El Banco Central Europeo (BCE) vuelve a las andadas con su política monetaria. La entidad europea decidía este jueves reducir los tipos de interés en 0,25 puntos porcentuales, una medida que busca incentivar la recuperación económica y que afectará directamente a las hipotecas.
A partir del 18 de septiembre, los nuevos tipos de interés aplicables a las operaciones principales de financiación (MRO) se situarán en el 3,65%, mientras que la facilidad marginal de préstamo (MLF) se ajustará al 3,90%. Con esta modificación, el diferencial entre la tasa de depósito y la MRO será de 15 puntos básicos, y la distancia respecto a la MLF será de un cuarto de punto.
¿Qué significa esto para los hipotecados?
El impacto más inmediato de esta bajada será visible en las hipotecas de tipo variable, aquellas que dependen del Euríbor, el índice de referencia que ha comenzado a reflejar esta tendencia a la baja. De hecho, el pasado lunes 9 de septiembre, el Euribor rompió la barrera del 3% en su tasa diaria, marcando un hito en su descenso. Este jueves 12 de septiembre se situaba en el 2,929%, resultando en un nuevo récord.
Aunque el cálculo final de las cuotas hipotecarias se hace en función de la media mensual del Euribor, las señales actuales apuntan a que quienes revisen su hipoteca en los próximos meses verán una disminución significativa en su cuota. En el caso del pasado mes de agosto, la caída del Euribor sufrió su mayor caída anual en 15 años y supuso un ahorro medio de 80 euros mensuales para quienes revisaron su hipoteca en ese periodo.
Precisamente, un informe con nombre Impacto de la bajada de tipos en el mercado de la vivienda realizado por Fotocasa, ha asegurado que la reducción anunciada este jueves traerá consigo una rebaja en las cuotas hipotecarias de entre 80 y 190 euros mensuales, lo que representará un ahorro anual de entre 970 y 2.300 euros para los hogares con hipotecas variables.
Con esta bajada de tipo y con pronóstico de que el Euribor continúe bajando en los próximos meses hasta acercarse al 2,5% a final de año, las entidades financieras ya están ajustando sus cálculos, mejorando las condiciones para acceder a créditos hipotecarios más asequibles.
Mayor presión sobre los precios de la vivienda
Según Fotocasa Research, el 19% de los compradores había paralizado su decisión de compra debido a las subidas de tipos de los últimos años, mientras que el 21% está dispuesto a regresar al mercado una vez que los tipos sigan bajando. Este repunte podría aumentar la demanda de compra en un 30% en los próximos meses.
Sin embargo, este aumento de la demanda también traerá consigo un reto importante: la presión sobre la oferta de viviendas. Con más personas interesadas en comprar, se prevé que los precios de la vivienda continúen al alza durante 2024, lo que podría desincentivar a algunos compradores.
En este sentido, aunque las condiciones hipotecarias mejoren, el ritmo de bajada de tipos podría no ser lo suficientemente rápido como para compensar el encarecimiento de los inmuebles. Es decir, podría provocar un aumento en los precios de la vivienda y, en consecuencia, un mercado más competitivo.
Además, los ahorradores también podrían verse perjudicados, ya que los tipos de interés en las cuentas y productos de ahorro tienden a ajustarse a la baja en estos escenarios. Esto significa que los rendimientos de los ahorros disminuirán, lo que podría desincentivar el ahorro tradicional y fomentar una tendencia de los inversores a decantarse por productos con más riesgo.