Menú

Sánchez encarga un plan de conexiones energéticas internacionales tras asumir el golpe de Francia al Midcat

El PSOE es consciente de que el gasoducto de hidrógeno "verde" con Italia no es una solución energética real.

El PSOE es consciente de que el gasoducto de hidrógeno "verde" con Italia no es una solución energética real.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. | Europa Press

Pedro Sánchez pidió a Alemania que le ayudará a mantener el proyecto de construcción del gasoducto Midcat. Lo hizo tras haber aparcado él mismo durante años ese mismo tubo porque su ministra afirmaba que era un "proyecto ruinoso". El presidente vendió luego a la opinión pública que Alemania le respaldaba. Francia bloqueó el Midcat sin ningún pudor. Sánchez afirmó entonces que no hacía falta ese tubo y que realmente era mejor un gasoducto de hidrógeno "verde" que conectase con Italia. Y el PSOE ha acabado encargando un plan de desarrollo de conexiones energéticas internacionales ante la evidencia de que el tubo para el hidrógeno no responde a ninguna solución energética real en estos momentos. Todo un sainete representativo del peso de España en las decisiones energéticas europeas y en las internacionales en general.

Veto de Ribera al gas

Corría el año 2019. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no veía venir ninguna crisis energética. Ni de las otras. Ella pensaba en verde. Y decidió que el gas natural era malo: que contaminaba mucho para las exigencias ecologistas ultra. Y eso que todo el modelo de garantía de suministro en España —por culpa del bombardero a la nuclear— se apoya precisamente en esa fuente de energía, el gas.

Pedro Sánchez la respaldó sin fisuras. Igual que la respalda ahora con una luz y gas disparados. Porque es su oráculo verde y Podemos también sueña en verde. De hecho, todos sus socios son muy verdes: como Bildu y ERC. Y las alianzas de poder son lo primero para Sánchez.

Y Ribera sentenció al Midcat: "Es un proyecto ruinoso", dijo la ministra. Su maravilloso cálculo llegó pese a ser esa la vía para exportar gas regasificado desde España, justo lo único en lo que somos una potencia mundial en materia energética.

La Guerra de Ucrania

Pero la realidad llamó a la puerta del Gobierno. La crisis energética larvada ya en España por culpa de prescindir de energías eficaces y necesarias explotó con el ataque de Rusia a Ucrania. Todo el mundo buscó gas y Sánchez había renunciado a traerlo licuado a España y venderlo regasificado. Porque para venderlo necesitas llevarlo. Y eso es justo lo que debía haber hecho el Midcat. Y Sánchez renunció a semejante mina de oro.

Entonces entraron las prisas: Sánchez quiso resucitar el gasoducto. Francia, que exporta electricidad nuclear, vio el inmenso negocio y negó el paso de ese tubo por su país. El Gobierno español llamó a la puerta de Alemania para buscar apoyos frente a Francia. Ribera llegó a asegurar que el canciller alemán, Olaf Scholz, respaldaba a España. Pero nada de nada: Francia hizo lo que quiso y Sánchez aseguró que casi era mejor un tubo con hidrógeno hasta Italia.

El último capítulo acaba de suceder: el PSOE encarga ahora un informe a prisa y corriendo para intentar construir conexiones energéticas con el exterior. A la vista de que, obviamente, necesitamos más que un tubo de hidrógeno.

Nuevas vías de transporte del gas

Pero todo vuelve a vestirse de verde: "Los objetivos de descarbonización de los sectores productivos de la Unión Europea están variando de un modo relevante la seguridad energética llevando a que las áreas de energía, medio ambiente, política exterior y seguridad presenten entre sí una dependencia indudable que ha llegado para quedarse. El cambio del arquetipo es un hecho", afirma el PSOE en su documento. Pero "la descarbonización no resulta una tarea exenta de cierto grado de dificultad, en algunos sectores más que en otros, pero también es evidente que la pertenencia de España a la Unión Europea o a la OTAN faculta cierto grado de amparo en lo que a la diversificación energética se refiere", señalan los socialistas.

Y, por eso, el partido de Sánchez cree que, ahora sí, no antes, "puede ser un momento importante en cuanto a oportunidades para nuestro país, y más en concreto sabiendo que Estados Unidos se ha convertido, debido a la invasión rusa de Ucrania, en el principal vector por su capacidad exportadora de gas licuado que España, gracias a su infraestructura dotada de plantas regasificadoras y a su óptima situación geográfica, estratégica podría asumir".

Por todo ello, el PSOE reclama ahora de su propio Gobierno "la apertura de nuevas vías de transporte de energía entre nuestro país y nuestros países vecinos". Justo a lo que hemos renunciado. Pero eso sí, deben ser vías en línea "con los objetivos de descarbonización, para mejorar y desarrollar el acceso a nuevas redes energéticas, contribuyendo de este modo a satisfacer la demanda energética de nuestros socios europeos". Pero todo muy verde.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios