Después de más de tres lustros de cenas y premios del Instituto Juan de Mariana, es un shock encontrarse con la policía a la puerta y espectadores aplaudiendo a Federico Jiménez Losantos o Cayetana Álvarez de Toledo para amenizar la espera del plato fuerte.
Pero esa es, en parte, la razón por la que ha sido premiado Javier Milei. Haberse convertido en presidente de la Argentina con un discurso radicalmente liberal lo ha convertido en el mayor divulgador de las ideas de la libertad en todo el mundo, desde Silicon Valley hasta Davos. Pasando por Madrid, naturalmente. De modo que, por primera vez, el premio Juan de Mariana no se otorga por la labor de toda una vida, sino por el logro extraordinario de poner de moda en medio mundo unas ideas que, no podemos negarlo, no siempre resultan tan atractivas como merecen.
En el Salón Real del Casino de Madrid, los asistentes gritan "Viva la libertad" como quien grita "Vivan los novios" en una boda. Entre platos, llegan los encomios. Primero, el profesor Jesús Huerta de Soto presentó a Milei como un "hombre que no tiene miedo y cuyo corazón late con fuerza al calor de la palabra libertad" con la "energía y pasión que en la historia solo se encuentra en los grandes héroes que defiende la libertad". No faltaron las pullas a los "enemigos de las ideas de la libertad, sean de izquierdas o de derechas", en una de las más claras criticas que dirigió a Santiago Abascal, que acudió con Hermann Tertsch.
El también argentino Ricardo Rojas, director del centro Bruno Leoni de la Universidad Francisco Marroquín, intentó explicarnos a los españoles el impacto que ha tenido Javier Milei en su país. Porque en Argentina "nadie se quería llamar liberal" hasta que Milei empezó a ir a "programas donde nadie quería ir y acababa domando zurdos". "Y la palabra liberal volvió a ser respetada porque Milei decía serlo con orgullo", remarcó. Destacó por qué Milei resulta tan atractivo a los jóvenes: "Les da la esperanza de poder recuperar la dignidad de poder vivir del fruto de su propio trabajo y no de una limosna inmunda dada por políticos". O refiriéndose a los peronistas, concluyó: "Lo van a pasar mal. El meteorito cayó y los dinosaurios van a desaparecer, es solo cuestión de tiempo".
En último lugar habló Gabriel Calzada, presidente del Instituto, que hizo un somero repaso a la vida y obra de Juan de Mariana, de cuya muerte se cumple este año el cuarto centenario. Recordó que fue encarcelado durante diez meses por denunciar que "cualquier subida de impuestos o gasto sin consentimiento es un latrocinio y el peor es la inflación". "Que el ejemplo de Juan de Mariana te inspire y te dé fuerzas".
Milei: "Sí se puede"
El presidente argentino tenía intención de resumir su próximo libro, pero acabó explicando, en un discurso muy técnico en el que exhibió sus conocimientos de economista profesional, lo que llamó "liberalien acción", la aventura que ha supuesto gobernar Argentina este medio año.
Tras los agradecimientos de rigor, el presidente Milei señaló que pretendía hacer en su discurso de aceptación del Premio Juan de Mariana una síntesis de su reciente libro donde básicamente explora "los problemas del diseño de la teoría neoclásica y como eso conduce al socialismo", pudiendo aportar algo de valor desde la experiencia que está teniendo en la política como presidente de la Argentina.
"Nosotros interpretamos la política económica desde una cuestión moral. El diseño de la política económica tiene que ver con una cuestión fundamentalmente moral", explicó Javier Milei en el inicio de su discurso. "Frecuentemente nuestros actos de campaña cerrábamos con la definición de liberalismo de Alberto Benegas hijo, con algunas mutaciones que yo le hice. "El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en la defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Sus instituciones son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia (pero en el sentido austríaco, no en el sentido neoclásico), la división del trabajo, la cooperación social, y donde solamente se puede ser exitoso sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y de mejor precio. En ese sentido, eso es un marco rector, y nosotros como objetivo tenemos que hacer que Argentina vuelva a ser grande nuevamente. La única forma de lograr eso es que Argentina vuelva a ser libre nuevamente".
Dificultades con las que se ha enfrentado
Milei habló de que el camino hacia el objetivo no es rectilíneo, porque tiene que ir sorteando los obstáculos que salen a cada paso. La oposición, lógicamente, y "como si todo eso fuera poco, como nosotros decidimos cortar la publicidad oficial, los medios de comunicación se dedican todo el tiempo a estar hablando pestes de nosotros".
Por no hablar de que "mientras defendemos las ideas de la libertad, también aparecen los liberales egipcios, que por un lado hablan de libertad y por el otro le venden la patente de corso al mejor postor".
Qué se encontró al asumir la presidencia
El presidente Milei aprovechó el discurso para contar su "versión de lo que nos encontramos, de lo que estamos haciendo y a dónde estamos yendo". Contó como anécdota "de una de las cosas más formidables que les pasó", que cuando tuvieron "la primera reunión de Gabinete, cuando empecé a decir lo que queríamos hacer, algunas partes dijeron que lo que yo quería hacer era imposible. Por lo tanto, dije que los que creían que era imposible, que se fueran". "Y así empezamos e hicimos el ajuste fiscal. Hicimos el ajuste fiscal más grande de la historia de la humanidad, no solo de la Argentina", continuó Milei. "Cualquier persona que uno le hubiera dicho que en seis meses íbamos a hacer un ajuste fiscal de 15 puntos del PIB, nos hubiera dicho que íbamos a volar por los aires. De hecho, nosotros teníamos un desequilibrio monetario peor que el de la crisis del Rodrigazo del 75".
Por otra parte "los indicadores sociales eran peores" que los de 2001. "Por lo tanto, no solo se daban todas las condiciones para que fuera la crisis más importante de la historia argentina, porque combinaba los tres elementos de las tres peores crisis de Argentina, sino que además teníamos estructuralmente cierta debilidad, en materia de estructura legislativa y estructura de poder".
Una de las afirmaciones más aplaudidas de Milei fue cuando señaló que su "objetivo no es darle pescado a la gente. Nuestro objetivo es enseñarles a pescar, enseñarles a ser un empresario. Y si pueden, que tengan su propia empresa de pesca".