La inteligencia artificial es la capacidad de las máquinas de imitar capacidades de la inteligencia humana, como percibir con los sentidos, aprender y razonar, así como tomar decisiones y accionarlas. Todas estas técnicas vienen desarrollándose desde mediados del siglo pasado y son principalmente métodos matemáticos, que acaban siendo algoritmos implementados en un ordenador, que debes ajustar y probar que funcionan de la manera esperada, en muchas ocasiones necesitando grandes cantidades de información para poder realizar correctamente esta fase.
En estos últimos años ha cobrado mucho protagonismo en la inteligencia artificial los llamados modelos generativos, los cuales son unos grandes modelos realizados que permiten crear contenidos como pueden ser conversaciones, imágenes o vídeos, en base a unas instrucciones dadas por los usuarios. Esto ha permitido que la sociedad en general pueda interaccionar con estas técnicas de una manera simple, teniendo unos resultados muy naturales e impactantes, que llegan a parecer ser generados por personas, y esto es un importante avance en la aplicación de la inteligencia artificial y una gran repercusión de la capacidad de estas técnicas, en algunos casos exageradas. Estas técnicas existen desde hace tiempo y en sectores como el financiero se usan con objetivos de seguridad como la detección de intentos de fraude o ataques masivos a los sistemas, así como apoyo a los gestores para poder seleccionar y personalizar los mejores servicios para un cliente.
No se debe pensar pensar que en el corto plazo la inteligencia artificial puede llegar a tener unas capacidades conjuntas iguales a las de una inteligencia natural de un humano, dado que algunas características como el conocimiento y razonamiento general, la consciencia o la sensibilidad, no son imitables actualmente por la inteligencia artificial.