Telefónica es una compañía de primer nivel, líder en el sector de las telecomunicaciones a nivel mundial, con especial presencia en Reino Unido, Alemania o Brasil, siendo, además, líder de facturación en España muy por delante del resto de operadoras.
En lo que llevamos de 2023, la compañía ha logrado ganar un 44.5% más, duplicando su objetivo de ingresos para 2023. Sin embargo, su cotización se encuentra en mínimos del último cuarto de siglo (descontando el periodo de la pandemia).
Esto dota a la compañía que comanda José María Álvarez-Pallete de un enorme atractivo en un momento en el que los mercados están tratando de buscar posiciones en sectores estratégicos muy relacionados con la tecnología.
En este caso ha sido la compañía saudí STC Group, quien ha movido ficha comprando una participación del 9,9% en Telefónica, SA, por un importe de 2.100 millones de euros. Una operación que ha sentado francamente bien a la compañía en su desempeño bursátil, escapándose casi en solitario durante este miércoles por la mañana en los mercados con avances superiores al 2% en medio de un indicador, el Ibex 35, de capa caída.
La inversión, que se ha realizado en dos tramos, uno del 4,9% de adquisición de acciones del capital de la compañía, y otro 5% tomado sobre instrumentos financieros que confieren una exposición económica sobre la compañía. Básicamente, obtiene derechos de voto corresponidentes a ese 5% mediante la liquidación física de los referidos instrumentos financieros. Cosa que sucederá en el momento en el que obtenga las autorizaciones regulatorias necesarias, según confiesa STC.
Y es que fuentes de la compañía saudí confirman que previamente necesitan la autorización del Gobierno sobre ese 5% adquirido a través de instrumentos financieros por tratarse Telefónica de una compañía proveedora del ministerio de Defensa en España. "No creo que tengamos ningún problema", insisten estas fuentes.
Pallete se enteró casi a la vez que los periodistas
Lo más llamativo de la operación, no es que los saudíes insistan en que se trata de una operación amistosa. Lo más llamativo es que STC se ha convertido en el primer accionista de la compañía española sin que ésta tuviera ninguna noticia previa. Fuentes de telefónica lo corroboran: "En la comunicación que emitimos a la CNMV lo decimos, que nos enteramos ayer, pero es que es cierto. Hasta ayer no teníamos noticia de la intención de STC", nos dicen fuentes de la operadora.