La vivienda está llamada a convertirse en la estrella de las políticas verdes europeas en el futuro: la UE se ha marcado como gran objetivo la rehabilitación de edificios para frenar las emisiones y mientras, otras estrategias empiezan a ganar terreno en algunos países europeos, donde ecologistas están denunciando la "huella" de carbono que supone escoger un tipo de edificaciones frente a otros.
Mientras que España destaca en el continente por su preferencia por los pisos frente a viviendas unifamiliares, la tendencia es la contraria en otros países como Irlanda o Francia. En Alemania, donde una vivienda con jardín es el sueño de muchas familias, los verdes llevan meses lanzando el mensaje de que es mucho más ecológico vivir en un bloque de pisos que construirse una vivienda propia y hay incluso ayuntamientos que están empezando a tomar medidas.
Es el caso, según explica un reportaje de la televisión pública alemana, de ciudades como Frankfurt, Nüremberg o Hamburgo, donde se están planteando poner coto a la construcción de nueva vivienda unifamiliar y frenar así la expansión en extensión de estas ciudades o Münster, donde dos tercios de sus viviendas son unifamiliares y que ya adoptó esta medida en primavera para la vivienda nueva.
"Tenemos que aceptar otras formas de vivir", dice una profesora de la universidad de Darmstadt partidaria de limitar el "consumo de tierra" y la preservación de los "grandes espacios" frente a la creciente urbanización del terreno. Los testimonios citados hacen hincapié también en los crecientes costes para hacer eficientes los nuevos edificios (y que en pocos años se harán obligatorios) y también el mayor impacto ambiental de construir de cero frente a la rehabilitación de vivienda ya existente.
El debate en cualquier caso no es nuevo y, en nombre del cambio climático, las posturas a favor de limitar las casas unifamiliares llevan años encontrando eco en el país en sintonía con las teorías de la "ciudad de los 15 minutos" y la necesidad de ahorrar espacio y recursos a pesar de que sea la opción predilecta para millones de europeos.