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Sangrante, injusto y arbitrario: ni la marcha atrás de Meloni maquilla el desastre de su impuesto a la banca

El impuesto a la banca que se saca de la manga el Gobierno de Meloni podría suponer entre 10% y el 20% del beneficio de las entidades italianas.

El impuesto a la banca que se saca de la manga el Gobierno de Meloni podría suponer entre 10% y el 20% del beneficio de las entidades italianas.
Giorgia Meloni y el presidente del país Sergio Mattarella, el pasado mes de marzo | República de Italia

El nuevo impuesto a la banca puesto en marcha por el Gobierno de Meloni y su corrección horas después para limitarlo al 0,1% de los activos de la banca, tiene problemas de aplicación, más allá de los éticos y técnicos.

Para empezar, condena a las entidades financieras italianas a competir en desigualdad de condiciones con el resto de entidades europeas, que no sufren el lastre de un impuesto extraordinario –a excepción de la banca española–. Además, se trata de un impuesto lo suficientemente arbitrario como para que dificulte tanto su aplicación como su propia configuración.

Dice el Gobierno de Meloni y Salvini, que se aplicará sobre los "beneficios extraordinarios" de la banca, que actualiza las hipotecas a tipo variable a sus clientes italianos, disparando las cuotas que éstos han de pagar por sus créditos. Igual que sucede en España, las autoridades transalpinas han decidido atajar este problema señalando a un culpable: la banca, y con un argumento tan facilón como erróneo: si cobran más es que se están forrando. Y no es así. Las entidades financieras obtienen sus beneficios debido a su capacidad de competir, gestionar sus recursos y lograr cuota de mercado. Por este motivo, el concepto de "beneficio extraordinario", resulta extraordinariamente arbitrario.

Pero, más allá de esto: ¿cómo determinar cuáles son los beneficios extraordinarios? ¿Aplicarán el impuesto sobre la mejora de beneficio del ejercicio 2023 frente al de 2022? Tendrán que contestar a estas preguntas.

Los tipos de interés suben para todos: para los clientes, pero también para los bancos y es que las entidades financieras, que comercian con el dinero, también tienen que pagar más por él. No en vano, esta semana, el tipo de interés interbancario en Italia estaba por encima del 3,65% (en la zona Euro es del 4,25%), y el tipo medio de las hipotecas estaba ligeramente por encima del 4%, lo que quiere decir que el margen de beneficio con el que trabajan, de media, es del 0,35%. ¿Dónde están los beneficios caídos del cielo?

Lo que sucede es que el regreso de la rentabilidad en tipos de interés por las políticas de los bancos centrales le han devuelto el valor al dinero, que de forma absolutamente anómala llevaba casi una década cerca del cero. Evidentemente, si la mercancía con la que trabajas gana valor, es más fácil obtener beneficios.

Una cuestión ética que podría plantear legítimamente la banca sería: si me vas a cobrar ahora un impuesto porque puedo obtener mejores beneficios, quiero que me compenses por los 10 años de pérdidas o beneficios famélicos. Pero es evidente que ni los bancos lo van a plantear ni el Gobierno lo estudiaría.

Eso sí, no es descartable que el sector se queje y trate de frenar esta iniciativa. En cualquier caso, desde Libre Mercado hemos tratado de hacer una estimación del impacto real viendo los resultados de algunas entidades italianas. El nuevo impuesto puede amenazar un porcentaje muy alto de los beneficios de los bancos italianos.

Un 17% de los beneficios de Intesa Sanpaolo

Si hacemos un pequeño esfuerzo por tratar de calcular el impacto que podría tener el impuesto en bancos italianos, podemos tomar algunos ejemplos. El primero, el de Intesa Sanpaolo, el banco más grande de Italia.

Repasando sus resultados semestrales, el primer semestre lo ha saldado con un beneficio de 4.222 millones de euros. Es un 80% más, que lo que registró en el mismo periodo del año anterior, en total 1.875 millones de euros más. Podríamos entender que el Gobierno de Meloni considere que esa incremento del beneficio de un año a otro sea el "beneficio extraordinario".

Sobre esta interpretaación, el 40% de ese beneficio extra respecto al año 2022, supondrían unos 750 millones de euros. Es decir, que el Gobierno italiano impondría en impuestos un 17% más sobre el beneficio total operativo del banco.

Ahora bien, al matizar la medida dijo que el límite al impuesto estaría en el 0,1% del total de los activos de la compañía. Pues bien, el último dato útil que podríamos utilizar de Intesa Sanpaolo para calcular el límite del impuesto es el dato de abril de 2023, cuando los activos de la entidad rozaban el billón de euros (955.175 millones). El 0,1% de esa cantidad son 955 millones. Si el impuesto a cobrar son 750 millones, queda todavía mucho para ese límite del 0,1% de los activos.

Un 10% del beneficio de Banca Generali

Veamos otro ejemplo de un banco del índice FTSE MIB, Banca Generali. Según los resultados del primer semestre de 2023, su beneficio operativo es de 264,9 millones de euros, frente a los 194,5 millones del mismo periodo del 2022, unos 70,4 millones de euros más.

Teniendo en cuenta la medida anunciada por el Ejecutivo italiano y la retórica que lo acompaña, no sería descabellado pensar que esos 70,4 millones de euros de mejora del beneficio operativo de la compañía sean esos "beneficios extraordinarios" que pretende gravar este nuevo impuesto. Por lo tanto, la hacienda italiana detraería el 40% de esos 70,4 millones en concepto del nuevo impuesto. Esto serían 28,16 millones, poco más del 10% del beneficio operativo de la compañía.

Sin embargo, ahora dice Meloni que limitará ese impuesto al 0,1% de los activos del banco. Pues bien, según los resultados semestrales aprobados por el Consejo de Administración de Banca Generali, a 30 de junio de 2023 los activos de la entidad ascendían a 88.250 millones de euros. El 1% de esos activos son 88,25 millones de euros.

Si el nuevo impuesto estuviera en vigor y detrajera los recursos semestralmente, Banca Generali tendría que entregar esos 28,16 millones de euros, ya que todavía está lejos de los 88,25 millones que tendría como límite según la norma anunciada por Meloni.

Un 10,8% del beneficio de Banco Mediolanum

Si tomamos otro ejemplo, como Banco Mediolanum, y estudiamos las cifras que refleja sobre el mismo el portal Investing.com vemos que su resultado atribuido a 30 de junio de 2023 es de 185 millones, frente a los 133 del tercer trimestre de 2022. Una mejora del beneficio de aproximadamente 50 millones de euros, lo que implicaría un cobro de impuestos de 20 millones, de nuevo algo más del 10% de los beneficios de la compañía.

El límite impuesto es del 0,1% del total de activos (76.152 millones a 30 de junio de 2023), lo que significaría un límite de 76,15 millones con lo que, de nuevo, cobraría el 100% del impuesto anunciado.

En definitiva, estos cálculos arrojan un expolio público de más del 10% de los beneficios de la banca. Incluso más en el caso de los bancos más grandes como Mediolanum, quedando el límite impuesto en agua de borrajas.

¿Quién terminará pagando la medida? Es de esperar que los de siempre: las entidades terminarán repercutiendo este incremento del coste en sus servicios.

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