El Banco Central Europeo comenzó la fase de investigación del euro digital el pasado mes de octubre de 2021 con la intención de desplegar una divisa basada en el sistema blockchain – el que utilizan Bitcoin y otras criptomonedas – pero controlada por el organismo central. Ahora, el proyecto ha dado un paso más realizando las primeras pruebas piloto en España, y en otros países de la Zona Euro.
Así las cosas, el Banco de España, entre otros organismos centrales, ha sido designado para estudiar las posibles implementaciones de esta moneda. Concretamente, para testar esta apuesta monetaria, el BCE y el BdE han contactado con la Fintech española Monei, que a través de su criptomoneda EURM hará las pruebas necesarias para desplegar las utilidades de ese euro digital. El objetivo no es otro que ver las diferentes utilidades que puede tener, así como los desafíos técnicos que puede encontrar.
Así serán las pruebas
Mediante el mencionado token, EURM, todos los usuarios de Bizum de España podrán acceder a esta prueba que está realizando el BCE y el BdE. Para ello, bastará con registrarse, introducir el número de teléfono, verificar la identidad mediante un vídeo y empezar a usar esta versión demo.
"En la fase de pruebas, el usuario (particular) tan solo tiene que introducir su número de teléfono, cotejar su identidad mediante video identificación, y cargar el monedero con euros reales a través de Bizum. De forma automática, se crean tantos EURM como euros reales ha depositado el usuario y ya puede mandar EURM al resto de usuarios registrados", comentan desde Monei.
Además, en la Fintech explican también que los usuarios serán personas físicas, y podrán emitir 10 euros por participante. Así, el potencial número de usuarios del EURM en España, una vez finalizado con éxito el proyecto en el marco del espacio controlado de pruebas, es de casi 57 millones de usuarios al ser el total de líneas de telefonía móvil en nuestro país.
Los peligros del euro digital
La mayoría de bancos centrales del mundo están trabajando en las versiones digitales de sus monedas, llamadas CBDCs. Para los organismos, esta posibilidad es una gran apuesta para luchar contra el fraude fiscal, pero también es un riesgo para la privacidad de los usuarios. Con el euro digital, el BCE, entre otras funcionalidades, tendrá acceso a conocer todas y cada una de las transacciones que un usuarios ha realizado.