Las sorprendentes y millonarias cifras de compra-venta de las obras de Fernando Botero
Un vistazo a las abultadas transacciones que se cerraron en torno a las obras del artista de Medellín.
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El pintor, escultor y dibujante colombiano Fernando Botero falleció la pasada semana a los 91 años en Mónaco, donde residía desde hace décadas merced a la invitación que le ofreció el entonces Jefe de Estado del país, el recordado Príncipe Rainiero III. El artista nacido en Medellín, que quiso ser torero en su infancia y se entrenó para ello durante su adolescencia, deja como legado más de 300 obras autorizadas.
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"Hombre a caballo", su obra más cotizada
Sus originales creaciones siempre han seducido a coleccionistas e inversores especializados en la compra de obras de arte. La más costosa de todas sus piezas es la escultura “Hombre a caballo”, que se negoció en las dos casas de subastas más prestigiosas del mundo, Sotheby’s y Christie’s. Tras diez minutos de puja, “Hombre a caballo” se vendió por un total de 3,55 millones de dólares.
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Una revalorización del 32% anual
En 2016, esta misma escultura había sido negociada por 1,84 millones, lo que pone de manifiesto la continúa revalorización de sus creaciones. De hecho, si se comparan las valoraciones de ambas transacciones encontramos que el incremento observado fue del 193% en un sexenio, lo que se podría expresar como una subida anual del 32%.
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La compra del millonario saudí
Otra de las creaciones más codiciadas de Fernando Botero fue la escultura “Adán y Eva”. Aunque la versión original data de 1999, años después produjo una versión de mayor tamaño bajo encargo de Walid Juffali, un millonario coleccionista y empresario saudí. Llegado el año 2018, dicha escultura fue subastada en Bonhams por 2,9 millones de dólares.
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Su duo de pinturas "musicales", revendido décadas después
Algunas de sus pinturas han sido adquiridas y revendidas de manera conjunta, dentro de un mismo lote. Es el caso de “Los músicos” y “Los cuatro músicos”, dos piezas de finales de los años 70 que salieron nuevamente al mercado en mayo de 2006 y se subastaron por un total de 2,1 millones de dólares.
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El hecho de haber sido un artista tan prolífico le brindó a Botero la oportunidad de agrupar parte de sus creaciones y aumentar de esta forma el valor de tales subastas. En 2011, por ejemplo, diecinueve de sus piezas fueron incluidas en un lote comercializado por Sotheby’s por el que la puja máxima alcanzó los 7,4 millones de dólares. El interés por su obra se ha mantenido hasta el punto de que, este mismo año 2023, un simple boceto del artista fue subastado en su Colombia natal por casi 20.000 dólares.
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Una carrera aún más lucrativa por su residencia monaguesca
A raíz de su residencia en Mónaco, Botero pudo maximizar las ganancias que le reportó su exitosa trayectoria como artista. El Principado no aplica ningún tipo de Impuesto sobre la Renta. Además, los vehículos societarios con sede en el país que obtienen más del 75% de sus ganancias en el extranjero están exentos de pagar Impuesto de Sociedades.
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La gestión de un valioso legado
Según ha trascendido, Botero siguió muy activo en su estudio hasta sus últimos días, de modo que no sorprendería el hallazgo de numerosas creaciones sin estrenar. Tras su fallecimiento, se da por sentado que el valor de sus obras aumentará de forma lineal un 20-25%. Le corresponderá a sus herederos gestionar tal legado, de indudable valor artístico… y abultado valor económico.
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