
El urbanismo madrileño se sigue moviendo, con ánimo de dar respuesta al fuerte incremento de la demanda observado en los últimos años. Esta semana han trascendido dos nuevos proyectos que desarrollarán 11.700 nuevas viviendas en la región, uno de ellos vinculado a la transformación de un barrio degradado y el otro ligado a una operación impulsada por una gran empresa inmobiliaria.
La primera de estas actuaciones se gestó realmente en 2008, con la aprobación de un Plan Especial que no tuvo desarrollo hasta 2022, cuando se presentó una modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Como de costumbre, la consulta pública estuvo marcada por cientos de alegaciones y reclamaciones, con el consecuente retraso burocrático del expediente. Asociaciones de vecinos han criticado la recalificación de los terrenos, criticando "los intereses privados y especulativos" de la operación, que consideran que está llamada a "gentrificar el barrio".
A raíz de estas alegaciones, la corporación redujo la edificabilidad del proyecto, que pasó de 73.200 a 67.000 metros cuadrados, y recortó también la altura máxima de las torres de edificios, que se reduce de 28 a 23 plantas. Con estos cambios, la corporación movió ficha en mayo de 2024, dando luz verde a una iniciativa que ahora espera el visto bueno definitivo del gobierno regional.
La promotora, una socimi denominada Desarrollos Ermita del Santo, está participada por Alberto Enrique Finol y Juan Guillermo Álamo. En la zona de Ermita del Santo, dichos empresarios van a construir 548 viviendas de obra nueva. La empresa responsable del desarrollo reservará el 29% de las residencias a personas de rentas más bajas, por encima del 20% que exige la legislación en vigor. Por otro lado, está prevista la transformación del viejo centro comercial y deportivo que ocupa parte de los terrenos para sacar adelante un nuevo centro que cumpla un propósito similar, pero con dotaciones renovadas.
Se anuncian asimismo distintos locales comerciales, de restauración y ocio, amén de zonas verdes que sumarán cerca de 17.000 metros cuadrados, así como la reubicación del Teatro Goya o la construcción de una piscina cubierta y un gimnasio que quedarían integrados en la red de instalaciones deportivas municipales.
La segunda de las nuevas actuaciones en materia de vivienda está protagonizada por la promotora Aedas Homes, que ha anunciado recientemente la adquisición de un banco de suelo que hasta ahora controlaba la inmobiliaria Habitat. Sumando esta cartera a otros activos que ya estaban en sus manos, la compañía se dispone a desarrollar un total de 11.200 viviendas nuevas en la región, con una notable presencia en distintos municipios del norte y noroeste de Madrid, así como en algunos de los desarrollos del sureste de Madrid.
La importancia que Aedas Homes brinda al mercado madrileño resulta evidente cuando se analiza el peso relativo que la región ha adquirido en su cartera de proyectos. Así, si su cartera de suelos permite desarrollar un potencial de hasta 24.000 viviendas en toda España, cerca de un 47% se situaba en la Comunidad de Madrid, que sumaría de esta forma casi la mitad de los desarrollos.
Más de 316.000 nuevas viviendas en camino
Tomando en cuenta la totalidad de proyectos urbanísticos e inmobiliarios que se están desarrollando en la capital y los alrededores, se observa un claro repunte de la construcción de obra nueva, que Libre Mercado ha estimado previamente en el entorno de las 316.000 nuevas viviendas, de las cuales unas 160.000 estarían ubicadas en la Villa y Corte, correspondiendo las 156.000 restantes a los demás municipios de la comunidad.
Para cerrar su déficit de vivienda, España necesita construir 761.000 viviendas entre 2024 y 2033. Estos cálculos, elaborados por Culmia y GAD3, apuntan que Madrid debería construir 174.000 unidades a lo largo de la década, de modo que la cifra de desarrollos previstos resulta satisfactoria, a tenor de las condiciones del mercado. Con todo, parece claro que el boom de Madrid propiciado por las políticas liberales puede seguir incrementando la demanda, de modo que las autoridades regionales y municipales tendrán que continuar su apuesta por incrementar la oferta y facilitar la construcción de nuevas residencias.