En la Calle Bordadores de Madrid se encuentra uno de los locales más especiales de Viena Capellanes porque conserva en su interior un antiguo aljibe de un viaje de agua histórico que daba servicio al Palacio Real. Antonio Lence, director general, y Ricardo Lence, director de desarrollo de la firma, han explicado la situación y la evolución de la empresa.
"Hemos sobrevivido a todos los cambios que ha sufrido nuestro mundo en estos 150 años", afirma Antonio Lence. Fundada en 1873, por Matías Lacasa, Viena Capellanes ha superado dos guerras mundiales, una guerra civil "que fue la más difícil de superar" y dos pandemias, la de la gripe española y la recién vivida de la covid.
Los inicios de la pastelería madrileña comenzaron con la comercialización de la primera barra de pan de Viena. "A partir de este primer producto, y de esta primera tahona en Misericordia con Capellanes, el crecimiento y la consolidación de la empresa se ha basado en la calidad, en la innovación de los productos, así como en una esmerada y personalizada atención", afirma Antonio Lence
La empresa sigue luchando por recuperarse de la pandemia aunque no han conseguido alcanzar los datos de ventas anteriores a 2019. Sin el cierre definitivo del ejercicio 2022, Antonio Lence ha afirmado que "hemos recuperado sobre el año anterior un 39% pero seguimos un 30% por debajo de antes de la pandemia". A su vez, Ricardo Lence ha anunciado que Viena Capellanes facturó una "cifra consolidada de unos 20 millones de euros".
En la actualidad, Viena Capellanes cuenta con 25 establecimientos en Madrid, un obrador central en Alcorcón, casi 40 Corners Viena en distintas empresas, una escuela de Cocina Viena Capellanes y una suma de más de 450 empleados. "Lo más importante en lo que se basa nuestro éxito son las personas", ha confesado Ricardo Lence.
"Somos el mayor storytelling del mundo"
Viena Capellanes estuvo ligada durante su primera etapa a la familia Baroja, a finales del siglo XIX. Fue regentada por el propio escritor Pío Baroja y su hermano Ricardo, sobrinos del fundador. En la primera década del siglo XX fue adquirida por Manuel Lence y, desde entonces, se ha mantenido bajo la dirección de esta familia, que ya cuenta con cuatro generaciones.
"Nuestra empresa está asociada al mundo cultural. Cuando se dice que Pío Baroja fue pastelero es que fue dueño de Viena Capellanes, porque de harina parece que se manchó poco", ha destacado, entre risas, Antonio Lence.
"La vinculación con los Baroja para nosotros es un orgullo y siempre nos dan apoyo", ha añadido el director general de Viena Capellanes.
"O te adaptas o te comen"
La constante preocupación de las empresas es adaptarse a los tiempos y Antonio Lence ha asegurado que se han "modernizado en muchas cosas" y que "Viena es una empresa que se mantiene activa y atenta".
"Son tiempos complicados pero con mucha ilusión, mucho ánimo y mucha experiencia, luchamos por seguir adelante", ha recalcado Antonio Lence.
Para celebrar el 150 aniversario, Viena Capellanes ha realizado ediciones limitadas de productos, así como nuevos platos y productos reinventados. "Estamos intentando sacar nuevos productos que sean reinterpretaciones de los originales", ha asegurado Ricardo Lence, quien explica que van a incluir el pan de Viena como "uno de los elementos más significativos en la introducción de productos tradicionales". De todo ello, se encarga el maestro pastelero de Viena Capellanes, Paco Somoza, que es quien les "permite estar en la vanguardia".
En su celebración de 150 años de historia, Viena Capellanes también ha producido un documental de 12 capítulos "contando las fases de la historia", titulado "Una historia con mucha miga".
Además, en su proceso de reinventarse han sacado una aplicación propia para pedidos delivery que cuenta con una tarjeta de fidelización y ya posee 40.000 usuarios. Y, a su vez, siguen apostando por el producto de encargo que según explica Ricardo Lence "es de lo más atractivo que hay en el mercado".
El golpe de la pandemia
La pandemia que asoló el mundo desde 2019 afectó en grandes dimensiones a Viena Capellanes con 450 personas en el erte y muchas facturas por pagar. "El golpe de la pandemia nos ha supuesto fundirnos los ahorros de 20 años de trabajo", ha asegurado Ricardo Lence, quien hizo hincapié en que era un mensaje de esperanza tras la pandemia.
A pesar de ello, desde la empresa intentaron llevarlo lo mejor posible, sobre todo Antonio, quien, tal y como explica su primo, "durante la pandemia le mandaba un vídeo semanalmente a los empleados para contarles lo que estábamos haciendo y así animar a la gente". Según cuenta Ricardo "en un momento en el que me tiraba de los pelos para ver cómo pagábamos todo, Antonio creó una sensación de pertenencia importante".
"Hay mucha gente que lleva trabajando con nosotros toda su vida y eso también es una responsabilidad para nosotros", ha asegurado Antonio Lence reviviendo las preocupaciones de Viena Capellanes durante la pandemia.