Pedro Sánchez ya ha participado en deliberaciones del Grupo de Puebla por medio de mensajes y comunicaciones plasmadas públicamente en sus boletines. Su socio de Gobierno, Sumar, acaba de presentar, además, un texto que puede suponer todo un desvío de fondos de cooperación con destino a los países del Grupo de Puebla. Y ese Grupo es la organización de apoyo y exportación del comunismo en la que se integran Cuba, Venezuela, Colombia, Brasil o Bolivia y, por parte española, José Luis Rodríguez Zapatero, Adriana Lastra o, como apoyo decidido en el ataque por el lawfare, Baltasar Garzón, o, como nuevo invitado, el propio Pedro Sánchez.
Y ahora, ya, se acaba de producir un nuevo movimiento que muestra la integración del PSOE en el Grupo de Puebla: el PSOE asume abiertamente el mando de este Grupo y cumple con el apoyo político y financiero exigido para sus líderes, en concreto, ahora, con el presidente de Guatemala. El Grupo de Puebla lanza un documento exigiendo apoyo al presidente de Guatemala y el PSOE responde dándolo.
El documento de Puebla señalaba que "Guatemala está viviendo un golpe de estado progresivo contra el presidente Bernardo Arévalo y la vicepresidenta Karin Herrera". Ese texto señalaba que "los miembros del Grupo de Puebla alertamos a la opinión pública internacional sobre el avance en Guatemala de un golpe de estado progresivo promovido por fuerzas oscuras que gobiernan el poder ejecutivo y dirigen parte del judicial".
"El Grupo de Puebla solicita al Consejo Latinoamericano para la Justicia y la Democracia (CLAJUD), entablar las acciones preventivas ante los organismos internacionales para que la democracia de Guatemala sea respetada y se evite la conjuración del golpe de estado en proceso de violarla". En ese consejo tiene un peso elevado Baltasar Garzón y el documento fue firmado, entre otros, "José Luis Rodríguez Zapatero, ex Presidente del Gobierno de España".
Y, dicho y hecho, el Grupo Parlamentario Socialista acaba de reclamar formalmente que se dé "amparo al proceso democrático en Guatemala, el reconocimiento del resultado electoral y al gobierno emanado del mismo" y "reforzar la cooperación española, a través del Marco de Asociación País (MAP), impulsando el fortalecimiento de las instituciones democráticas y de la sociedad civil, así como la realización de los derechos humanos a través de una vida libre de violencias. Paralelamente, continuar promoviendo la actividad desarrollada por la AECID sobre el terreno".
Hay que recordar que el Grupo Plurinacional Sumar "ha presentado igualmente y en los últimos días un texto que puede suponer todo un desvío de fondos de cooperación con destino a los países del Grupo de Puebla. El texto del partido de Yolanda Díaz pretende comprometer al Gobierno para no aceptar un Acuerdo de Asociación UE-Mercosur estrictamente comercial —lo que más puede desear ahora la Argentina de Javier Milei para salir a flote- y derivarlo a un acuerdo de cooperación política -lo que más pueden desear los países que no esperan elevar sus sistemas productivos sino vivir del envío de ayudas de cooperación—.
Y justo en Mercosur están los mayoría de los citados países. No se encuentra Cuba, pero mantiene unas relaciones muy buenas con todos los citados, con lo que podría beneficiar de forma indirecta de los fondos llegados.