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Las políticas liberales que aplicaría María Corina Machado en Venezuela si lograse derrotar a Maduro en 2024

Tras vencer en las primarias, habla de "hacer de Venezuela un país de propietarios y una sociedad de emprendedores".

Tras vencer en las primarias, habla de "hacer de Venezuela un país de propietarios y una sociedad de emprendedores".
María Corina Machado liderará la oposición venezolana en las presidenciales de 2024. | Flickr/CC/CSIS: Center for Strategic & International Studies

Desde hace más de quince años, María Corina Machado ha jugado un papel clave en la oposición al régimen chavista venezolano. Firme defensora de las ideas y los principios liberales, ha defendido con lealtad a los distintos candidatos que han intentado articular una alternativa al régimen, caso de Henrique Capriles, Leopoldo López o Juan Guaidó. Ahora, será ella quien intente coronar el esperado cambio político.

Tal y como anticipaban los sondeos, la caraqueña se impuso con fuerza en las elecciones primarias celebradas el pasado 22 de octubre. Su candidatura viene respaldada por Vente Venezuela, el movimiento que creó en 2012 para defender "el capitalismo popular", que describe como "el modelo que pone en el centro al individuo y a la familia, en vez de al Estado". Su propuesta para el país hispanoamericano gira en torno a "hacer de Venezuela un país de propietarios y una sociedad de emprendedores".

Por descontado, el régimen hará todo lo posible para impedir su candidatura en las presidenciales de 2024. De hecho, el gobierno de Nicolás Maduro se ha asegurado de vetar la presencia de María Corina Machado en procesos electorales, procediendo a su inhabilitación y justificando semejante atropello por su apoyo a las sanciones que adoptó el gobierno de Estados Unidos contra la dictadura. Con todo, la oposición confía en que la presión internacional logrará evitar que su nombre se quede fuera de las papeletas.

La diáspora venezolana jugará un papel clave en las presidenciales. Hablamos de unos ocho millones de venezolanos que han tenido que abandonar su país por la ruina económica, la violencia generalizada y el colapso social que han dejado a su paso los nefastos mandatos de los tiranos socialistas Hugo Chávez y Nicolás Maduro.

María Corina Machado elaboró su propuesta económica de la mano de Sary Levy, Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas de Venezuela y autora del reconocido Índice Internacional de Derechos de Propiedad que en España publica el Instituto de Estudios Económicos. La impronta de Levy en la propuesta de la lideresa liberal es innegable, puesto que Machado ha hecho de la restauración de la propiedad privada el pilar de su propuesta económica.

También firman su documento estratégico Rafael de la Cruz y Gustavo García, que han ocupado diversos cargos en el organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo. Ambos han defendido la importancia de acabar con los impagos a los acreedores internacionales e impulsar medidas de estabilización de los precios. Por su parte, el ex ministro Carlos Blanco ha defendido la importancia de redimensionar el Estado y privatizar empresas públicas. También integran el equipo de la candidata el analista financiero Henkel García y el consultor empresarial Hugo Bravo.

"Venezuela no quiere más socialismo, ni controles. Queremos vivir bien; con dignidad, orden y justicia para poder desplegar toda nuestra energía creadora", defendió en un acto celebrado la pasada primavera que sirvió para presentar a sus asesores económicos. El mensaje central compartido por todos fue la insistencia en una "estabilización expansiva", término con el que se alude a la necesidad de acometer importantes ajustes en la política económica que están llamados a disparar el crecimiento.

Una de las propuestas económicas que ha venido defendiendo María Corina Machado es la de la necesidad de proceder a la privatización de la petrolera estatal PDVSA, un auténtico gigante cuyos ingresos anuales superan los 7.000 millones y cuyos activos están valorados en más de 87.000 millones, con una fuerza laboral de 140.000 trabajadores. La nefasta gestión de la empresa por parte del chavismo ha hecho que PDVSA se convierta en el caso más emblemático de corrupción e incompetencia del régimen.

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