Talar un árbol para construir una piscina en su propio jardín le ha costado la friolera de 4.124 euros a un vecino de la Comunidad de Madrid. La sorprendente factura, la mayoría por tasas e impuestos municipales, ha sido motivo de comentarios en las redes sociales gracias al vídeo difundido por el constructor Kike Urdiales a través de Instagram. Y ojo, porque si el coste de los permisos para talar un árbol en una parcela privada parecen elevados, no pedirlos puede suponer una multa de unos 100.000 euros.
Según relata Urdiales, el árbol en cuestión es un aligustre, uno de los más comunes en las ciudades porque son resistentes y apenas requieren mantenimiento. Lo plantó el propio dueño de la parcela, pero ahora se ha vuelto un elemento molesto de cara a la construcción de una piscina en el jardín.
Efectivamente, la Ley 8/2005, de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid obliga a tener concedida una autorización para poder talar cualquier árbol que esté en una propiedad privada siempre que el tronco del árbol mida más de 20 centímetros de diámetro o tenga más de 10 años de edad.
Este permiso obviamente no es gratis. Lleva asociados una serie de impuestos y tasas que dependen de los ayuntamientos. Según explica Urdiales, en este caso concreto, el cliente tuvo que pagar 100 euros de tasas; medidas compensatorias "apadrina un árbol" por 1.674,80 euros y otros 2.350 euros del proyecto de construcción de la piscina, el proyecto de tala del árbol y el coste de la propia tala.
Medidas compensatorias y multas
Las medidas compensatorias a las que se refiere Urdiales consisten en la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado. Es decir, si el árbol eliminado tiene diez años, hay que plantar diez árboles adultos de la misma especie.
Según la Comunidad de Madrid, el autor de la tala deberá acreditar ante su Ayuntamiento el número, la especie, la fecha y el lugar en que se haya llevado a cabo la plantación, informando durante el año siguiente a la plantación del nuevo árbol, sobre su estado y evolución.
Sin embargo, no se trata de adquirir los árboles de forma física, sino que hay hacer el desembolso económico y ponerlo a disposición del municipio correspondiente. Las medidas compensatorias, por tanto, varían dependiendo de la cantidad de árboles talados y de la edad que tengan.
Y para aquellos que consideren la posibilidad de no avisar al Ayuntamiento de la tala de un árbol, deben saber que un vecino de El Escorial fue multado con 100.000 euros por derribar un fresno de su parcela sin permiso. Según la información trasladada en 2018 por El Mundo, el hombre taló el árbol porque estaba enfermo y amenazaba con caer encima de su casa.
No es el único caso. En 2019, el pleno del Ayuntamiento de Alcobendas aprobó por unanimidad sancionar con 250.000 euros al futbolista Sergio Ramos por una tala de entre 50 y 90 ejemplares de encinas, pinos y chopos en su finca de La Moraleja.