El enunciado de hoy viene motivado por unas declaraciones del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, al término de un Consejo de Ministros, en el que se aprobó el cuadro económico y el límite de gasto no financiero, de nuestra economía, cuya síntesis sería: Más crecimiento y más gasto.
Considerando tendencias, avanzaría que, dudoso lo primero y seguro lo último. Hubiera preferido conocer la posición personal del ministro Cuerpo porque, tal y como puede ocurrir en este gobierno, quizá fuera la minoritaria. No importa su cartera – como la de nadie – y, en este caso, tampoco su currículum, que merece reconocimiento y respeto.
Arriesgo mi opinión, por preocupaciones del decir público del señor ministro. Sobre todo, de algunas afirmaciones enfáticas en su comparecencia. No voy a hablar de la mejora de previsiones para 2024 y 2025, pues, siguen siendo previsiones, y ya hablarán los datos, en su momento.
Me alarma, cuando destaca, como variable significativa de mejora, la de la productividad del trabajo. En las propias estadísticas que nos ofrece EUROSTAT, podemos comprobar que en 2017 (último año del gobierno Rajoy), España superaba la media de los 27 países de la U.E. con un índice de 101,9, frente a la media de 100,0. Este valor, se situó, en el primer año completo del gobierno Sánchez (2019) en 98,5, es decir 3,4 puntos porcentuales inferior; siguiendo la misma tendencia, en 2023 – último año publicado –, una reducción adicional de 1,5 puntos, lo sitúa en 97,0, respecto de la media europea de los 27. ¿Es esto mejora de la productividad?
Algo semejante ocurre con la productividad por hora trabajada – inferior a la anterior por trabajador – que en 2017 alcanzaba casi la media (98,3), pero que en 2019 disminuía con Sánchez a (95,3), manteniéndose muy por debajo de dicho índice en años sucesivos: en 2020 (91,3), 2021 (91,5), 2022 (92.2) y, aunque es provisional, convendría buscar explicación al salto en 2023, pasando a (95,4); no parece posible, pero... aunque muy inferior a 2017.
Cualquier explicación, confirmaría el error de la medida estelar del gobierno: la reducción de la jornada laboral, que el propio ministro Cuerpo ponderó en su comparecencia.
Dada nuestra baja productividad por hora trabajada – origen del problema –, para acercarnos a la media europea, sin llegar a ella, en términos de trabajador, se requeriría ampliar la jornada frente a los otros 26 de la U.E. Una medida, contraria a la del gobierno y coaligados.
Finalmente, y sólo por concluir, yo omitiría datos sobre empleo o desempleo, hasta que no adoptemos una verdad estadística, comparable con todos los países de UE menos uno que, con España, afronta una vergonzante nota, en los datos de los años 2021, 2022 y 2023, indicando que el concepto representado, difiere del general de países (veinticinco) de la tabla.
No creo errar si digo que, a muchos españoles, nos gustaría que el ministro Cuerpo, que conoce bien la importancia de las estadísticas a la hora de tomar decisiones, o de hacer estudios, consiguiera eliminar esa nota, que impide comparación, amoldando el cálculo español al general establecido por Eurostat.