El Gobierno ha normalizado la mentira como herramienta de acción política. Tanto que la encontramos también en la estadística. Mentira o maquillaje, lo cierto es que el Ejecutivo logra vender como éxito lo que los datos demuestran que es un fracaso. En Libre Mercado ya publicamos esta semana cómo el sanchismo está asfixiando a impuestos a la economía generando una importante pérdida de recaudación. En concreto el IVA ha caído un 22,1% y el IRPF un 3,8% según el informe de ejecución presupuestaria de septiembre.
Sin embargo, desde Hacienda el mensaje que se ha dado este mes de septiembre es eufórico: "Los ingresos homogéneos por el IRPF hasta septiembre crecen un 9,6%", dice el último informe publicado por el organismo encargado de recaudar impuestos. Pero no se queda ahí: "El incremento de los ingresos está siendo intenso", dice el propio informe y añade que "el principal componente del impuesto, el que impulsa la recaudación de esta figura y del conjunto de la recaudación, son las retenciones sobre los rendimientos del trabajo y de las actividades económicas".
A continuación detallamos los dos cuadros diferentes que emanan del mismo Ministerio. Uno de ellos es el informe elaborado por el personal de Hacienda y el otro por la Intervención General del Estado.
Datos ofrecidos por el Ministerio de Hacienda:
Datos ofrecidos por la Intervención General del Estado del mismo Ministerio para el mismo periodo:
En ambos cuadros queda negro sobre blanco que, aunque la recaudación de los distintos tipos de impuestos caiga, tal y como certifica el equipo de interventores del Estado, el Ejecutivo, para su comunicación a la población española utiliza un indicador que los interventores ni contemplan: los ingresos homogéneos.
Esto hace que donde la Intervención del Estado refleja una caída de recaudación por IRPF del 3,8%, el Ministerio de Hacienda coja los "ingresos homogéneos" para decir que tras cocinar ese dato, en realidad lo que ha sucedido es que la recaudación por IRPF ha crecido un 9%. Si nos fijamos en los datos totales de la intervención del Estado, la recaudación neta en 2023 fue de 39.700 millones de euros frente a los 41.300 millones de recaudación neta de 2022.
El impuesto de sociedades merece mención aparte, porque el propio cuadro de Hacienda reconoce una caída de los ingresos del 11,1% (la Intervención del Estado lo eleva al 11,7%), pero tras la cocina de los "ingresos homogéneos", se convierte en un avance de la recaudación por sociedades del 10,6%. Y sin embargo esta vez el propio cuadro de Hacienda muestra que los ingresos han mermado en términos cuantitativos pasando de 14.600 millones en 2022 a 12.800 en 2023.
Así, empleando estos ingresos venden como incrementos de recaudación lo que ya de facto supone una merma en los ingresos que reflejan un parón en la actividad. Una realidad que, por mucho que se empeñe en ocultar el Ejecutivo, ya reflejan otros macroindicadores como la pérdida de poder adquisitivo de los españoles, la caída del paro y de las horas trabajadas, así como del número de empresas, o los propios datos de crecimiento dopados vía inflación.
Preguntado Hacienda por esta divergencia entre los datos y el mensaje, Hacienda contesta a Libre Mercado: "Eso viene más que de ahora, de comienzos de año, que hubo devoluciones más fuertes de lo habitual. En homogéneo se ajustan los datos de una campaña tipo". Es decir, que si se ajustan los datos tomando en cuenta el fuerte incremento de recaudación registrado en 2022 (cuando por efecto de las subidas de impuestos unido a una inflación desbocada, permitió al Ejecutivo disparar la recaudación), como "campaña tipo", evidentemente los datos no pueden reflejar la caída de ingresos que, en realidad, están certificando.