
Airbnb ha respondido al plan del alcalde José Luis Martínez-Almeida para limitar los pisos turísticos en Madrid. La compañía, que ha jugado un papel clave en la transformación del sector turístico, considera "injustificadas" las medidas del Ayuntamiento, que proponen restringir los alojamientos turísticos "dispersos" en barrios del centro histórico de la capital.
En lugar de una prohibición total de este tipo de alojamientos en comunidades donde primen en su mayoría viviendas residenciales, Airbnb propone una regulación que permita a los anfitriones locales ofrecer sus viviendas de manera ocasional, sin causar un impacto negativo.
En este sentido, la empresa sostiene que la solución no está en restringir aún más el turismo en el centro de Madrid, sino en fomentar su dispersión hacia otros barrios de la ciudad, con el objetivo de aliviar la presión en zonas de alta densidad turística y acabar con un negocio "que solo beneficia a un pequeño grupo de empresas".
Peligraría el modelo turístico
Según Airbnb, las medidas propuestas por Almeida tendrán consecuencias negativas en un modelo clave y "referente a nivel internacional" como es el turístico en Madrid, a la vez que, aseguran, "están lejos de cumplir con los estándares europeos" que sí se compromete a implementar de forma "armonizada".
En el distrito Centro, la plataforma sugiere un sistema que permita únicamente nueva oferta de anfitriones ocasionales, es decir, de aquellos que alquilan de manera ocasional su residencia principal o incluso una habitación en su propia casa, mientras están en ella. Defienden así que estos arrendatarios tienen un impacto directo y positivo en la economía de la capital.
Medidas sin evidencia
En Madrid, los alojamientos de Airbnb representan menos del 1% del parque total de viviendas, y los alquileres dedicados exclusivamente a turistas son apenas el 0,3% del total de viviendas. Más de la mitad de estas viviendas están situadas en barrios fuera del distrito Centro. Además, la plataforma afirma que no hay evidencia de una relación causal directa entre el aumento del precio del alquiler y la actividad de alquiler turístico. La mayoría de los anfitriones de la ciudad utiliza la plataforma como fuente de ingresos complementaria, con una media anual de 6.400 euros por anfitrión en 2023.
"La crisis de la vivienda es un problema complejo. Culpar exclusivamente a los alojamientos de alquiler de corta duración simplifica en exceso estos grandes retos, ya que las soluciones requieren enfoques y políticas más integrales. Airbnb quiere colaborar con Madrid en reglas proporcionadas y efectivas, que tengan en cuenta las necesidades de cada barrio", ha afirmado la responsable de políticas públicas en Airbnb para España y Portugal, Sara Rodríguez.