El sindicato AMYTS y otros organismos de izquierda están impulsando todo tipo de acciones de protesta contra el modelo sanitario de la Comunidad de Madrid. PSOE y Podemos se han sumado con entusiasmo a la campaña. No es novedad, puesto que el sistema liberal que diseñó el PP hace ahora veinticinco años ha sido objeto de numerosas campañas por parte de la izquierda política y mediática. Sin embargo, el recorrido de estas campañas ha sido muy limitado, como muestran las amplias mayorías que ha venido consiguiendo la derecha en las elecciones autonómicas del último cuarto de siglo.
En mi libro Liberalismo a la madrileña pongo de manifiesto el sinsentido de acusar al PP de desmantelar la sanidad pública de la región, cuando lo único que ha hecho es reforzarla. El siguiente cuadro, tomado del capítulo que habla específicamente del modelo de salud, resume el crecimiento de la dotación del sistema a partir de numerosos indicadores.
Conviene recordar, por otro lado, que la etapa de gestión del PSOE (1982-1995) se saldó con el cierre de seis hospitales. De modo que los ataques contra el manejo del PP que han sufrido los gobiernos de Esperanza Aguirre o Isabel Díaz Ayuso se antojan más bien como campañas políticas que buscan minar la popularidad del modelo liberal, pero no hunden sus raíces en argumentos serios y objetivos.
Así las cosas, veamos por qué las protestas contra el sistema carecen de fundamentos sólidos y, por tanto, deben interpretarse como la enésima campaña de agitación de la izquierda contra el modelo madrileño.
Plantilla
En el sistema sanitario madrileño (SERMAS) hay 77.023 profesionales y 5.984 residentes. A esta cifra hay que sumarle los 9.000 trabajadores de la red de hospitales públicos de gestión privada. Esto significa que, en total, el número de trabajadores del sistema asciende a 92.000 personas. En comparación con los datos previos a la pandemia, hay 5.000 trabajadores más, entre ellos 1.000 médicos más, 1.700 enfermeras más y 482 residentes más.
La falta de profesionales en Atención Primaria es el principal problema al que se enfrenta Madrid, pero este problema es común a toda España y se explica por dos razones: (1) la migración a países más ricos para ejercer tal profesión y (2) la falta de acción del gobierno central a la hora de rediseñar los planes formativos. En lo primero, Madrid sufre un éxodo menos intenso porque se ha convertido en la región más rica de España; en lo segundo, el Ejecutivo regional lleva dos años pidiendo a Pedro Sánchez que haga algo al respecto, pero estos pedidos han quedado en nada.
Presupuesto
En los presupuestos de 2022 vemos que la partida dedicada a la Consejería de Sanidad asciende a 8.783 millones de euros. En comparación con 2019, esta cifra supone un aumento de 693 millones. Además, se ha puesto en marcha un plan para equiparar los salarios de los profesionales de Atención Primaria y el SUMMA con los facultativos de Atención Hospitalaria, partida a la que se dedicarán 85 millones de euros en 2022. A esto hay que sumarle las 571 nuevas plazas que se van a crear en el sistema.
Telemedicina
El despliegue de la telemedicina que se está desarrollando en otoño no es ninguna improvisación, sino que obedece a una apuesta por la digitalización alineada con las mejores prácticas internacionales. De hecho, entre enero y septiembre se han realizado 320.000 consultas no presenciales y, en promedio, cada día hay 4.000 madrileños beneficiándose de esta forma de atención. Conviene recordar que tales consultas incorporan la ayuda presencial del SUMMA cuando sea preciso explorar al paciente y que solo en el 0,5% de los casos ha sido necesario derivar a los pacientes al hospital para un tratamiento más directo.
Valoración de los pacientes
Las encuestas de satisfacción que se realizan entre los pacientes del servicio madrileño de salud muestran que el 74,6% de los madrileños que acuden a la Atención Primaria dicen tener facilidad para conseguir cita con los profesionales sanitarios y un 76,1% considera que los horarios son flexibles. La evaluación de los profesionales (médicos, enfermeros, administrativos…) se mueve entre el 80% y el 90%. El grado global de satisfacción también oscila entre dichos porcentajes, siendo la nota promedio de los centros de salud y sus servicios de un 89,2%.
Listas de espera
Los tiempos de espera en Atención Primaria suelen ser reducidos y se mueven en el entorno de los 2-3 días. La libertad de elegir centro de salud, médico de referencia u hospital es ejercida cada año por más de 500.000 usuarios del sistema, lo que permite reducir más aún los tiempos de espera. Durante el último año, las listas de espera se han reducido un 17%, hasta situarse un 40% por debajo de la media nacional.
Eficiencia
La gestión del sistema sanitario madrileño se caracteriza también por la continua búsqueda de eficiencia. Un tercio de la red hospitalaria es de gestión privada, lo que abarata el coste alrededor de un 25%. Asimismo, las facilidades ofrecidas a la sanidad privada han hecho que los seguros avancen con fuerza en la región, contribuyendo a reducir la congestión de la red pública. A esto hay que sumarle otros factores como la mayor densidad de población o la menor edad de la población, amén de unos indicadores de esperanza de vida que se sitúan a la cabeza de Europa. En términos per cápita, Madrid logra mejores resultados que el resto de comunidades autónomas con un gasto que está un 21% por debajo de la media nacional y un 42% por debajo de las cifras que se observan en regiones como Navarra.
Resultados
Seis hospitales públicos madrileños figuran entre los diez mejores de España, según el VIII Monitor de Reputación Sanitario. La encuesta mundial de salud de Newsweek también elige a diez hospitales públicos de la región entre los mejores del mundo por especialidades médicas y destaca a otros cinco por su capacidad tecnológica. Además, entre los mejores médicos internos residentes (MIR) de la promoción de 2022, el 41% escogió Madrid, cuyo peso demográfico es solo del 14% sobre el total de la población.