Esta semana, en Tu Dinero Nunca Duerme, nos acompaña Fernando Bernad, socio y co-director de inversiones de AzValor. Hablamos de uno de los gestores (junto a su socio, Álvaro Guzmán de Lázaro), más exitosos de España en los últimos años. Los rendimientos de esta pareja en las últimas dos décadas (primero en Bestinver y luego, ya por libre, en AzValor) han sido espectaculares. Según sus datos, un inversor que hubiera entrado con ellos en 2003 y se hubiera mantenido fiel desde entonces habría multiplicado su capital por 14 (frente a cinco veces de la media del mercado).
"Los fondos tienen un potencial de revalorización cercano al 90%", asegura. Es una buena cifra que, según sus propias estadísticas, está más o menos en su media história. Es cierto que ha habido momentos en los que ese margen era mayor (como 2009, nos cuenta, cuando tras el desplome de los mercados llegaron a tener "potenciales del 200-250%"), pero también lo es que tras las grandes subidas en los últimos años parecía complicado mantener alta esta cifra: "Venimos de períodos de grandes subidas en los últimos años, pero incluso así hemos logrado mantener el potencial. Y no es fácil encontrar compañías baratas. Lo mires por donde lo mires, las bolsas occidentales, sobre todo la de EEUU, están caras. La bolsa norteamericana está cotizando a un PER de 25 veces y con márgenes respecto a beneficios en máximos". En este sentido, en AzValor están confiados en su cartera: "Tenemos una rentabilidad implícita de 3-4 veces más que la media de la Bolsa". Con estos datos, Bernad cree que lo normal sería esperar una rentabilidad en los próximos años cercana al 10-12%, "en línea con nuestra trayectoria histórica".
En cuanto a la situación del mercado, un tema que preocupa relativamente poco a Bernad (que repite una y otra vez que ellos miran compañía a compañía, en un análisis de abajo a arriba, para construir la cartera) sí admite que hay síntomas preocupantes, como la "concentración" de la Bolsa norteamericana: "Suele ser un indicador de excesos. Los siete magníficos suponen más del 50% de los beneficios que está dando la Bolsa americana". Es una advertencia muy importante, y más en estos años de auge de la gestión pasiva: "Quizás el índice americano ya no supone una inversión tan diversificada" como uno supondría.
A partir de ahí, como decimos, en AzValor miran con cierta distancia lo que haga eso que se llama "el mercado". No les gusta mirar agregados y siguen fieles a su proceso: "Tenemos una cultura de inversión muy fuerte. No nos dejamos llevar por modas". Iincluso aunque ese mismo mercado tarde tiempo en reconocerlo, Bernad asegura que se mantienen fijos en su "proceso" y que es este método el que les ha llevado a los buenos resultados de estos nueves años.
¿Y la composición de su cartera? Ahí Bernad vuelve a su mantra: compañía a compañía. Porque sí, es cierto que mantienen un peso importante en materias primas o mineras. Pero no es porque crean que el sector está barato, sino porque han ido encontrando oportunidades una a una. Por ejemplo, en lo que respecta al oro, un sector que ha ganado peso en su índice internacional en los últimos trimestres: "Tenemos conviccción en unas pocas (muy pocas) compañías mineras de metales preciosos, por las razones individuales de cada una. No decimos vamos a invertir en mineras de oro y luego elegimos la compañía. Efectivamente, el oro ha subido mucho y eso también influye en nuestra cotización, pero no necesitamos que el oro suba para invertir en estas compñaías. Además, en términos históricos, el precio del oro no está alto: si tenemos en cuenta el endeudamiento o los déficits; la deuda es altísima, sin precedentes slavo en períodos de guerrra. Nada de esto tiene visos de que se vaya a revertir.Pero en estas compañías invertimos sin asumir nada excepcional con el precio del oro".
Por último, un apunte sobre algo que preocupa en AzValor, la sensación de que en cada vez más empresas ya no se piensa en el accionista, arrinconado en la lista de prioridades tras otros objetivos que parecen más relevantes: "Esto ha ido a peor [en los últimos años, en el mercado]. Siempre nos han gustado las empresas en las que el accionista es el centro de las decisiones. Y ahora mismo esto está ganando peso en nuestro análisis".