlo es necesario tener claro cómo funciona esta tarifa.
¿A quién le compensa acogerse a la TUR?
A todos aquellos que den un alta nueva o a los que hayan tenido que renovar el contrato en los últimos meses, ya que todos ellos pagarán más en el mercado libre. Mientras el año pasado las compañías ofrecían el kWh a 4 céntimos, en estos momentos, empresas como Naturgy han ido subiendo sus tarifas hasta los 14 céntimos y otras, como Iberdrola, a 24.
Los afortunados que todavía mantengan contratos antiguos es probable que tengan mejores ofertas, por lo que pueden esperar a que venzan para valorar el cambio. También es importante atender a las cláusulas específicas en caso de que tengamos un contrato conjunto de luz y gas, ya que es probable que, si cambiamos el gas, la compañía no respete el precio acordado para la electricidad.
¿Todo el mundo puede acogerse a la TUR?
La Tarifa de Último Recurso está pensada para pequeños consumidores, por lo que aquellos que tengan un negocio es probable que no puedan hacerlo. Las familias, sin embargo, no tienen ningún problema. Únicamente tendrán que informarse de cuál es el tramo que les corresponde en función de su consumo.
La TUR.1 está destinada a aquellos hogares con un consumo inferior o igual a 5.000 kWh/año. Suelen ser viviendas que no tienen calefacción o que, por su tamaño o eficiencia, no gastan demasiado. Su precio se sitúa desde este sábado en 6,355463 céntimos kWh.
La TUR.2 se ofrece a aquellos usuarios que tienen un consumo un poco más elevado, concretamente, de hasta 15.000 kWh/año. El importe, en este caso, se fija en 6,069581 céntimos kWh.
Por último, la TUR.3 está pensada para las viviendas más grandes o incluso pequeños negocios, con un consumo de hasta 50.000 kWh/año. Al gastar más, su oferta es la más baja de todas: 5,852538 céntimos kWh.
¿Cada cuánto se revisan los precios?
A diferencia del mercado libre —donde el precio ofertado se blinda durante un año—, la Tarifa de Último Recurso se revisa trimestralmente. Es decir, que los importes que entran en vigor este sábado únicamente se mantendrán hasta el 31 de diciembre.
A partir del 1 de enero, será el Gobierno el que vuelva a fijar los precios. Sin embargo, en el Real Decreto aprobado por el Ejecutivo para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania, se estableció que la TUR podría subir un máximo del 15% por trimestre, por lo que es más que probable que hasta que termine el invierno siga siendo muchísimo más rentable permanecer en el mercado regulado. En todo caso, no existe una cláusula de permanencia, por lo que se puede cambiar de uno a otro en cualquier momento.
¿Cómo puedo contratar la TUR?
La Tarifa de Último Recurso se puede contratar a través de las cuatro principales compañías energéticas de nuestro país. Sin embargo, estas cuatro empresas han creado sus propias comercializadoras de último recurso, con nombre y teléfonos diferenciados.
La comercializadora del Grupo Iberdrola es Curenergía y su teléfono es el 900 100 309. La de Endesa es Energía XXI y su número de contacto es el 800 760 333. La del Grupo Naturgy se llama Gas & Power y el teléfono gratuito en el que se puede contratar la TUR es el 900 813 527. Por último, aunque menos conocida, la empresa TotalEnergies también oferta esta tarifa a través de Baser, el nombre de su comercializadora de último recurso, cuyo teléfono es el 900 902 947.
¿Qué pasa con las comunidades de vecinos?
A día de hoy, las comunidades con calefacción central no pueden acogerse a la TUR, ya que, precisamente por unificar el consumo de todos los vecinos, superan con creces el máximo establecido para poder beneficiarse de esta tarifa (50.000 kWh/año).
Los administradores de fincas ya han pedido al Gobierno que regule esta casuística, ya que en el contexto energético actual será "muy difícil que los vecinos puedan asumir los costes de este servicio". Sin embargo, al menos por ahora, el Ejecutivo no ha recogido el guante, por lo que las comunidades de vecinos se verán obligadas a seguir en el mercado libre, haciendo frente a unos precios del término variable que llegan a cuadruplicar los del mercado regulado.