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Calviño se burla de los españoles por la inflación: "Los salarios siguen ganando poder adquisitivo"

Con una sonrisa de oreja a oreja y como si se creyera lo que dice, Calviño ha dicho este miércoles que los españoles cada vez somos más ricos.

Con una sonrisa de oreja a oreja y como si se creyera lo que dice, Calviño ha dicho este miércoles que los españoles cada vez somos más ricos.
La vicepresidenta primera, Nadia Calviño | EFE

Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el indicador adelantado del IPC, donde se estima que terminará el mes de noviembre en el 3,2%, unas décimas menos que el mes anterior. Esto quiere decir, que los precios siguen subiendo, según el índice general a un ritmo del 3,2% interanual, que sumado al 6,8% interanual de noviembre del año pasado y al 5,5% de noviembre de 2021, significa que en los últimos tres años el indicador general de precios IPC acumula una subida del coste de la vida del 15,5%.

Si nos referimos a la inflación subyacente, la que establece que se calcula sin los elementos más volátiles de la economía, la energía y los alimentos no perecederos, la inflación subyacente está en el 4,5%, moderándose ligeramente respecto a la cota alcanzada en octubre. Sin embargo, en los últimos tres años, la subida acumulada es del 12,5%.

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Es decir que mientras la inflación continúa restando poder de compra a los salarios, éstos no suben. O al menos, en algunos cosas no suben con la misma intensidad con la que lo hacen los precios. De ahí que España sea uno de los países desarrollados donde más se están empobreciendo sus ciudadanos merced a la inflación o a decisiones del Ejecutivo como la no deflactación de la tarifa del IRPF, que consiste, sencillamente, en acompasar el pago de impuestos a la renta a los niveles de inflación que soporta la economía. Se puede decir que al no deflactarlo, mientras los salarios pierden poder de compra, el Gobierno dispara sus ingresos vía impuestos.

Es más, el poder adquisitivo de los españoles lleva cayendo desde 2019, mucho antes de que el fenómeno de la inflación apareciera en escena. El poder de compra de los españoles es hoy inferior al registrado en el año 2000.

Pues bien, dicho todo esto, la encargada de anunciar los datos de inflación de este miércoles ha sido la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, quien en un vídeo difundido a través de redes sociales se ha felicitado de lo que considera, son unos datos extraordinarios.

"El dato adelantado del IPC de noviembre es una muy buena noticia. La inflación general baja 3 décimas hasta el 3,2% ayudada por la electricidad, los carburantes y también los alimentos y la inflación subyacente sigue la senda descendente hasta el 4,5%, con ello los salarios siguen ganando poder adquisitivo y las empresas españolas competitividad, aumentando su cuota de mercado incluso en el complicado contexto internacional".

"Los salarios siguen ganando poder adquisitivo". Unas declaraciones que recuerdan a aquellas según las cuales las ministras Calviño y María Jesús Montero habían encontrado un supermercado en el que el precio de los alimentos en lugar de subir de manera indiscriminada, bajaba. Todo mentira. Ni siquiera el salario mínimo consigue aumentar su poder de compra por más que lo elevan, disparando los costes de contratación de las empresas. Y cabe recordar que por mucho que la ministra se empeñe en decir que la inflación baja, lo único que sucede es que sube un poco menos. Es decir, todo sigue cada vez más caro.

Que las empresas estén ganando cuota de mercado internacional, es otra falacia que se saca de la manga. Durante la legislatura de Sánchez se han disparado los concursos de acreedores, y la inflación y los impuestos, así como los impagos, mantienen a cientos de miles de empresas en situación crítica.

En definitiva. Unas declaraciones que quieren dibujar una realidad muy distinta a la que viven ciudadanos y empresas en España.

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