No es fácil entender la sopla de letras del espectro político de la derecha portuguesa, pero las elecciones generales celebradas el pasado 10 de marzo obligan a hacer un esfuerzo. Sobre el papel, lo primero que puede desconcertar al observador ocasional es el hecho de que el principal partido de centro-derecha se denomine Partido Social Demócrata (PSD), empleando así una terminología más propia de las agrupaciones de centro-izquierda. Dicho partido está "hermanado" con el Partido Popular Europeo.
Al lado del PSD está Centro Democrático y Social-Partido Popular (CDS-PP), que también está integrado en el PP europeo. Podría decirse que dicho grupo se sitúa un tanto más a la derecha del PSD, pero en cualquier caso hay una gran coincidencia entre ambas facciones, de modo que es habitual ver cómo los dos partidos se presentan juntos a numerosas citas electorales, en línea con una larga tradición de entendimiento que se remonta a la segunda mitad de la década de 1970.
Tanto el PSD como el CDS-PP han acudido a las urnas bajo el paraguas de la Alianza Democrática (AD), que de hecho fue el nombre recibido por la unión que exploraron ambos partidos en la legislatura que arrancó en 1979 y concluyó en 2024. Pero el desfile de siglas no termina ahí, porque en el seno de AD también milita el Partido Popular Monárquico (PPM), que aboga por la restauración de la monarquía en el país luso. Sus últimas candidaturas electorales en solitario lograron niveles de apoyo inferiores al 1%, pero el ajustado margen por el que se resuelven muchos comicios en Portugal hacen que sea habitual encontrarse al PPM dentro de listas conjuntas donde también están PSD y CDS-PP.
A todas estas formaciones se les suma CHEGA, un movimiento conservador que ahora tiene la llave para facilitar un cambio político en Portugal. Creado en 2019 por André Ventura, sus críticos consideran que se trata de una formación de ultraderecha que no duda en emplear y tácticas populistas, mientras que sus defensores se presentan como un partido conservador al uso, volcado en la lucha contra el crimen y la inmigración ilegal y crítico con la senda federal de la Unión Europea. Con el lema de "Limpiar Portugal", CHEGA ha logrado multiplicar por cuatro sus escaños.
La victoria de la Alianza Democrática (79 diputados) no es lo suficiente holgada como para gobernar en solitario, puesto que el Partido Socialista logró 77 representantes, 43 menos que en los comicios celebrados hace ahora dos años. CHEGA alcanza 48 diputados, mientras que Iniciativa Liberal consigue 8 representantes, el Bloque de Izquierdas se hace con 5 asientos y el Partido Comunista suma 4 legisladores. Un movimiento ecologista denominado LIVRE suma 4 escaños, mientras que los animalistas del PAN consiguen 1 asiento.
Luís Montenegro, que encabeza la candidatura de la Alianza Democrática, se ha declarado en contra de llegar a acuerdos con CHEGA, pero la aritmética obliga a que ambas formaciones busquen el entendimiento y la alegre celebración del ganador de las elecciones sugiere que sus reticencias han quedado atrás ahora que el gobierno está al alcance de la mano y la era socialista parece haber llegado a su fin. ¿Supondrá esto un giro a políticas de más libertad económica?
Sociedades, ¿al 15%?
En clave económica, CHEGA pondrá encima de la mesa sus propuestas económicas, que pasan por bajar el Impuesto de Sociedades al 15%, con efecto inmediato en las zonas del interior y de forma progresiva en el resto del país. Asimismo, el partido de André Ventura pide aumentar la exención aplicable en el IVA que tributan los autónomos, así como bonificar impuestos a las compañías que los reinviertan. De forma más general, su programa aboga por "facilitar la creación de nuevos negocios", a través de la "digitalización de servicios, revisión y simplificación de procesos o reducción de exigencias regulatorias".
Al mismo tiempo, CHEGA también pide que el Estado haga algunas inversiones en áreas que considera "estratégicas" o confía en un "Banco de Fomento" público como motor de financiación para la actividad privada. Por lo tanto, aunque su manifiesto incluye mensajes pro-mercado como los descritos en el párrafo anterior, también recoge distintas propuestas de corte más intervencionista, en línea con los planteamientos de otras formaciones de la derecha alternativa europea.
En cuanto a la Alianza Democrática, que deberá completar satisfactoriamente la negociación con CHEGA, es interesante comprobar que su programa económico también habla de bajar el Impuesto de Sociedades al 15%, una propuesta que coincide con la de la formación de André Ventura y que, por tanto, genera un punto de entendimiento entre las dos grandes listas de la derecha portuguesa. El plan de AD pasa por una reducción a tres años que permitiría pasar del 21% actual al deseado 15%.
Asimismo, la candidatura de Luis Montenegro ha propuesto que el Impuesto sobre la Renta se reduzca para los jóvenes de menos de 35 años, fijando también el tipo de referencia en una tarifa plana del 15%. Por otro lado, Alianza Democrática ha defendido la necesidad de ser "más eficientes en el gasto público", aunque sin compromisos exactos de reducción del gasto.