El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves bajar otros 25 puntos básicos los tipos de interés, de forma que la tasa de depósito (DFR, por sus siglas en inglés) quedará en el 3,50%.
Los tipos de interés aplicables a las operaciones principales de financiación (MRO) y a la facilidad marginal de préstamo (MLF) disminuirán hasta el 3,65% y el 3,90%, respectivamente. Estos cambios tendrán efecto a partir del 18 de septiembre de 2024. En consecuencia, el diferencial entre la tasa de depósito y la de MRO será de 15 puntos básicos y el mantenido con la de MLF será de un cuarto de punto.
Así, el BCE ha reanudado su ciclo de flexibilización monetaria tras haberlo pausado en su reunión de julio. Además, el organismo ha tomado esta decisión en la primera reunión a la que acude José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España.
Cabe recordar que, el pasado mes de julio, el Consejo de Gobierno del BCE se reunió en Fráncfort con España sin gobernador, porque el Gobierno no lo había elegido, lo que le impidió votar en la cita. Una completa anomalía.
El organismo dirigido por Christine Lagarde ha indicado que la inflación interna sigue siendo "alta" por la "elevada" velocidad a la que crecen los salarios. Sin embargo, las presiones sobre los costes laborales se están moderando y los beneficios están amortiguando parcialmente el impacto de las subidas salariales sobre la inflación.
Las condiciones de financiación siguen siendo "restrictivas", y la actividad económica es aún "contenida" como reflejo de la debilidad del consumo privado y de la inversión.
A pesar de que lleva intentando controlar los precios desde 2022, y que todavía no lo ha conseguido del todo, el BCE ha asegurado que sigue "decidido" a devolver la inflación al objetivo del 2% a medio plazo, para lo que se mantendrán los tipos en niveles "lo suficientemente restrictivos" el tiempo que sea preciso. Igualmente, en futuras citas estos se fijarán con un enfoque dependiente de los datos y reunión a reunión.
En cuanto a los programas de compra de activos (APP) y el de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP), el BCE ha indicado que el primero sigue reduciéndose a un ritmo "mesurado y predecible", dado que se ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo.
En el caso del segundo, el Eurosistema ha dejado de reinvertir íntegramente el principal del montante adquirido que va venciendo. Esto está haciendo que la cartera del PEPP se reduzca al mes en unos 7.500 millones de euros de media. El Consejo de Gobierno tiene la vista puesta en poner fin a estas reinversiones a finales de 2024.
Previsiones macro
El BCE ha mantenido sin cambios sus proyecciones de inflación general a tres años vista en comparación con las proyecciones de junio. En conjunto, se anticipa que la inflación general se sitúe de media en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026.
Las estimaciones para la subyacente en 2024 y 2025 sí se han revisado "ligeramente al alza" por la inflación de los servicios, que será más alta de lo previsto. De excluirse el impacto de la energía y los alimentos, la variable subyacente se quedará en el 2,9% en 2024, el 2,3% en 2025 y el 2% en 2026.
En cambio, el BCE sí ha rebajado las expectativas de crecimiento y ahora anticipa un crecimiento del PIB del 0,8% en este ejercicio, un 1,3% en 2025 y un 1,5% en 2026, lo que supone una modificación de una décima menos para los tres años analizados.
La inflación sigue por encima del 2%
La tasa de inflación de la zona euro situó en agosto en el 2,2% interanual, cuatro décimas por debajo de la subida del 2,6% observada el mes anterior y la menor lectura del dato desde julio de 2021, según la estimación provisional publicada el 30 de agosto por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
La desaceleración de los precios en el área de la moneda común fue reflejo de la caída del 3% del coste de la energía tras subir un 1,2% interanual en julio, mientras que los alimentos frescos repuntaron al 1,1%, una décima más.
Al descontar el impacto de la energía, la tasa de inflación se mantuvo en agosto en el 2,7%, aunque, de excluirse también el coste de los alimentos, alcohol y tabaco, la subyacente se moderó al 2,8% desde el 2,9%. En el caso de España, la tasa interanual se moderó medio punto, al 2,4%, por encima de la zona euro.