
La pasada semana tuvo lugar la cumbre de Davos, en la que, de nuevo, el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz asumía un protagonismo que seguramente no busque. Y es que ha tenido que ser él quien le recuerde a los promotores del colectivismo ecologista que allí se dan cita que los mantras de la lucha contra el cambio climático, responden a una agenda púramente ideológica, que ni siquiera se para a analizar la realidad detrás de los datos.
Imaz recordó que los hechos incontrovertibles dicen que los coches que consumen biocombustibles como los que fabrica Repsol, tienen menor huella de carbono durante toda su vida útil que los coches 100% eléctricos. Como decía Imaz, esos son los hechos, esos son los datos, lo demás es propaganada.
Una propaganda según la cual el mundo va directo a un cataclismo que hará que nos extingamos todos por el mal uso que hacemos de los recursos naturales y las emisiones de efecto invernadero.
Sin embargo, los datos no avalan estas teorías. Para empezar: la demanda mundial de petróleo no ha dejado de crecer. Es decir, que los combustibles fósiles siguen siendo necesarios para el desarrollo de la economía de distintos países. Lo mismo pasa con el gas u otros hidrocarburos.
Hoy, las energías solar y eólica no pueden garantizar el suministro de los países. Ni siquiera de los subdesarrollados. Todavía no se ha optimizado el uso de baterías que puedan almacenar la energía en picos de producción y utilizarla en picos de demanda. Por lo tanto, el desarrollo de las economías del mundo siguen dependiendo de los combustibles fósiles.
Además, que el hombre no es el culpable del cambio que se produce en el clima es tan cierto como que desde la existencia misma del planeta tierra éste ha sufrido periodos climáticos más cálidos y otros más fríos. La temperatura media global de la tierra ha oscilado entre los 11 grados en periodos de glaciaciones y los 36 grados de media en los periodos cálidos. Es más, los seres humanos siempre han prosperado más y han experimentado más avances durante los periodos cálidos y no durante los fríos.
Hablamos de las conclusiones de los científicos del museo de historia natural smithsonian de Washington y la universidad de Arizona. Un estudio que, además, curiosamente dice que la temperatura media actual de la tierra es de 15 grados y que es más fría de lo que ha sido durante gran parte del actual peroido geológico.
Sin embargo seguimos hablando de cambio climático antropogénico y de lo malos que somos los humanos. No se crean, estos mismos científicos y pese a lo que dicen sus resultados, y señalar que lo que estamos haciendo es enfirándonos y no calentándonos, es no poner en duda que existe un cambio climático antropogénico que está emitiendo mucho co2 y que por lo tanto subiremos la velocidad del calentamiento.
Pero tenemos más verdades incómodas: Los ecologistas siempre han hablado de la deforestación y de los efectos perversos del ser humano para la huella forestal: Pues bien. En los últimos 40 años la masa forestal lejos de disminuir ha aumentado.
También ha disminuido la contaminación del aire y mueren menos personas por desastres naturales. Ninguna de estas realidades viene recogida por los paneles de expertos de la ONU en materia de cambio climático.
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