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Detectan las primeras señales de deflación en los supermercados de Argentina

El riesgo país cae de 2.000 a 1.200 puntos y las tarifas de luz y transporte ya se acercan al coste real.

El riesgo país cae de 2.000 a 1.200 puntos y las tarifas de luz y transporte ya se acercan al coste real.
El presidente de Argentina, Javier Milei. | Europa Press

Al poco de comenzar la legislatura, el gobierno de Milei se propuso acercar las tarifas oficiales de sectores como la energía o el transporte a los costes reales de dichos bienes y servicios. El objetivo de esta decisión no es otro que restaurar el correcto funcionamiento del sistema de precios y reflejar de forma clara y transparente los valores de producción correspondientes.

En este sentido, es importante tomar en cuenta que los gobiernos peronistas hicieron que las tarifas oficiales de la electricidad pasasen de reflejar el 70% del coste real en 2005 al 10% alcanzado una década después. Aunque el gobierno de Mauricio Macri revirtió la situación hasta dejar la cifra en el entorno del 65%, el regreso de la izquierda a la Casa Rosada hizo que se volviesen a alcanzar ratios inferiores al 40% en los años de gestión de Alberto Fernández.

Milei ha apostado por regularizar esta situación con rapidez y, de hecho, las cifras de marzo de 2024 ya reflejan niveles de cobertura superiores al 60%. Aunque Macri logró resultados similares, lo cierto es que lo hizo de manera gradual, a lo largo de cuatro años, mientras que Milei ha apostado por actuar de forma rápida y contundente, lo que ha permitido alcanzar resultados muy similares en apenas cuatro meses.

Lo vemos en el siguiente gráfico, divulgado por el economista Nicolás Gadano:

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Esta evolución tiene un impacto negativo en el IPC, puesto que los argentinos pagan ahora una tarifa más alta que antes. Sin embargo, no es menos cierto que, bajo el sistema anterior, el déficit generado por unas tarifas artificialmente bajas se cubría con un gasto público deficitario que, al ser monetizado por el Banco Central, generaba más inflación. Por lo tanto, los argentinos pagaban una tarifa más baja pero veían cómo el valor de su moneda se derrumbaba, de modo que el saldo final era mucho peor que el actual, con tarifas más altas, pero cercanas al precio real, y una inflación cada vez más baja, con lo que ello supone en términos de poder adquisitivo.

Evolución del IPC

Partiendo de la base de que la transparencia de precios en el transporte y la energía empuja al alza el IPC, llegamos a la siguiente pregunta: ¿cómo ha evolucionado la inflación en las últimas semanas? ¿Se mantiene al alza, como veíamos al final del mandato presidencial de Alberto Fernández, o acaso empiezan a confirmarse las señales bajistas anunciadas desde febrero por el nuevo Ejecutivo de Javier Milei?

Si tomamos como referencia el precio de alimentos y bebidas, encontramos que su aumento semanal ya está por debajo del 1% y que su ritmo de aumento mensual se sitúa en el entorno del 5,5%, hasta seis veces por debajo de las cifras con las que arrancó el gobierno liberal. De hecho, en la tercera y cuarta semana de abril se dieron algunos registros puntuales de deflación, como acreditan los estudios de la consultora Econviews referidos a los precios de la canasta básica en los supermercados de Buenos Aires.

Dicho organismo ha venido constatando una progresiva desaceleración del IPC de los alimentos y los productos de limpieza y perfumería adquiridos en la capital bonaerense, con registros semanales que en enero oscilaron entre el 3,4% y el 5,6%, frente al 0,8% de la primera semana de abril, el 1,2% de la segunda o el -0,3% de la tercera y el -0,4% de la cuarta. Por lo tanto, ya hay señales de deflación.

Así lo refleja el siguiente gráfico:

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Al ritmo actual, el gobierno ve factible que abril cierre con una tasa mensual de IPC de un solo dígito (es decir, un aumento mensual de los precios inferior al 10%), lo que supondría una caída de casi un 70% en relación con las proyecciones que heredó el actual gabinete. Estas predicciones se apoyan también en la fuerte evolución a la baja de los precios mayoristas, un factor clave para estimar el nivel de precios de venta al público. En marzo de 2024, este epígrafe cayó al 5,4%, un 50% menos que en febrero y diez veces por debajo del 54% heredado por Milei en diciembre de 2023.

No hay que olvidar, además, que Milei ha recortado el gasto hasta alcanzar niveles propios de 2019, lo que ha permitido contraer asimismo la base monetaria, puesto que el ajuste presupuestario elimina el déficit y corta de raíz con la monetización de deuda pública. En términos reales, la base monetaria medida en M2 ha caído a niveles nunca vistos en más de veinte años, describiendo un descenso que ronda el 40% en términos reales. El Tesoro ya no se financia con dinero de nueva creación y la caída de la inflación se acelerará conforme se asiente esta nueva circunstancia.

Optimismo ciudadano… y gubernamental

Estas variables ya se trasladan a las encuestas de opinión. La última consulta de la firma de demoscopia Synopsis abarcó un total de 1.236 consultas realizadas por todo el territorio nacional argentino entre los días 10 y 16 de abril y encontró que el optimismo en relación al futuro económico del país se encuentra en máximos de ocho años, circunstancia casi idéntica a la que reflejan las respuestas a las preguntas sobre la situación personal de los encuestados, donde también se dan los registros más altos de los ocho últimos ejercicios.

Con todo, el gobierno es consciente de que la situación heredada es catastrófica, de modo que el titular de la cartera de Economía, Luis "Toto" Caputo, sigue insistiendo en la necesidad de mantener en pie las medidas de ajuste. Quien también fuese ministro de Mauricio Macri participó recientemente en un encuentro con 400 inversores organizado por JP Morgan en Nueva York y aprovechó dicho foro internacional para hacer las siguientes afirmaciones:

"Incluso los economistas más respetados nos decían que era imposible reducir el déficit fiscal más de dos puntos del PIB en un año. Sin embargo, hemos logrado llegar a un superávit fiscal desde el primer mes de gestión. La razón por la que ponemos tanto énfasis en esto es porque recibimos una Argentina sin credibilidad. Si yo hubiese dicho que alcanzaríamos el superávit fiscal en dos años, que el Banco Central no va a financiar más al Tesoro… La gente simplemente no me habría creído. Así que, aunque es un trabajo muy difícil, especialmente porque no tenemos mayoría en el Congreso, sabíamos que lo que teníamos que hacer era alcanzar el equilibrio fiscal por nosotros mismos, sin importar lo que diga la oposición, lo que digan los gobiernos provinciales, lo que diga la televisión… Y, si no hubiésemos actuado así, hoy estaríamos ya en hiperinflación y en bancarrota".

"El mensaje más importante que quiero transmitir, por tanto, es que no vamos a abandonar estas políticas, pase lo que pase. Y, créanme, no he visto a nadie en mi vida con un nivel de convicción como el que tiene este presidente. Elogio mucho al presidente Milei por esto, porque sé que la reacción normal es dar marcha atrás cuando las cosas se ponen tensas, particularmente cuando no tienes todo el apoyo político que sería necesario, pero este presidente nunca dará marcha atrás. Los ciudadanos también lo perciben, quienes se resisten a los cambios son cada vez más impopulares y la aprobación del presidente va a más. Eso demuestra que esta vez hay un cambio en Argentina. Esta es probablemente la primera vez que los argentinos dicen alto y claro que sí, que es hora de abrocharse el cinturón y hacer los deberes".

Las palabras de Caputo tienen eco en las encuestas de opinión, que efectivamente certifican un aumento de la aceptación de Milei y también dan cuenta del creciente rechazo a las principales fuerzas de la oposición peronista. El riesgo país (es decir, los intereses que exigen los inversores para financiar deuda pública argentina) también refleja esta caída y se ha reducido de casi 2.000 puntos a poco más de 1.200 puntos en los cinco últimos meses.

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