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Luis F. Quintero trae una nueva lección urgente de economía para progres: la propuesta de Podemos para limitar las hipotecas a tipo variable.

¿Por qué es tan insultante la propuesta de Podemos de limitar las hipotecas?

Luis F. Quintero trae una nueva lección urgente de economía para progres: la propuesta de Podemos para limitar las hipotecas a tipo variable.

Dice en su currículum y en su cuenta de Twitter que es licenciado en Derecho, portavoz de Podemos y coordinador general del partido en Castilla y León. Se trata de Pablo Fernández, el portavoz del partido que fundaron Monedero y Pablo Iglesias, y que ahora funciona a regañadientes a las órdenes del Sumar de Yolanda Díaz.

Pues bien, Fernández, en una reciente intervención, criticaba duramente la decisión del BCE de elevar un cuarto de punto los tipos de interés hasta el 4,5%. Una decisión en línea con el paso marcado por la Reserva Federal Norteamericana y que persigue frenar la inflación que empobrece sin remedio a los ciudadanos europeos y, dentro de ellos, especialmente a los españoles, donde la pérdida de poder adquisitivo del ciudadano medio es más acusada.

Hablaba Fernández de la "lamentable decisión del BCE de subir los tipos de interés." Decía que "no soluciona las causas de la inflación y lo único que va a hacer es empobrecer a miles de familias españolas a costa de continuar enriqueciendo a los bancos". Y entonces fue cuando insistió en la gran propuesta que han encontrado en su partido: "Hay que recordar que desde Podemos llevamos muchos meses insistiendo en la urgente necesidad de poner un tope a las hipotecas de tipo variable, y mantenemos esta propuesta y creemos que es ineludible y urgente porque miles de familia se van a ver afectadas por esta medida del BCE, y van a estar asfixiada y por eso creemos urgente que se ponga ese tope".

Pero esta propuesta no demuestra sino la profunda ignorancia sobre el funcionamiento de la economía de mercado que muestra el señor Fernández y, por extensión, su grupo político. El clásico error que tiene que ver con la comprensión del fenómeno de la inflación.

Como ya hemos explicado en otras lecciones la inflación es un fenómeno monetario, que se produce de manera automática con la extensión de la masa monetaria por parte de los bancos centrales. Así pues, no se debe a la cruel avaricia de los empresarios que suben sin remedio los precios de sus productos para aplastar a los proletarios, como piensan en Podemos.

Además, la única manera de frenar la inflación es reduciendo masa monetaria ye so se consigue dándole valor al dinero, ergo, subiendo los tipos de interés. Y aquí viene el otro gran error de concepto. Si la inflación no se controla estableciendo límites al precio de los bienes y servicios, tampoco se consigue frenar el precio de las hipotecas estableciendo límites máximos a los tipos de interés de lsa hipotecas a tipo variable. Y es que Podemos parece desconocer que, por un lado, los límites a los precios de las cosas no hacen sino generar escasez y subidas vertiginosas de esos precios, como está sucediendo en el mercado intervenido del alquiler en España.

Por otro lado, que los bancos no suben las hipotecas para enriquecerse a costa de los pobre hipotecados, sino que la subida de tipos también encarece el dinero que capta la propia entidad y que necesita subir los tipos, entre otras cosas, para poder seguir rentabilizando esos productos y no venderlos a pérdidas.

¿Tope o cláusula techo?

Resulta, además, especialmente llamativo que Podemos hable de "establecer un tope" a los tipos de interés de las hipotecas a tipo variable. No sabemos si quería decir "techo" o que los bancos establezcan una "cláusula techo", como las que había en el mercado cuando el populismo judicial hizo que se retirasen las cláusulas suelo a mediados de la segunda década de los 2000 por considerarlas abusivas.

Entonces, y viniendo de épocas en las que los tipos de interés rozaban el 20%, las entidades financieras, desde finales de los 90 y durante la primera década y segunda de los 2000, concedían créditos hipotecarios a tipo de interés variable que oscilaban en una horquilla entre un límite máximo y uno mínimo de tipos. El mínimo, solía ser un poco más bajo que el tipo de interés de referencia al que se contrataba el crédito en el momento de la firma, y el máximo estaba alrededor del 10%., Es decir, que en un momento en el que el recuredo del cliente era el de las hipotecas cerca del 20%, el banco te ofrecía la posibilidad de contratar un producto con un mínimo y un máximo que permitiera al cliente valorar el nivel de riesgo sobre la cuota que estaba sufriendo.

La historia ya la conocemos: los tipos de interés se desplomaron y se han mantenido en el entorno del 0% o negativo durante años, lo que hizo que muchos clientes siguieran pagando sus hipotecas en los límites inferiores de sus hipotecas, viendo como el Euribor estaba en el 0 y su hipoteca en el 4% o en el 3%.

El contexto actual es distinto, no es de bajada de tipos, sino de subidas. ¿Hasta dónde van a subir? No sé si hay mucha gente que se atreva a predecirlo, pero laa historia está ahí para mirarla y hace 30 años se pagaban intereses por encima del 15% en la compra de hipotecas. ¿Sucederá lo mismo? ¿Quién puede decirlo? Lo único cierto es que, cuando se firmaron aquellas hipotecas con cláusulas techo y suelo, tenían sentido, pero cuando el cliente tenía que cumplir lo firmado, no quiso. Ahora sufrimos las consecuencias: los tipos suben sin límites superiores porque bajan sin límites inferiores.

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