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La reforma de pensiones de Escrivá esconde un mazazo de 12.000 millones a empresas y trabajadores

La Airef alerta de que la reforma de pensiones de Escrivá aumentará todavía más el agujero del Estado a pesar de la subida de cotizaciones.

La Airef alerta de que la reforma de pensiones de Escrivá aumentará todavía más el agujero del Estado a pesar de la subida de cotizaciones.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá | EFE

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) tumba la reforma de las pensiones de su expresidente y actual ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Este viernes, la AIReF ha publicado un informe titulado "Opinión sobre la sostenibilidad de las Administraciones Públicas a largo plazo: la incidencia de la demografía" en el que deja en evidencia el agujero en el sistema que va a provocar el plan de Escrivá cuando su supuesto objetivo es el de equilibrar las cuentas.

Si a la crisis demográfica que sufre España -debido al aumento de la esperanza de vida y a las bajas tasas de natalidad- le sumamos que el ministro socialista ha elaborado una reforma en la que no contempla ni una sola reducción del gasto y sólo opta por subir los impuestos estamos ante una auténtica bomba de relojería.

Como ya hemos publicado en Libre Mercado, a través de varios golpes fiscales, la reforma de Escrivá se va ensañar con los trabajadores que más ganan, pero también va a elevar la fiscalidad del 100% de los empleados y autónomos. Estamos hablando de más de 20 millones de trabajadores afectados más sus respectivas empresas, que también tendrán que pagar más cotizaciones.

Las "subidas de impuestos" una a una

Así, la norma de Escrivá "introduce modificaciones en el cómputo de la pensión de entrada, establece la cuasi-congelación de la pensión máxima hasta 2050 e introduce medidas para reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones mediante incrementos de las cotizaciones sociales, lo que supondrá un aumento de los impuestos al trabajo en España" recuerda la Airef. Según sus cálculos, al final del periodo transitorio de cada medida, la reforma supondrá 0,9 puntos de PIB de impuestos adicionales, es decir, unos 12.000 millones tomando la cifra del producto interior bruto de 2022. Esos 12.000 millones provienen de:

  • Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI): que consiste en un aumento de las cotizaciones sociales de 1,2 puntos para todos los niveles salariales, supondrá un aumento de la recaudación de 4 décimas de PIB.
  • El incremento de las bases máximas de cotización: generará ingresos al sistema por otras 4 décimas de PIB.
  • La cuota de solidaridad (cotización de entre 5,5% y el 7% a las rentas que excedan la base máxima de cotización) aumentará los impuestos al trabajo en 1 décima.

Adicionalmente, la AIReF estima que el impacto de la reforma al sistema de cotizaciones del régimen de autónomos tendrá un impacto de 5 décimas de PIB una vez finalice el periodo transitorio. Es decir, el sablazo a los autónomos será de 6.666 millones.

Los impuestos no lograrán compensar el gasto

Sin embargo, a pesar de este sablazo fiscal, Escrivá plantea aumentos del gasto superiores en su reforma debido a la revalorización de las pensiones al IPC, a incrementar todavía más las pensiones mínimas o a reforzar "el complemento de género". Ante este descalabro, la Airef se suma a la lista de organismos y casas de análisis que no han tardado en anticipar sobre sus nefastas consecuencias.

Según la Airef, el gasto en pensiones empezaría a acelerarse especialmente a partir de 2035, alcanzando un máximo en 2049 de 14,8% del PIB para las pensiones del sistema de Seguridad Social y del 16,3% incluyendo pensiones no contributivas y de clases pasivas. Posteriormente, una vez se atenúen las presiones del envejecimiento, el gasto descendería hasta situarse en 2070 en el 13,4% y el 13,9% respectivamente. Esta situación supondrá un incremento del déficit de 1,1 puntos de PIB en 2050 y de un punto en 2070.

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El problema demográfico

Para analizar esta debacle, la Airef plantea un el escenario base en el que la población en España alcanzará 50,3 millones de habitantes en 2050 y 52,1 millones en 2070. "Este aumento de la población se debe principalmente al dinamismo de la migración, con un flujo promedio de entradas netas anuales en torno a 235.000 personas entre 2020 y 2050 y de casi 339.000 personas en el periodo 2051-2070" señala el informe. "La migración desempeña así un papel crucial y mitiga los efectos del crecimiento vegetativo negativo" añade.

"El envejecimiento de las cohortes de población nacidas en los años sesenta y mediados de los setenta en España, las reducidas tasas de fecundidad de las últimas décadas y el aumento de la longevidad provocan una profunda transformación de la estructura por edades de la población, con un descenso del peso relativo de la población en edad de trabajar desde finales de esta década -con cierto retraso respecto a lo observado en otras economías. En este contexto, la tasa de dependencia se situaría en el 51,4% y el 45,9% en 2050 y 2070, respectivamente, frente al 26,6% actual" plantea la Airef.

A partir de unos escenarios demográfico y macroeconómicos concretos, la AIReF construye un escenario fiscal en el que arroja un déficit creciente desde 2026 hasta un máximo del 8,1% del PIB en 2055, para reducirse posteriormente hasta el 7% en 2070. Esta dinámica viene explicada principalmente por la presión sobre el gasto del envejecimiento a la que se unen unos gastos por intereses crecientes a medida que se incrementan los niveles de deuda. La deuda seguiría una senda ascendente durante todo el periodo hasta alcanzar un máximo de 186% del PIB en 2070.

Los ingresos aumentarían su peso sobre el PIB en ausencia de ciclos económicos en la proyección hasta alcanzar el 44,7% en 2050 y el 45,6% en 2070, desde el 43,5% en 2021. Los gastos crecerían hasta alcanzar un máximo del 53% del PIB en 2058 y posteriormente se estabilizarían descendiendo hasta el 52,6% en 2070. En primer lugar, esta evolución reflejaría la presión derivada del proceso de envejecimiento que se plasma no sólo en el gasto en pensiones, sino también en el gasto en sanidad, educación y cuidados de larga duración. En segundo lugar, las dinámicas de acumulación de deuda junto con el incremento de los tipos de interés irían elevando también el peso de los gastos en intereses hasta alcanzar el 6,9% del PIB en 2070.

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