Federico Fernández es director de la Fundación Internacional Bases y de la red Somos Innovación. Su figura es esencial en el campo del liberalismo, no solo en su país natal, Argentina, sino también en Europa, donde ha completado una larga trayectoria en instituciones como el Austrian Economics Center y el Hayek Institute o iniciativas como el Free Market Road Show.
Con motivo de su reciente visita a España, Libre Mercado se ha entrevistado con Federico Fernández para hablar de la situación política de su Argentina natal, donde las reformas introducidas por el nuevo presidente liberal, Javier Milei, están propiciando un verdadero cambio de paradigma político y económico.
¿Qué destacarías del arranque de gobierno de Milei?
Está haciendo un gran proceso de estabilización por el que se está llevando el aplauso del mundo. El histórico superávit presupuestario ha enviado una señal muy fuerte de que el gobierno quiere hacer las cosas bien. La clave está en que Milei siga dando pasos contundentes, para que las fuerzas que se resisten al cambio no puedan consolidar su contraofensiva reaccionaria.
¿Podrá mantener el apoyo popular de cara a las legislativas y, de esta forma, tener el parlamento consigo y poder sacar adelante todo lo que ahora le bloquea el peronismo?
Sí, Milei no solamente mantiene sus niveles de apoyo, sino que está viendo cómo su índice de aprobación va en aumento. Le favorece, además, el hecho de que la alternativa es nefasta. En clave regional, ¿Maduro o Milei? En clave argentina, ¿Cristina o Milei? La elección está muy clara. Además, creo que Milei es la persona adecuada, con el mensaje adecuado y en el momento adecuado. El único obstáculo que queda es un sector de la política que sigue obsesionado con mantener su poder y sus privilegios, pero ese paradigma se está viniendo abajo.
El apretón monetario está siendo muy intenso. ¿Podrá tumbar la inflación y avanzar hacia la dolarización?
Milei está siguiendo una política muy fuerte de estabilización macroeconómica, lo que necesariamente exige tomar medidas por el flanco monetario, donde el desastre que heredó es notable. La dolarización está más cerca de lo que muchos piensan, eso lo tengo claro, no es una idea que se lanzó para luego guardarla en un cajón.
¿Hay alternativa?
La alternativa no es otra que seguir en el paradigma de la monetización, los múltiples tipos de cambio, el cepo, la represión financiera… Si hay una lección histórica clave es que los políticos argentinos no pueden manejar la moneda sin resistirse a manipularla y devaluarla. ¿Podría explorarse una neo-convertibilidad, una fórmula intermedia? Sí, y probablemente funcionaría bien con Milei, pero el problema es que al llegar otro gobierno podría venirse abajo como pasó hace dos décadas… Por eso, la clave es la dolarización.
¿Qué me dice del ámbito fiscal?
La cuestión de la fiscalidad es de vital relevancia. Argentina es el infierno fiscal por antonomasia de América Latina. Las empresas necesitan un ejército de abogados y contables para cumplir el sinfín de normas tributarias en vigor, con más de 170 impuestos. Es un sistema completamente inviable. Desde ese punto de vista, la visión que estamos promoviendo es la de una reforma radical y revolucionaria, que ponga al ciudadano en el centro, que no lo trate como un súbdito sino que le ponga las cosas fáciles. La mejor forma de lograrlo es introduciendo un flat tax o impuesto de tarifa plana similar al que tiene Estonia. Milei tiene la oportunidad histórica de implementar esa reforma y, de esa manera, lanzar el crecimiento y disparar el atractivo fiscal del país.