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Desokupa, en guerra contra los delincuentes de Majadahonda: "Volveremos"

Daniel Esteve reconoce a Libre Mercado su sorpresa ante la inacción de la Guardia Civil, que decidió no entrar en la propiedad pese a los incidentes.

Daniel Esteve reconoce a Libre Mercado su sorpresa ante la inacción de la Guardia Civil, que decidió no entrar en la propiedad pese a los incidentes.
Daniel Esteve, durante el desalojo en Majadahonda. | Desokupa

Robos, amenazas, vandalismo... Los vecinos de Majadahonda permanecen atemorizados ante la banda de okupas que lleva meses atrincherada en un edificio de viviendas de lujo en el municipio madrileño.

La situación, que viene alargándose por la lentitud de la Justicia y la inacción de las autoridades, dio un vuelco durante la noche de este martes al miércoles, cuando Desokupa inició una operación para devolver la propiedad a sus legítimos propietarios.

Daniel Esteve, al frente de la empresa de desocupaciones exprés, explica a Libre Mercado cómo llevaba dos semanas preparando el operativo: "Me reuní con Policía y Guardia Civil y nos dieron luz verde, ya que teníamos el control de acceso autorizado por seguridad privada", explica.

Las autoridades, asegura, le advirtieron de la peligrosidad de los moradores ilegítimos de las viviendas, indicándole que "son todos delincuentes" que tienen atemorizado al barrio y que acumulan más de 250 detenciones, muchas de ellas, por delitos graves como apuñalamientos o robos con fuerza. Además, le avisaron de que en el terrado del edificio tenían dispuesto todo tipo de material peligroso para ser utilizado contra quien osase entrar a expulsarles: "piedras, hierros, televisores..."

Ante estos avisos, Esteve al fin entra en el edificio con un equipo de 15 personas, entre los que se encontraban 11 profesionales de Desokupa, además de 4 vigilantes de seguridad y un perro. Y lo hace, recalca, sin fuerza, sin armas y sin romper nada.

En este sentido, Esteve señala el relato mediático que se ha creado con el fin de desprestigiar su labor, incluyendo versiones de los hechos por los que Desokupa habría utilizado medios violentos para entrar en la propiedad, lo cual, asegura, queda desacreditado ante "los vídeos que prueban la única versión" real.

Ya dentro del inmueble, y de madrugada, los desokupadores procedieron con su primer objetivo: soldar la puerta de la azotea donde se encontraba el material peligroso del que disponían los okupas. Una vez hecho esto, lograron liberar las 3 primeras viviendas, y fue en ese punto donde comenzaron los incidentes de los que tanto se ha hablado. Y es que los tres primeros moradores expulsados regresaron al inmueble con cuchillos y palos, y lo mismo hicieron 9 de los que aún ocupaban el edificio. Como resultado, el equipo de Desokupa se vio acorralado en el rellano: "Nos defendimos con las manos, como pudimos", señala Daniel Esteve, lamentando que uno de los vigilantes fue apuñalado en la mano.

Tras lograr salir, Esteve y sus compañeros tuvieron que esperar un cuarto de hora hasta la llegada de las fuerzas y cuerpos de seguridad, pasando la Guardia Civil a hacerse cargo de la situación. Pero ello no calmó a los okupas, que prosiguieron con sus amenazas y continuaron lanzando todo tipo de objetos y adoquines por los balcones, incluso a los periodistas que llegaron a cubrir el suceso. "A mí me pasó un adoquín del tamaño de una sandía a un centímetro de mi cabeza", recuerda el líder de Desokupa.

Y es en este punto donde Daniel Esteve se muestra más desencantado con la gestión de las fuerzas policiales, ya que no entiende "por qué la Guardia Civil no procede a tirar esa puerta y proceder a las detenciones" ante la comisión de diversos delitos o delitos flagrantes. "Amenazas de muerte, apuñalamiento con arma blanca, organización criminal, delito de daños, destrozo de mobiliario urbano, desacato a la autoridad...", enumera, sin lograr entender la inacción de las autoridades.

El plan B de Desokupa

Ante la calma tensa que ahora se respira en el número 6 de la calle Ciriaco García de Majadahonda, Desokupa traslada a Libre Mercado su plan para deshacerse de los ilegítimos ocupadores de la propiedad, que, de hecho, son los "colegas" del "vigilante marroquí" que se encaraba de la seguridad de la edificación y que "vendió por 400 euros las llaves". En primer lugar, explica que su empresa ha interpuesto una petición de desalojo inmediato con carácter cautelar, motivado por actividad criminal que desempeñan los okupas. La medida, solicitada este jueves a primera hora en el juzgado de guardia, está pendiente de la aceptación del juez, por lo que la decisión podría conocerse durante la tarde de hoy viernes. Por el momento, dicha decisión no se ha producido, lo obligaría a Desokupa a volver a intervenir en el edificio "más pronto que tarde".

Daniel Esteve reconoce que si el juez termina por firmar el desalojo sería la mejor de las soluciones, ya que las fuerzas y cuerpos de seguridad serían las encargadas de liberar la propiedad. Sin embargo, lanza un aviso: si la justicia no se pronuncia, "el próximo lunes anunciaremos cuándo volvemos al edificio", señala. Y recalca que Desokupa "va a volver", porque "no va a abandonar a los vecinos de Majadahonda" ni a desatender el servicio para el que han sido contratados. Además, señala la infinidad de mensajes de apoyo que su empresa está recibiendo por parte de los vecinos majariegos, así como de policías y guardiaciviles.

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