Las cifras de la contabilidad nacional revelan que los ayuntamientos de nuestro país desembolsan al menos 449 millones de euros al año en las partidas presupuestarias ligadas a la celebración de sus fiestas patronales, verbenas, romerías y demás celebraciones locales. Aunque estos desembolsos abarcan conceptos muy diversos, como por ejemplo los fuegos artificiales o las actividades de ocio y diversión infantil, lo cierto es que la parte del león se la llevan los conciertos de música en vivo que suelen programarse de forma gratuita para los asistentes.
Quienes se prestan a actuar gratuitamente o a cambio de un precio reducido acceden de esta forma a entrar en un circuito distinto al de los conciertos de pago, de modo que no siempre es fácil reclutar a los artistas de mayor popularidad, que por lo general intentan mantenerse en dicho escalafón y limitan sus apariciones gratuitas. Sin embargo, el paso de los años ha relajado estas estrategias, habida cuenta de los crecientes gastos que los ayuntamientos dedican a esta cuestión.
Entonces,¿cuánto se paga por estos conciertos? Las informaciones sobre esta cuestión nunca son todo lo transparentes que deberían. Por ejemplo, algunos ayuntamientos encargan todas las contrataciones a una agencia o empresa promotora, de modo que lo único que llega a trascender es el gasto total, sin desglose por artista. Además, los espectáculos contratados pueden tener un precio más abultado o asequible dependiendo de las características del evento, la posibilidad de que el concierto sea de pago y se vendan entradas para equilibrar las cuentas, el mayor o menor interés de un artista en cada momento, la habilidad negociadora de las dos partes involucradas, etc.
Con todo, cada vez hay más información sobre estos temas. Por ejemplo, si entramos en la Plataforma de Contratación del Estado podemos ver que Antonio Carmona actuó en solitario en Almazán, Soria, por 24.000 euros, mientras que su paso por La Coruña, de la mano de sus hermanos en el marco de la reunión de Ketama, se cerró en 44.000 euros. Este caché sería ligeramente inferior al que Taburete negoció en Yecla, Murcia, donde su concierto supuso un desembolso de 48.000 euros. La misma fuente indica que Niña Pastori compareció en Trujillo, Cáceres, por 54.000 euros, mientras que Rozalén se llevó la misma cantidad en Peñaranda de Bracamonte, Salamanca y Carlos Baute se habría embolsado 35.000 euros en Trillo, Guadalajara.
En Galicia, el Año Xacobeo 2022 ha venido de la mano de fuertes desembolsos de este tipo. El gobierno regional destinó 2,5 millones al patrocinio de la actuación de Muse, enmarcada en el el Xacobeo 2022. Por su parte, el Ayuntamiento de Vigo pagó 515.000 euros a Sting, 288.000 euros a Dani Martín, 215.000 euros a Leiva, 206.000 euros a Sebastián Yatra, 177.000 euros a Love of Lesbian, 143.000 euros a Raphael, 123.000 euros a Lola Índigo o 121.000 euros a Hombres G.
También en Valladolid se han aprobado fuertes desembolsos para cerrar las contrataciones musicales de la feria y fiestas de la ciudad. Edurne se llevó 23.000 euros, Don Patricio cobró 30.000 euros, Marta Sánchez se embolsó 35.000 euros, Miguel Poveda ingresó 62.000 euros y Jason Derulo facturó 276.000 euros. Desde que el socialista Óscar Puente llegó a la alcaldía de la localidad, este tipo de desembolsos se han multiplicado por tres.
Torrejón de Ardoz también ha desglosado los datos de sus fiestas de verano: 182.000 euros por la comparecencia de Malú, 99.000 euros por la actuación de Bizarrap, 55.000 euros por el recital de Pastora Soler, 42.000 euros por el show de Rosario… También Vélez-Málaga ha compartido las cifras de sus fiestas, que van de los 40.000 euros que cobró Ana Mena a los 80.000 euros que se embolsó Omar Montes.
Salamanca es otro de los municipios que acostumbra a compartir cifras sobre los precios que se abonan para financiar los conciertos de sus fiestas patronales. En 2016, por ejemplo, los gastos llegaron a ser de 35.000 para contratar a la India Martínez. El pasado 2021, Melendi pasó por la localidad a cambio de 97.000 euros, mientras que Pablo López facturó 78.000 euros y Miguel Ríos se llevó 46.000 euros. Este 2022, Vanesa Martín cerró su comparecencia por 85.000 euros, mientras que El Arrebato cobró 55.000 euros.
Oviedo también ha dado a conocer los costes de sus conciertos de septiembre de 2022. Por ejemplo, se destinaron 24.000 euros para contratar a Sofía Ellar, 28.000 euros para fichar a Lérica y 42.000 euros para cerrar a Nil Moliner, si bien estas actuaciones recuperaron cerca de 40.000 euros en concepto de venta de entradas. Leiva se llevó un fijo de 42.000 euros y sumó a esa cantidad los 216.000 euros de recaudación de la taquilla. Hombres G y Los Secretos actuaron de la mano, facturando 36.000 euros el primer grupo (un descuento importante en comparación con su paso por Vigo) y 61.000 euros el segundo, si bien las arcas municipales obtuvieron 133.000 euros por venta de entradas. Estopa también recibió una ayuda municipal de 42.000 euros, pero retuvo los ingresos de taquilla, que ascendieron a 306.000 euros. Por su parte, Loquillo facturó 46.000 euros al consistorio asturiano.
Bertín Osborne es otro artista muy solicitado para este tipo de celebraciones, con un caché que ascendió a 52.000 euros en su paso por Arrecife, en las Islas Canarias. Diego El Cigala negoció su paso por la Isla de Arousa a cambio de 37.000 euros, mientras que José Manuel Soto actuó en San Pedro Alcántara por 10.000 euros. Camela ha cerrado actuaciones por distintos precios, situándose el promedio en el entorno de los 30.000 euros. Por su parte, Aitana pasó por Avilés a cambio de un fijo de 24.000 euros al que se sumó una taquilla de 72.000 euros y otra partida dedicada a cubrir los costes de producción.
En 2019, cuando su popularidad aún no había estallado como lo haría con el disco El Madrileño, C. Tangana facturaba 88.000 euros por un concierto en Ceuta. Ese mismo año, una Rosalía cuya figura ya estaba alcanzando desorbitantes niveles de popularidad, cerró su paso por Córdoba a cambio de 218.000 euros. En la actualidad, se estima que cerrar la presencia de ambos artistas exige un pago de 340.000 y 500.000 euros, respectivamente, de modo que su paso por conciertos gratuitos de financiación municipal parece ya cosa del pasado. Alejandro Sanz tampoco se prodiga en dicho circuito, pero su precio de referencia se estima en torno a los 260.000 euros.
Manu Carrasco sí estuvo más activo en este tipo de actuaciones gratuitas, facturando por ejemplo 35.000 euros por su actuación en Marbella, pero su creciente popularidad le ha permitido dar el paso al circuito de los conciertos de pago, donde cierra el grueso de sus actuaciones. David Bisbal está en una situación similar, aunque en 2020 pasó por Oviedo a cambio de 46.000 euros.
¿Y qué hay del más internacional de los cantantes españoles, Julio Iglesias? Por lo general, sus conciertos en España se han programado de forma enteramente privada, pero en 2012 hubo una excepción que nos permite saber cuál es su caché, puesto que el ayuntamiento de Gandía cerró al intérprete de Quijote o Hey a cambio de 260.000 euros que, eso sí, se recuperaron con creces merced a la venta de entradas.
