Desde que empezó la guerra de Ucrania, la Unión Europea ha duplicado las importaciones de fertilizantes rusos. De hecho, a día de hoy, un tercio de la urea importada para fabricar fertilizantes nitrogenados llega desde Rusia. Todo ello, a pesar de las sanciones de la UE contra Rusia.
En el caso de España, mientras el presidente Pedro Sánchez se reúne con el presidente Zelensky, las importaciones de urea rusa han ascendido en los últimos dos años hasta las 218,32 toneladas por un valor total de casi 110 millones de euros que han ido directamente a las arcas de Vladimir Putin.
"Las ventas de fertilizantes rusos están proporcionando una importante fuente de ingresos y ganancias en divisas para el Estado ruso y su espantosa maquinaria de guerra. Se estima que las ventas de este producto generaron ingresos de más de 1.500 millones de euros en la campaña 2022/2023. Además, Rusia ha introducido un impuesto del 10% a la exportación de este insumo agrícola y un impuesto a los beneficios excesivos. Ambos van directamente a financiar las fuerzas de ocupación", ha denunciado en un comunicado Fertilizers Europe, la asociación que representa a la mayoría de los fabricantes de fertilizantes en Europa.
Concretamente España importó en el año 2023 un total de 96,58 toneladas de urea para la fabricación de fertilizantes por un valor de 31,43 millones de euros, según datos de Eurostat. Esa cifra fue mucho mayor en 2022, el año que estalló la guerra: importamos 121,735 toneladas de urea por valor de 78,05 millones de euros. En total, 109,48 millones de euros destinados a financiar la invasión rusa de Ucrania.
No somos los únicos. Francia importa de Rusia el 80% de sus necesidades de fertilizantes y en los últimos dos años ha pagado 155,27 millones de euros. Polonia ha destinado 205,25 millones de euros en el mismo periodo; Alemania, 220,43 millones de euros y Países Bajos, 221,86 millones de euros, lo que le convierte en el estado miembro que más ha contribuido a la "maquinaria de guerra" de Putin.
El gas y los fertilizantes
El precio del gas es el principal factor en el coste de producción de urea, explica Fertilizers Europa. "A medida que Rusia regula los precios del gas y los mantiene bajos, ha hecho posible que los fabricantes de fertilizantes rusos rebajen los precios para los productores de la Unión Europea".
Esto ha provocado que "alrededor del 20% de la capacidad de fabricación fertilizantes de la UE esté actualmente inactiva debido a la falta de demanda, ya que la urea rusa más barata ha reemplazado a los fertilizantes fabricados en la UE", que tienen unos costes de producción más altos.
Así pues, Rusia está golpeando a la UE doblemente: por un lado, está utilizando sus exportaciones de fertilizantes para hacer que los agricultores europeos dependan de los productores rusos y, por otro, utiliza los ingresos de las ventas de exportación para financiar su maquinaria de guerra.
Aranceles o bloqueo
La industria europea de fertilizantes ha pedido a la UE que adopte "las medidas más enérgicas posibles" para impedir que Rusia utilice las exportaciones de urea como arma. Para ello, Fertilizers Europe propone la imposición de aranceles o incluso bloquear las importaciones desde Rusia.
También insisten en que "la industria de fertilizantes de la UE tiene suficiente capacidad para producir estos insumos agrícolas necesarios para el mercado de la UE si se bloquearan las importaciones desde Rusia". Así que estas medidas, señalan, "supondría un aumento de la oferta mundial de fertilizantes con un impacto sobre los precios, si lo hubiera, a la baja".
"La UE necesita tomar medidas urgentes para detener las importaciones de fertilizantes rusos que financian su sangrienta guerra contra Ucrania. En un momento en que la UE está trabajando para desvincular su economía de Rusia, ¡las cifras son sorprendentes!", señalan.