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Las cuatro verdades medioambientales que harían colapsar a cualquier ecologista

Cada vez cuidamos mejor el planeta gracias en parte al buen uso de la tecnología y a los métodos respetuosos con el medio ambiente.

Cada vez cuidamos mejor el planeta gracias en parte al buen uso de la tecnología y a los métodos respetuosos con el medio ambiente.
La activista ambiental, Greta Thunberg, en el primer día del juicio por las protestas en Londres | EFE

Desde hace varias décadas se nos viene alertando del calentamiento global del planeta como consecuencia de las elevadas emisiones de CO2 a la atmósfera, un problema que, si bien tiene su importancia, desde luego no ha de convertirse en el problema número uno de las naciones.

Durante este tiempo se ha creado una narrativa por la cual el planeta está ya al borde del colapso, que la tierra "no puede más" y que la naturaleza "ha dicho basta", siendo personajes como Greta Thunberg o Francisco Vera utilizados propagandísticamente para embaucar a la opinión pública. Estos movimientos han encontrado un lucrativo negocio con el ecologismo y tienen el apoyo de casi todo el "establishment", tanto político como económico. Sin embargo, a pesar de que se insista con la idea de que nos vamos a extinguir y que la vida, tal y como la conocemos, va a desaparecer, la realidad es que no estamos tan mal como parece, es más, en muchos aspectos estamos mejor que hace unas décadas. A continuación, vamos a mostrar cuatro hechos que lo corroboran.

1. La masa forestal ha aumentado un 7% desde 1982

Así es, y es que, desde principios de la década de 1980 hasta la actualidad la masa forestal en todo el planeta ha aumentado un 7,1%, habiéndose producido una ganancia en unas zonas y una pérdida en otras. Esto es lo que se desprende del estudio "Global land change from 1982 to 2016" del año 2018, donde se observa el cambio producido en el suelo en todo el planeta. No obstante, la mayoría de los cambios producidos se deben a la actividad humana (60%), a través de la reforestación o el mejor cuidado en unos lugares y también a través de los incendios provocados adrede o por negligencias. El 40% restante se debe a cuestiones relacionadas con el cambio climático.

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Si nos detenemos en el caso de España, vemos que la situación ha sido muchísimo mejor, ya que desde 1990 hasta la actualidad la masa forestal en nuestro país ha aumentado un 34%, pasando de un 27,8% de masa forestal a un 37,2%.

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Hay quien pudiera pensar, ¿y cómo es esto posible si cada vez hay más incendios y cada vez son más destructivos? Pues la realidad es que no es así, de hecho, tanto el número de incendios como la capacidad de destrucción de estos está en mínimos desde hace varias décadas, tal y como vamos a ver a continuación.

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En sendos gráficos podemos observar dos cosas: por un lado, vemos como el número de hectáreas quemadas en España con cada incendio cada vez son menores, siendo mucho más destructivos los incendios hace unas décadas, y por otro lado vemos como el número de incendios forestales se encuentra en su mínimo desde 1983, además de que la tendencia lleva en caída desde el año 2005. Estas son, sin duda, muy buenas noticias de cara a la preservación de nuestro ecosistema. En relación a esto, es importante recordar lo que expresó hace un año el Centro de Investigación Conjunta de la Comisión Europea, y es que el 96% de los incendios son provocados por la acción del hombre, ya sea por un mal cuidado de los terrenos o por ser provocados adrede, no por cuestiones relacionadas con la contaminación.

2. La calidad del aire es hoy también mejor

Así lo podemos ver en países como el nuestro, donde en 1998 la concentración de PM2,5 (unas partículas provocadas por la contaminación de automóviles, las fábricas, los camiones, etc.) era de 9,16 μg/m3(microgramos por metro cúbico), mientras que en 2021 fue de 7,54 μg/m3, según AQLI (Air Quality Life Index). Para que nos hagamos una idea, una concentración de 0 a 12 μg/m3 se considera que no tiene peligro o casi peligro para la salud, mientras que de 12 a 35,4 μg/m3 si se considera como un peligro para las personas más sensibles y de mayor riesgo. En países como Estados Unidos se ha pasado de una concentración de PM2,5 de 12,51 μg/m3 en 1998 a una de 7,84 μg/m3. En China, el país más contaminante, la situación también ha mejorado con respecto a 2011, su peor año, donde la concentración llegó a ser elevadísima. Se ha pasado de una concentración de 52,48 μg/m3, una cifra considerada como no saludable y dañina para la vida de las personas, hasta una concentración en 2021 de 30,2 μg/m3, la más baja desde 1998.

En los últimos 10 años la situación a nivel mundial ha mejorado también, ya que, si en el año 2011 la persona promedio habría ganado 2 años y 9 meses de vida si los valores estuvieran acorde a los niveles establecidos por la OMS, en 2021 habrían ganado 2 años y 3 meses, con lo que la calidad del aire ha mejorado en términos globales. Si miramos qué países son los que tienen peor calidad del aire no nos encontramos precisamente a países muy desarrollados, ahí podemos ver a Bangladesh, Pakistán, Nepal, la India, Mongolia, etc.

3. Cada vez mueren menos personas por desastres naturales

Esta es otra de las cuestiones en las que hemos mejorado sustancialmente en los últimos 100 años, y es que mientras en los años 20 del siglo pasado murieron más de medio millón de personas por año debido a desastres naturales, o más de 462.000 personas anualmente durante los años 30 del mismo siglo, en la década del 10 del siglo XXI la cifra se ha reducido a 45.300 personas fallecidas en promedio. Esto se debe en muy buena medida a los avances en la tecnología, que nos han permitido predecir cuándo se van a producir dichos desastres naturales y actuar para evitar el mayor número de muertes posibles, así como también de daños materiales.

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4. Hay más agua en los embalses que hace 30 años.

Este dato es muy llamativo y es que, mientras se alerta continuamente sobre las sequías, sobre el control a la población del agua consumida o utilizada, etc., la realidad es que los embalses españoles están hoy más llenos que hace tres décadas. Habiendo estado en el año 2023 al 51,26% de su capacidad, mientras que en 1993 estaban al 41,43%, es decir, diez puntos menos en comparación con la actualidad.

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En definitiva, se podría decir que hoy hay más masa forestal que hace 30 años tanto en España como en todo el mundo, que el aire que respiramos es más sano que hace 10 o 20 años, que cada vez mueren muchas menos personas por desastres naturales que hace 100 o 50 años, y que los embalses de agua están más llenos hoy que en la década de los 90 del siglo pasado.

Como ya decíamos antes, esto contrasta con la narrativa pesimista y catastrofista por la cual el planeta está dando ya sus últimos avisos antes de lo que sería el "apocalipsis climático". Lejos de esas teorías sin mucho fundamento, lo cierto es que cada vez cuidamos mejor el planeta gracias en parte al buen uso de la tecnología, y que seguiremos transitando hacia métodos y procesos más respetuosos con el medio ambiente, todo sin dejar de lado el progreso material que nos ha permitido sacar de la pobreza a tantos millones de personas en tiempo récord.

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