El Gobierno está decidido a entrar en Telefónica, a renacionalizarla y tomar una posición de control. Literalmente, el Ejecutivo de Pedro Sánchez, el Gobierno más débil de la historia de nuestra democracia, ha decidido desandar el camino andado en el último siglo en materia de libre mercado. Si los presidentes del Gobierno que tomaron el relevo de Suárez tras la transición se afanaron en tratar de construir un Estado moderno, abierto y de corte occidental, Sánchez y los suyos recorren el camino opuesto y a una velocidad de vértigo.
Lejos de querer garantizar cuestiones esenciales como la separación de poderes, tratan de controlar cada parcela de poder: ya controlan el Legislativo y el Ejecutivo, y presumen de mantener atados a jueces y, sobre todo, a fiscales.
Pues bien, el asalto mediático lo tienen garantizado con Prisa y sus golpes de mano en Radio Televisión Española, donde todo vale para servir a los propósitos que se diseñan en el gabinete de presidencia.
Tras cooptar el espectro mediático, se han lanzado a por el financiero, sin tener siquiera aprobados unos presupuestos que lo permitan, o aprobada ley alguna que habilite al Gobierno a destinar nada menos que 2.000 millones de euros para tomar el control de Telefónica.
Para hacer realidad sus deseos intervencionistas en Telefónica, el Gobierno ha decidido recurrir al traspaso de dotación presupuestaria de un capítulo a otro. En este caso, según fuentes de Hacienda, los 2.000 millones de euros que la SEPI necesita para acometer la compra del 5% de Telefónica, los va a sacar de las dotaciones que deberían ir al Fondo de Liquidez Autonómico y al pago a proveedores en Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
Quejas en las comunidades autónomas
Esto ha soliviantado a las comunidades autónomas. Los consejeros de Economía de las distintas autonomías han expresado su malestar por esta maniobra de dudoso encaje legal. "Es una muestra más de las prioridades de este Gobierno: la amnistía y la intervención de una empresa estratégica, en lugar de la financiación de los servicios básicos de Sanidad y Educación", se quejan desde la Consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía, según publica Voz Populi
En la Comunidad Valenciana recuerdan no hay ninguna comunicación del Gobierno sobre la actualización de las entregas a cuenta porque la prórroga les está "suponiendo ingresar alrededor de 90 millones de euros menos todos los meses" desde el pasado mes de enero.
Murcia también se ha quejado y recuerda que la no actualización de las entregas a cuenta ya supone una merma en la financiación desde primeros de año de 71 millones de euros.
En Madrid la decisión del Ejecutivo de restar recursos a comunidades autónomas y ayuntamientos afecta en menor medida ya que el Gobierno de Ayuso tiene abiertos los mercados privados de deuda.
Fuentes autonómicas confiesan a Libre Mercado que la maniobra del Ejecutivo sanchista para tomar el control de Telefónica, no sólo es un paso atrás en la historia y una evidente prueba del afán intervencinista de Sánchez, sino que además es "chapucero", por tomar esos recursos de los que tienen que llegar a las comunidades autónomas. "Es una involución intervencionnista: cambiar sanidad por el control de empresas privadas", se queja otra fuente.
El sillón en el consejo
Otra de las incógnitas que queda por resolver es de qué manera va a acelerar el Gobierno el desembarco en el consejo de Telefónica. Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ya confesó que el Ejecutivo estaba trabajando para poder entrar en el consejo de Telefónica desde donde, dice, quiere controlar a STC, la compañía propiedad del fondo soberano saudí que irrumpió en el capital de la teleco española el pasado mes de septiembre.
La SEPI no colocará a ningún consejero para la próxima Junta de Accionistas que tendrá lugar el próximo día 12, ya que no figura el asunto en el orden del día y las normas impiden introducir a estas alturas un nuevo punto.
De momento, la opción más probable es la de cooptación, como apuntó Expansión, sugiriendo a algunos de los consejeros actuales que dimita para que el Gobierno coloque a su pupilo.
¿Quién será el consejero? Es otra de las incógnitas fuentes de mercado elucubran con la posibilidad de que sea algún exministro o exministra fiel al Sánchez, aunque todavía se desconoce el nombre del elegido.