El Consejo de Gobierno aprueba este miércoles el Proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad de Madrid del año 2023 con una cifra global de 25.738 millones de euros, un 11,7% más que el año anterior. Y, frente a los Presupuestos nacionales de Pedro Sánchez, que destinan 1 de cada 10 euros a Sanidad y Educación, los de Madrid concentran casi 9 de cada 10 euros en políticas sociales y, en concreto, en estas materias. Y la clave es, precisamente, la recaudación extra obtenida gracias a las rebajas de impuestos. Ya que la punta de recaudación lograda por la atracción de rentas y generación de riqueza gracias a los menores impuestos ha permitido un esfuerzo social récord.
La subidas de las partidas sociales asciende a 2.700 millones de euros. Estas cuentas de Díaz Ayuso suponen batir récord histórico de la Comunidad de Madrid de inversión en Sanidad y Educación.
Sanidad administrará, en concreto, el 38% del importe total del presupuesto regional, con 9.789,6 millones, y un incremento del 11,4% respecto a 2022: su partida crece, de este modo, en 1.000 millones enfocados, principalmente a la Atención Primaria y la reducción de las listas de espera.
Por su parte, el departamento de Educación gestionará 6.279,9 millones, un 9,1% más que en el anterior ejercicio presupuestario, lo que le permitirá aumentar las plazas públicas, las becas y las ayudas a comedor de los alumnos en plena crisis, así como la mejora salarial de los docentes.
En el área de Familia, Juventud y Política Social se aumenta el presupuesto un 11,8% respecto a 2022, hasta llegar a los 2.450,6 millones, con 150 millones más destinados a las residencias de mayores y otros 24 millones para el Plan de Natalidad.
Contemplan las rebajas de impuestos
Los Presupuestos de 2023 contemplan asimismo las últimas rebajas de impuestos aprobadas por el Gobierno regional, como la deflactación del IRPF que tendrá efecto en la próxima declaración de la renta o la ampliación hasta el 25% de la bonificación del impuesto de Sucesiones y Donaciones para hermanos y tíos y sobrinos.
Y es que Isabel Díaz Ayuso ha decidido adelantar a este año 2022 la deflactación de la tarifa autonómica del IRPF y que así surta efectos en la declaración de la renta de los madrileños del próximo año –la que recoge los ingresos del presente ejercicio–.
El objetivo de este adelanto –estaba previsto inicialmente que entrara en vigor en 2023– pasa por el hecho de que las familias "puedan disponer de mayores recursos con los que hacer frente a la alta inflación y la subida de precios de la energía, carburantes o alimentos", según explicó la presidenta madrileña hace semanas durante su intervención en la primera jornada del debate sobre el estado de la región.
Adelanto de la deflactación
La deflactación pretende que los madrileños sigan pagando lo mismo en concepto de IRPF pese a la inflación. Lo que quiere decir que evita que paguen más Impuesto de la Renta por culpa del auge de los precios. Esta medida, de hecho se le ha solicitado a Pedro Sánchez en infinidad de ocasiones y se ha negado en otras tantas a adoptarla. El resultado es visible en el sistema recaudador español: solamente hasta julio, los españoles han pagado 26.000 millones más en impuestos por culpa, principalmente de la inflación y de la decisión del Gobierno de no deflactar el IRPF o rebajar los impuestos al consumo –como el IVA– para compensar el aumento de las bases imponibles por culpa del encarecimiento de los precios.
Por ello, también va a adaptarse al IPC el mínimo personal y familiar del IRPF de lo madrileños, que es la parte de la renta por la que no se tributa al destinarse a satisfacer las necesidades básicas personales y familiares. De esta manera, se elevará el tope de este tramo "para que las familias no acaben pagando una cuota superior a la de su capacidad económica", tal y como explica la Comunidad de Madrid.