Los funcionarios están de enhorabuena. El Gobierno ha aprobado este mes una subida del 0,5% en sus nóminas (que también se conoce como paguilla) para compensar el azote de la inflación, que sigue sin dar tregua.
Aunque el Gobierno se esfuerce en ocultarlo o le venga restando importancia al fenómeno inflacionario, la realidad es que el incremento de los precios continua causando estragos entre los ciudadanos entre los que se encuentran los funcionarios.
Así, para llevar a cabo esta nueva compensación a los funcionarios, el Gobierno cargará sobre los Presupuestos, es decir, sobre todos los contribuyentes, otros 791 millones de euros que se sumarán a los más de 150.000 millones de euros que ya gasta el Estado en sueldos públicos en un año.
Además, hay que tener en cuenta que el número de personas que cobran una nómina estatal no ha dejado de crecer. Desde que gobierna Sánchez, el incremento es más que notable: hay unos 400.000 funcionarios más. Ahora, con la nueva subida, los más de 3 millones y medio de trabajadores públicos que hay en España cobrarán unos 180 euros de media a cada uno.
Eso sí, esta subida de sueldo que van a ingresar los funcionarios no es la única. Ya a principios de año el Gobierno de PSOE y Podemos elevó los salarios de los trabajadores públicos en España un 2,5% y todavía podría subirlos otro 0,5% adicional dependiendo del resultado con el que termine el PIB en 2023.
Este tipo de compensaciones, con las que los políticos sacan bastante rédito electoral, tensarán todavía más las calamitosas cuentas del Estado y ensancharán una brecha de la que no se habla: las nóminas públicas son de media al mes casi 1.000 euros más abultadas que las privadas.