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España se iguala por abajo: el SMI se sitúa en el 66% del salario mediano

El SMI está cada vez más cerca del sueldo que cobra el español medio, ése que se sitúa en la mitad de la clasificación.

El SMI está cada vez más cerca del sueldo que cobra el español medio, ése que se sitúa en la mitad de la clasificación.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa, a 11 de febrero de 2025, en Madrid (España). | Europa Press

La noticia económica de la semana tiene como protagonista al Salario Mínimo Interprofesional. El Gobierno lo ha vuelto a subir, en este caso en un 4,4%, tras un acuerdo con los sindicatos (no con la patronal) hasta los 1.184 euros al mes en catorce pagas: 16.576 euros anuales (o 1381,3 si pensamos en doce pagas).

El Gobierno ha celebrado que, tras la subida, los trabajadores que cobren el SMI percibirán 6.273 euros más al año que en 2018. Es verdad que esta afirmación contiene una pequeña trampa: en los últimos años la inflación se ha comido parte del poder adquisitivo de los salarios. Entre 2010 y 2018, los precios se mantuvieron muy estables, por lo que la evolución de los sueldos nominales sí acompaña (más o menos, décima de IPC arriba o abajo) la de los reales. Ahora ya no es así. Por ejemplo, la inflación media en España es del 2,8%, por lo que ese 4,4% de subida sí es un incremento en términos reales, pero menos de lo que podría parecer a primera vista. Si a eso le añadimos el efecto del IRPF (un tema que se le ha complicado, desde el punto de vista de la comunicación, al Gobierno), es cierto que muchos trabajadores apenas verán mejorar el poder adquisitivo de su salario neto. E incluso, algunos, podrían estar peor en términos reales que hace un año.

Dicho esto, es obvio que desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa el SMI ha subido con fuerza. Menos en cifras reales que en nominales... pero también en reales. No nos hagamos trampas con la argumentación: sí, el Gobierno prometió que iba a subir el SMI y, en esto, ha cumplido. Otra cosa es que opinemos que esto es peligroso para los colectivos con más dificultades de acceso al empleo (en Libre Mercado, lo creemos) porque: (1) supone una barrera (precio mínimo) que estas personas pueden tener complicado superar (inmigrantes, personal de baja cualificación, jóvenes, parados de larga duración, trabajadores de sectores de bajo valor añadido...); (2) incrementa los costes para las empresas, algo que, sobre todo las micropymes de baja productividad pueden no ser capaces de soportar; y (3) impone unas reglas iguales para todos que no siempre son bien digeridas por el mercado (para una multinacional que tiene su sede en Madrid el SMI no es un factor de preocupación; para una explotación agrícola familiar en Cuenca puede que sea la diferencia entre la supervivencia y el cierre).

En cualquier caso, el Gobierno está contento y lo normal es que insista mucho en los próximos meses en lo que esta subida implica para los beneficiarios. Algo que también es cierto. La pregunta es: ¿y los perjudicados? En primer lugar los que no logran un empleo (o consiguen un empleo de menos horas) por el SMI. Pero también podríamos pensar en otros trabajadores a los que afecta de forma indirecta. Por ejemplo, si una empresa tiene disponible una determinada cantidad para pagar a salarios y sube el SMI, puede que tenga que ser más cauta a la hora de incrementar los sueldos del resto. Se conseguiría así una igualación a la baja: sí, los salarios más bajos cobran algo más, pero esto no implica que todos los demás suban en la misma medida.

Del SMI al salario mediano

De hecho, algo así es lo que parece que está ocurriendo en la economía española en su conjunto en la última década. Desde 2015 se está produciendo un achatamiento de la estructura salarial.

Tomaremos como referencia el salario medio según el Decil de Salarios del Empleo Principal que se publica junto con la EPA una vez al año (aquí, las cifras conocidas en noviembre de 2024). Hay que tener cierta precaución a la hora de hacer comparaciones, porque el Decil establece salarios en doce meses (prorrateando las pagas extras) y el SMI mensual suele darse dividido en catorce pagas. Por eso, en general daremos cifras anuales, en las que la comparación es homogénea.

En 2015, el SMI ascendía a 648,6€ al mes o 9.080,4€ al año. Mientras tanto, el salario mediano alcanzaba los 19.161,6€. Es decir, el SMI suponía un 47% del salario mediano. Hay que recordar que este salario mediano no es "salario medio" (suma de todos los salarios dividido entre el número de trabajadores) sino el salario que cobra el trabajador que está en mitad de la fila. Es decir, imaginemos una fila india en la que están colocados todos los trabajadores españoles: en primer lugar, el que tiene el sueldo más alto (quizás un futbolista de primera división quizás un alto ejecutivo del Ibex) y en último lugar, el sueldo más bajo. Pues bien, el salario mediano es el que se sitúa justo en el medio. Por eso es muy interesante la comparación con el SMI: cuánto ganaba en comparación ese trabajador medio hace diez años ya ahora.

Los últimos datos que tenemos son de 2023: en ese año, el SMI ascendía a 1.080 euros al mes (15.120 al año) y el salario mediano según el Decil de Salarios era de 23.226 euros (1.935,5*12). Es decir, el SMI ya ascendía al 65% de ese salario mediano. No tenemos cifras para 2024 y 25 pero según las informaciones publicadas sobre las subidas salariales pactadas en convenio (alrededor del 3% para este año) parece claro que el SMI volverá a subir por encima de la media. Es previsible que la relación entre uno y otro termine el año por encima del los dos tercios.

¿Es porque el SMI está subiendo con fuerza? En parte sí; pero hay otro hecho incontestable: también se debe a que el resto de sueldos no lo están haciendo tan bien.

Algunas comparaciones que pueden ser interesantes a la hora de determinar si el SMI puede tener impacto en la creación de empleo:

  • SMI para 2025: 16.576 euros brutos anuales
  • Salario mediano en 2023: 23.226 euros
  • Salario medio en 2023: 27.276 euros
  • Salario medio para trabajadores menores de 25 años en 2023: 16.649 euros
  • Salario medio para trabajadores de 25 a 34 años en 2023: 24.138 euros
  • Salario medio para trabajadores con formación equivalente a primera etapa de secundaria en 2023: 18.158 euros
  • Salario medio en agricultura, ganadería y pesca en 2023: 18.740 euros

Podríamos seguir. Es verdad que todos estos salarios corresponden a 2023 (hace 14 meses). Y algo habrán subido en este período. Pero, en cualquier caso, lo que vemos es que los salarios medios (que siempre son algo más elevados que el mediano) están muy cerca en muchos casos del nuevo SMI. ¿Posibilidades? El Gobierno dirá que no es un problema, porque lo que ocurrirá con estos trabajadores es que todos ellos pasarán a cobrar más tras la nueva ley. Los más críticos dirán que muchos empleos dirigidos a estos colectivos no se crearán; o se crearán por menos horas o peores condiciones. E incluso habrá los que alerten de un posible incremento en el trabajo en la economía sumergida: tanto en su forma más clásica (trabajar sin contrato) como en otras modalidades (te contrato por seis horas oficialmente, pero tienes que trabajar ocho).

El Ministerio publicó hace unos meses un artículo de unos expertos que aseguraban que hasta ahora el impacto había sido mínimo. El Banco de España, por su parte, maneja otros datos. Mientras tanto, la evidencia es que el SMI está cada vez más cerca del salario que cobra el español medio, ése que se sitúa en la mitad de la clasificación de los sueldos.

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