El cine español recibió 65 millones de euros en concepto de ayudas directas del gobierno de España que preside Pedro Sánchez. Esta cifra supone un incremento significativo en comparación con los 48 millones percibidos en 2019, antes del estallido de la pandemia. Sin embargo, el aumento del 35% en la dotación presupuestaria no se tradujo en una mejora de las cifras de taquilla.
Así, los datos a cierre de 2022 que ha divulgado el Ministerio de Cultura informan de una taquilla de 83 millones de euros, lo que supone una caída de 11 millones con respecto a los 94 millones ingresados durante el año 2019. Por tanto, aunque el gobierno elevó un 35% las ayudas, la venta de entradas se redujo en un 12%.
La situación del cine español contrasta con la de la tauromaquia. A pesar de que la Fiesta ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial, lo cierto es que las Administraciones Públicas le dedican un porcentaje residual de sus presupuestos culturales, con una asignación que apenas supone el 2,4% de estos desembolsos, valorados en su conjunto en 1.290 millones.
Pese a esta circunstancia, los festejos taurinos generaron en 2019 una recaudación por venta de entradas cercana a los 345 millones de euros, cifra que no solo no se redujo en 2022, sino que aumentó hasta el entorno de los 400 millones. Por lo tanto, mientras el cine español experimentó una caída del 12% en su recaudación, la tauromaquia experimentó una subida del 14% en su facturación.
Si nos fijamos en el saldo fiscal de ambas disciplinas culturales, encontramos un diferencial muy acusado entre la recaudación por IVA derivada de una y otra rama de actividad. Así, mientras los toros dejan cerca de 40 millones en las arcas públicas por concepto de venta de entradas, los ingresos que genera el cine español por este mismo concepto se sitúan en el entorno de los 8 millones.
Dicho de otro modo, la aportación por IVA de los toros es cinco veces más alta que la del cine.