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Escrivá se garantiza la calefacción: firma un contrato público de gas de 44.000 euros para su sede de despachos

El ministro de Seguridad Social habría solicitado un cambio de sede para poder trabajar sin los ojos atentos de Yolanda Díaz.

El ministro de Seguridad Social habría solicitado un cambio de sede para poder trabajar sin los ojos atentos de Yolanda Díaz.
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. | Archivo

Palacete y buena calefacción. El ministro José Luis Escrivá, el mismo que regula las pensiones y el mismo que hace más de un año decidió usar un palacete de la lujosa calle José Abascal de Madrid para su sede de despachos, ha firmado ahora un contrato de gas para garantizarse una correcta calefacción: 43.928,35€. Todo ello para una sede que antes se la ahorraban los contribuyentes españoles porque el Ministerio de Seguridad Social se encontraba junto al de Empleo. Pero Escrivá quería discreción y distancia frente a la ministra de Empleo, Yolanda Díaz. Y esa discreción es lujosa y bien climatizada.

La historia de la sede ministerial de José Abascal arrastra polémica. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, deseaba un "espacio de trabajo compartido con los miembros de su equipo". El espacio, por lo visto, necesitaba un lugar excepcional: un palacete de la madrileña y elitista calle de José Abascal. Y así fue acomodado ese "espacio de trabajo" en el número 39 de la mencionada calle José Abascal.

El coste del deseo fue de 1,93 millones de euros. En concreto, 1.938.944,92 euros: "Presupuesto final de las obras de acondicionamiento de espacio de trabajo en la planta 1 de la sede de José Abascal nº 39", tal y como reconoció el Gobierno hace año y medio.

La versión oficial del Gobierno afirmó entonces que "el titular del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones", pese al palacete, "tiene despacho en la sede Paseo de la Castellana 63". Es decir, que el nuevo "espacio de trabajo" se sumaba al complejo conocido como Nuevos Ministerios.

Y esa misma versión intenta esquivar la polémica asegurando que no se trataba de un megadespacho aislado de Yolanda Díaz, sino que era un "espacio de trabajo compartido con los miembros de su equipo".

Pero fuentes conocedoras de la motivación del cambio de sede destacan que la causa real fue esa: la petición de Escrivá de poder trabajar sin los ojos atentos de Yolanda Díaz. Y ahora, con el frío, pues hay que calentarlo. Con un contrato de gas de 43.928,35€. Porque la discreción requiere de climatización.

Irene Montero también necesita calefacción

Pero tampoco es esto una novedad en el Gobierno: Irene Montero y su grupo de amigas viajeras –a EEUU en Falcon– acaban de licitar otro contrato de gas por valor de 58.314,47 euros para su sede ministerial.

El dato figura igualmente en la Plataforma de la Contratación Pública. Y allí se detalla la licitación de un contrato de suministro de gas natural para la sede ministerial de Irene Montero: "El objeto del presente Pliego es determinar las condiciones técnicas que han de regir en la contratación del suministro de gas natural en el edificio del Ministerio de Igualdad, ubicado en la C/ Alcalá 37 de Madrid", señala el pliego.

El contrato, efectivamente, asciende a 58.314,47 euros "sin impuestos", con lo que el importe ofrecido, procedente de dinero público, es claramente superior. La duración es de un año y el contrato lo ha cerrado la Subsecretaría de Igualdad. El importe de la adjudicación final ha sido de 53.374,48 euros, pero, de nuevo, sin impuestos, con lo que el importe gastado finalmente será superior. La fecha de adjudicación ha sido el 29 de septiembre pasado.

¿Y quiénes son las personas beneficiadas? Se trata de la de "sede del Ministerio de Igualdad", como detalla el pliego. Y allí se encuentran, como puede leerse en la propia web del Departamento, la "ministra de Igualdad, Irene María Montero Gil", la "secretaría de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Martínez" y el "subsecretario de Igualdad, Ignacio Sola Barleycorn".

Pero allí se encuentra más gente y, en concreto, está todo el grupo de amigas que viajó con Irene Montero a la excursión de fin de curso a Estados Unidos pagada con fondos públicos y uso del Falcon.

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