El sector del azulejo ha sido uno de los beneficiados por la lluvia de millones del último paquete anticrisis del Gobierno. El Ejecutivo aprobó este martes un total de 950 millones de euros en ayudas para empresas gasintensivas, entre las que se encuentra el sector cerámico: por un lado una línea de ayudas de 450 millones para compensar los precios del gas y por otro 500 millones en préstamos ICO.
Con el plan, dirigido no sólo a las azulejeras sino a todas las industrias que necesitan gas para funcionar, como las del papel, el vidrio, el hierro o el acero, buscan responder a las peticiones de un sector que lleva meses denunciando la asfixia a que les está llevando que el precio del gas se haya disparado.
En el caso del sector cerámico, afirman que los costes energéticos estarían poniendo en riesgo la viabilidad de las empresas, algo que le trasladaron al propio Sánchez en una reunión el pasado mes de noviembre. En el balance del año presentado hace unos días, la patronal, Ascer, señaló cómo habían registrado una caída en la exportación del 11%, un descenso en la producción del 15% y la pérdida de 400 puestos de trabajo.
En el encuentro, el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, avisó además de que las perspectivas para los próximos dos años eran malos en un contexto de altos precios de la energía y avisó de "repercusiones irreparables" si la situación se prolongaba. Desde el sector, reclaman además de ayudas directas, otras decisiones, como que el Gobierno permita romper los contratos del gas sin costes o que trabaje en la compra en origen del gas: "Buscar gas barato debería ser una obligación y un deber para toda la industria gasintensiva española", señaló.
¿Hay alternativas verdes?
El sector cerámico consume el 8% del gas industrial de toda España y desde la asociación estiman que la factura energética este año es cinco veces mayor que la de 2020, con un sobrecoste de 2.150 millones de euros. En el acto, avisaron de que, de momento, no hay alternativas, tampoco la del hidrógeno verde que Sánchez cita como una de las soluciones energéticas del futuro. Desde el sector, recuerdan a LM que sus fábricas necesitan "de una gran intensidad térmica" en la fase de cocción de sus procesos industriales "y a día de hoy sólo la podemos lograr mediante el uso de gas natural".
"No tenemos a corto plazo alternativas que permitan sustituirlo y reducir significativamente las emisiones", señalan, "mientras que la mayoría de las empresas tienen claro cómo obtener una electricidad 100% renovable, no ocurre lo mismo con la generación de energía térmica".
Afirman que las que se venden como las alternativas del futuro, gases renovables como el hidrógeno verde y el biometano, "están todavía en una fase embrionaria y no son viables en el corto-medio plazo" para su aplicación en el sector cerámico. Aunque en el sector trabajan ya en proyectos piloto como una planta de hidrógeno para detectar su viabilidad económica, y se trabaja en pruebas con hornos eléctricos, "no disponemos la tecnología a día de hoy que nos permita realizar el cambio del gas a otras fuentes de energía".
Las azulejeras no tendrían, pues, otra opción que el gas natural y ven un panorama sombrío en los próximos años. Sobre el hidrógeno verde, apuntan además el problema del coste: aunque la diferencia con el gas se está acortando porque los precios se están disparando, al hidrógeno habría que sumarle "la inversión necesaria en generación, procesado, almacenamiento y distribución" además de la "sustitución de toda la maquinaria que utilizamos en nuestros procesos".
Sobre otra posible alternativa, el biogás, destacan que su utilización podría ser más rápida puesto que no requeriría de adaptación tecnológica pero recuerdan que la producción a día de hoy es claramente insuficiente: "El objetivo marcado en la Hoja de Ruta del Biogás de una producción de 10,4 TWh a 2030 no alcanza ni el 3% de la demanda anual española de gas natural del año 2021. Solo nuestro sector consume anualmente 17TWh"