Si cuentas con un dinero ahorrado que no tienes previsto emplear en un corto o medio plazo, puedes empezar a hacer planes para invertir ese dinero. Entre otras alternativas, puedes invertir en fondos de inversión. ¿Vamos a ello?
Es cierto que es una cuestión novedosa para muchos, pues es un terreno en el que no todos estamos curtidos y hay quien jamás se ha adentrado por estos lares. Pero si cuentas con dinero ahorrado, quizás sea hora de que te informes más sobre las posibilidades que te ofrece invertir en fondos de inversión.
Antes de tomar ninguna decisión, conviene que sepas que todas las entidades deben proporcionar a los clientes o potenciales clientes, entre otros datos, la información necesaria acerca de en qué valores invertirá el fondo y de los riesgos.
También debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de fondos de inversión y, por lo tanto, debemos valorar cuál de ellos se ajusta mejor a nuestras necesidades y perfil de riesgo. En cualquier caso, lo más aconsejable es apostar por la diversificación y combinar al menos dos tipos de ellos. Entre los más comunes, podemos citar los siguientes tipos de fondos de inversión:
• Fondos de renta fija: invierten la mayor parte de su patrimonio en deuda (privada o pública).
• Fondos de renta variable: invierten, principalmente, en activos de renta variable (las acciones son los valores más conocidos).
• Fondos mixtos: invierten tanto en renta fija como en renta variable.
• Fondos garantizados: aseguran que, como mínimo, en una determinada fecha futura, se conservará la totalidad o parte del capital que se invierte.
Sin duda, antes de lanzarnos a invertir en un fondo de inversión deberíamos formularnos una serie de preguntas cuya respuesta nos servirá para acertar. Nos referimos a las cuestiones que siguen:
• ¿Qué riesgo estás dispuesto a asumir?
• ¿Cuánto tiempo puedes mantener tu inversión?
• ¿Cuál es la rentabilidad que esperas conseguir?
• ¿Qué valores te parecen más relevantes?
Además, es muy importante que tengas en cuenta el horizonte de inversión; es decir, el plazo en el que estás dispuesto a invertir tu dinero, pues este aspecto afectará a las rentabilidades y a los riesgos. Tampoco hay que perder de vista que las comisiones de los fondos de inversión también varían de un producto a otro.
Por último, recuerda que el asesoramiento de un asesor financiero puede ser fundamental ya que estos profesionales están familiarizados con los sectores, países o valores que disponen de mayor potencial de crecimiento.