Bruselas allana el camino hacia la erradicación de los vehículos con motor de combustión. Así, junto a la aprobación, ayer martes, del reglamento que veta definitivamente su comercialización desde el año 2035, la Unión Europea ha pactado la instalación masiva y obligatoria de cargadores eléctricos en las carreteras comunitarias.
De esta forma, las autoridades europeas no quieren dejar cabos sueltos en el obligado cambio de modelo en la movilidad europea y, pese a que finalmente se permitirá la venta de vehículos que utilicen combustibles neutros en carbono, la UE seguirá apostando casi todo a lo eléctrico.
Así, el Consejo y del Parlamento Europeo alcanzaron ayer martes un acuerdo provisional para ampliar la infraestructura de recarga, que implicará –ya para 2026– un despliegue de estaciones de carga de vehículos eléctricos cada 60 kilómetros, como mínimo. Para esta fecha, dichas estaciones deberán contar con una potencia de 400 kilovatios (kW) para 2026, que deberá ser incrementada a 600 kW para 2028.
Solo se aplicarán excepciones a las regiones ultraperiféricas, las islas y las carreteras con muy poco tráfico.
El acuerdo, además, establece objetivos nacionales mínimos de obligado cumplimiento para el despliegue de combustibles alternativos. Todo ello, con el objeto de lograr reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030, dentro de la Unión Europea.
Por otro lado, el texto establece la obligación de tener una estación de carga cada 120 kilómetros para camiones y autobuses, si bien estas deberán estar disponibles para 2028 en la mitad de las principales carreteras de la UE, y contar con potencias de 1.400 kW a 2.800 kW, dependiendo de la ruta. Asimismo, las autoridades comunitarias acordaron el despliegue de estaciones de repostaje de hidrógeno a lo largo de la red básica de la Red Transeuropea de Transporte al menos cada 200 km para 2031.
Además, el transporte terrestre no será el único afectado, ya que los puertos marítimos que con cuenten con 50 o más escalas portuarias de grandes buques de pasajeros, o 100 escalas portuarias de buques portacontenedores, tendrán que proporcionar electricidad en puerto a dichos buques de aquí a 2030.