La revisión de la directiva europea sobre envases y residuos de envases, recién pactada por el Consejo y el Parlamento, incluye decenas de artículos que buscan reducir la cantidad de paquetes a base de impulsar su reciclaje y de restringir su uso. Entre las medidas más llamativas está el coto al envasado de frutas y verduras, el fin de las muestras de hotel y las bolsas de kétchup o el regreso de las botellas retornables. Pero hay otras medidas llamativas entre las que están sobre la mesa en Bruselas:
- Prohibición del envasado superfluo y los envases medio vacíos: la UE impondrá que los envases se diseñen "de tal forma que se reduzca su volumen y su peso al mínimo necesario para garantizar su funcionalidad". El espacio vacío, añade, "deberá reducirse al mínimo necesario" y se considerará espacio vacío cualquier tipo de relleno, entre los que citan "recortes de papel, almohadillas de aire, plásticos de burbujas, planchas de gomaespuma, rellenos de espuma, virutas de madera, poliestireno expandido, chips de poliestireno". La empresa deberá aportar una documentación técnica con, entre otras cosas, la "identificación de los requisitos de diseño que impiden una mayor reducción del peso o volumen del envase". Mención aparte merece el transporte de grandes electrodomésticos: desde el 1 de enero de 2030, el 90% deberá ser transportado utilizando un empaquetado reutilizable.
- Prohibición de que los envíos vayan sólo medio llenos: el comercio electrónico también se verá afectado por esta medida. Bruselas también quiere poner coto a los paquetes que llegan medio vacíos. Estipula que "los agentes económicos" que suministran productos "a un distribuidor final o a un usuario final en envases colectivos, de transporte o de productos adquiridos a través del comercio electrónico" tendrán que asegurarse "de que la ratio de espacio vacío es del 40 % como máximo". También aquí se avisa de que contará como espacio vacío cualquier espacio que contenga "materiales de relleno".
- Fin de las maletas plastificadas: la notificación del acuerdo entre el Consejo Europeo y el Parlamento europeo, que tendrá que votarse en los próximos meses, pone sobre la mesa otras restricciones, entre las que cita el empaquetamiento mediante plástico de las maletas en los aeropuertos que muchos viajeros utilizan como medida de seguridad extra. También apuntan a la prohibición de "paquetes secundarios" en los productos de higiene y cosmética: ponen como ejemplo las cajas de pasta de dientes aunque excluyen los perfumes.
- Aún menos bolsas de plástico: la norma incluye la prohibición de las bolsas de plástico ultra ligeras, de menos de 15 micras, excepto las empleadas por razones de higiene, a partir de 2030, y plantea poner coto al resto. Estipula que los países miembro tendrán que tomar medidas para reducir el consumo de estas bolsas de manera que "el consumo anual por ciudadano no supere las 40 bolsas de plástico ligeras, o el equivalente en su peso, a partir del 31 de diciembre de 2025".
- Comida preparada y para llevar: en 2030, el 10% del envasado deberá ser reutilizable o rellenable. En 2040 el porcentaje ascenderá al 40 por ciento. Lo mismo ocurrirá con los dispensadores de café o refrescos en las cadenas de comida rápida: en 2030, el 20% de los envases deberán ser rellenables o reutilizables; en 2040 el porcentaje ascenderá al 80 por ciento. Además, las cadenas de comida rápida deberán ofrecer al consumidor la posibilidad de traer su propio envase, mientras que los restaurantes tendrán la obligación de servir agua del grifo en un formato "reutilizable o rellenable".